Catorce meses después de realizarse, el hospital de Salamanca ha confirmado hoy el éxito de un trasplante de cara, que se considera el primero sin rechazo en España.
El paciente, un joven de Paraguay de 28 años, hace vida normal tras ser operado de un tumor de las meninges que afectaba al rostro y el cráneo.
Bajo la dirección de los doctores Jorge García y Juan Antonio Gómez-Moreta, el trasplante se hizo el 15 de septiembre de 2014 durante más de doce horas y en la operación participaron más de una treintena de profesionales de ocho servicios diferentes.
Algo más de un año después, García se ha mostrado satisfecho del trabajo realizado, especialmente, porque ha triunfado una técnica pionera y novedosa hasta ahora en España, ya que no se ha trasplantado la piel.
La intervención quirúrgica realizada al joven Fernando Isaac Gómez consistió en trasplantar de un donante cadáver la frente, órbitas y base del cráneo.
El doctor ha explicado que tomaron la decisión de prescindir del “componente cutáneo” del cadáver y utilizar la piel del propio paciente –ésa es la novedad de la intervención– para así hacer una reconstrucción combinada, que se utiliza en los trasplantes faciales por accidente, pero que no se usaban para casos de tumores.
En este sentido, ha explicado que los trasplantes faciales “no están teniendo los resultados esperados debido, precisamente, al rechazo crónico”.
El paciente trasplantado en el Hospital de Salamanca no ha necesitado de quimioterapia, ni radioterapia, y ya no tiene ni dolores oculares importantes, ni medicación, ni alteraciones en la visión.
El tiempo y la ciencia, ha subrayado García, le “ha dado la razón” y es que, como no había muchos estudios, acaban de “demostrar que la reabsorción ósea casi no existe”.
“Todo ello –ha apostillado– abre una nueva vía en la trasplantación facial” y ha puesto como ejemplo para “los tumores del área maxilofacial de los niños”.
Por su parte, el paciente, que ahora reside en Madrid y que al poco tiempo de ser trasplantado tuvo un hijo, al que ha podido ver, ha reconocido que se encuentra “muy bien”, que su vida ha “cambiado” y que sólo tiene que acudir al hospital a hacer los controles radiológicos.
“Ahora que estoy más guapo, ya salgo todos los días” -antes no podía hacerlo porque estaba deformado- reconoce Fernando Isaac Gómez, quien se ha puesto gafas porque “veía menos” y ha revelado que está buscando un empleo porque ahora ya puede trabajar.
Consciente de que es “complicado” encontrar donantes, el doctor ha subrayado que las “aplicaciones que se pueden dar a esta filosofía de tratamiento son importantes, sobre todo para pacientes tumorales”.
“Nos abre un camino para hacer trasplantaciones óseas adecuadas y rescindir al máximo la cantidad trasplantada de piel -que es lo que da problemas a medio plazo- porque de esa manera la cara se expande por el hueso y la cantidad de tejido noble cutáneo que podríamos trasplantar podría ser menor y las posibilidades de éxito se multiplicarían por mucho”.
Finalmente, ha afirmado que la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) “puede favorecer que con esta filosofía de trabajo muchos pacientes se vean beneficiados por las técnicas que hasta ahora están muy limitado”.