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El 8M en una maternidad: “Es difícil dejar de atender, precisamente, a mujeres”

“Uy me llaman del laboratorio. Plaquetas”. Una bata blanca tiene que marcharse de la concentración feminista en la puerta del hospital infantil de referencia nacional Niño Jesús en Madrid. Dentro, el bullicio es el de un día normal. El aula magna acoge un curso sobre enfermedad inflamatoria intestinal. Aforo completo. “No hay mucho ambiente de huelga. No es como la marea blanca”, comenta una sanitaria en la puerta del centro.

Los centros sanitarios que ha recorrido eldiario.es, al menos en la Comunidad de Madrid, viven una jornada bastante típica. El reportero se ha fijado en un servicio dedicado a las mujeres como puede ser la ginecología. Las embarazadas, los partos, los tratamientos de este 8M...¿Cómo se están viviendo?

“Si hemos decidido no hacer huelga de 24 horas es para que otras mujeres, nuestras pacientes no se vieran afectadas y se quedasen sin una consulta o un tratamiento que, a lo mejor, llevan tiempo esperando”, cuenta una adjunta del servicio en Fuenlabrada, un hospital especialmente escogido para llevar embarazos gracias a su sello de “amigo de los bebés” que luce desde hace años. 

En este servicio, de 26 especialistas, 22 son mujeres. También rotan ocho residentes. siete son chicas. Esta adjunta comenta la jornada en la que está haciendo un control gestacional: ver cómo va un embarazo. “Lo que sí haré es ir a la manifestación”, explica. Es un sentimiento que está extendido. Mónica, ginecóloga en las Islas Canarias coincide, por teléfono, con la idea de no castigar a las mujeres: “Es difícil dejar de atender, precisamente, a mujeres. Y más si se trata, por ejemplo, de ciclos de reproducción asistida que habría que cancelarlo con el coste emocional que conlleva”. 

Los servicios de ginecología están llevados casi en exclusiva por mujeres. No son más que un reflejo de lo que es actualmente la profesión médica. La enfermería ha estado feminizada históricamente. En 2016, los datos oficiales mostraban que la proporción estaba en cinco a uno. En 2002 la relación era de 4,7 a uno. En cuanto a médicos, basta observar el ejemplo de la misma Comunidad de Madrid: en 2016 había 23.200 colegiadas por 19.400 colegiados, según el Anuario Estadístico de la Comunidad. Una década antes, había 15.800 doctoras y 17.300 doctores. La proporción hombres-mujeres viró en 2009 a favor de las chicas y no ha frenado ya. 

Los servicios mínimos

Precisamente otra adjunta, que ejerce en el hospital público de Getafe, explica a eldiario.es que no ha habido mucho seguimiento en sus servicios y sí refiere que “ha habido quejas sobre la poca difusión en las consultas de la convocatoria y no muy bien informados sobre los paros, los servicios mínimos etc”. Y luego resume: “Desde luego no nos están faltando los pacientes hoy”.

Los servicios mínimos han aparecido también entre las quejas de los que se concentraban por la mañana en El Niño Jesús. En general, el nivel ha parecido muy alto como para que los paros dejaran sentir su efecto. De hecho, algunos sindicatos han impugnado los decretos que los marcan por entender que se estaba “vulnerando el derecho de huelga” como CCOO en Andalucía.

En la búsqueda de asistencia a mujeres, destaca el gran edificio del servicio materno-infantil del hospital Gregorio Marañón de Madrid, uno de los más grandes de España. La fachada luce un enorme cartel con la palabra “MATERNIDAD”. El trajín en el edificio es muy parecido al de otros días. Pero el sentimiento que se repite es el mismo que contaban desde Fuenlabrada: la manifesación, la movilizacion, no es sectorial es contra el machismo. Y se citan para la tarde.