Humor en la pandemia: entre la necesidad de evadirse y el peligro de frivolizar
La crisis del coronavirus nos ha hecho pasar por muchos estados de ánimos, especialmente desde que comenzó el confinamiento. Hemos visto ingentes cantidades de memes sobre el acopio de papel higiénico cuando estábamos a punto de empezar el encierro y bailes que buscaban concienciarnos sobre la importancia de lavarse las manos correctamente. De ahí pasamos a la catarsis compartida a través de juegos y música desde los balcones. Como cuenta la humorista Martita de Graná en este vídeo, pasamos de una emoción a otra muy rápidamente.
El humor no se ha confinado. Ni siquiera cuando los aplausos se mezclaron con las caceroladas y comenzaron las disputas en los grupos de whatsapp de amigos y familiares, ni en la peor fase de de contagios y fallecimientos, ni cuando han comenzado a emerger historias terribles sobre personas que se van y nadie puede despedirlas dignamente...
El humor no ha desaparecido. Sí ha mutado. Se ha adaptado a una situación en la que lo necesitamos como animal de compañía a la vez que en ocasiones nos pueda estorbar. Charlamos con cinco trabajadores del humor sobre cómo están viviendo estos días.
Pol Mallafré: “El chiste tiene que ser muy acertado. La gente se está muriendo y no podemos frivolizar”
Pol Mallafré: “El chiste tiene que ser muy acertado. La gente se está muriendo y no podemos frivolizar”Pol Mallafré es un polifacético creador, que además de hacer humor en redes es licenciado en Filosofía y miembro del colectivo de periodistas Cuellilargx. Suyo es el vídeo subido a Twitter donde imitaba una secuencia de la mítica escena de Lost en la que el personaje de Desmond seguía una rutina durante un encierro.
Para Mallafré, todo lo que pasaba en los primeros días de confinamiento tenía que ver con el virus: “Los primeros cuatro o cinco días yo no tenía humor. Como estábamos todos en estado de alerta y para mí era como si sólo se pudiera hablar de coronavirus. Y no lo digo de forma repelente, sino que de una forma estrictamente real. No quería ver ni una película ni escuchar nada de música. Solo quería estar en internet y ver contenidos que hablaran del coronavirus, del encierro, de la gente que estaba en casa, de los balcones. Si de pronto alguien me mandaba un vídeo de algo que no tuviera nada que ver con el coronavirus sentía que no era el momento”. Con el paso de los días ese monotema fue dejando espacio para otros temas. El propio Mallafré así lo siente. “Creo que el humor ha ido integrando otras temáticas que no estén relacionadas con los balcones, la pandemia, los vecinos y la policía”.
Mallafré vivió una semana convulsa. En un registro más documental pero también con tintes de humor, por encargo de la BBC (producido por Anna Pazos) y en colaboración con Angela Monge (actriz, profesora e ilustradora, además de pareja de Mallafré) publicaba un vídeo donde cuenta el día a día del confinamiento con su hija de 4 años. El vídeo se viralizó y hasta Alexandria-Ocasio Cortez lo compartía en un tuit en el que recordaba que “los cuidados son un TRABAJO”.
Una de las cosas interesantes para Mallafré ha sido ver como el confinamiento ha situado a los humoristas en unas condiciones de cierta igualdad con respecto a la creación: “Ahora se han democratizado bastante las posibilidades de hacer humor. Es decir, el chico que está con su ordenador en su casa tiene las mismas las mismas herramientas que Buenafuente, que también está encerrado en su casa y con una webcam. También todos jugamos con la falta de concentración”.
Por último, Mallafré considera que es el momento para ser precisos con el tipo de humor que se hace: “Creo que el momento es muy delicado y el chiste tiene que ser muy acertado. El contexto es que la gente se está muriendo y tampoco podemos frivolizar haciendo chistes con eso. Por lo tanto, creo que estos días también se está viendo qué cómicos son buenos y cuáles son mediocres. Vemos a dónde van sus flechas, dónde atacan y de dónde sacan el humor”.
Penny Jay: “Aunque viniese una guerra mundial y muriese todo quisqui nadie nos quitaría los memes”
Penny Jay: “Aunque viniese una guerra mundial y muriese todo quisqui nadie nos quitaría los memes”La humorista responsable de la Riot Comedy (Micro Abierto de Comedia Femenina) Penny J. ha tenido tiempo estos días de dar consejos para no perder la cabeza durante el confinamiento (en el vídeo de arriba que corresponde a “Es otro Programa Millennial” de Radio 3), contar la divertida historia del chico que decidió hacer publicidad en Instagram con una foto suya en gayumbos, celebrar la reconversión política de Britney Spears o denunciar la crisis del Horóscopo.
Jay considera que el tiempo de confinamiento está siendo digno de estudio con respecto a la comedia: “La evolución del humor en esta pandemia ha sido para hacer una tesis”. De hecho, considera que más que sobrar, es más necesario que nunca: “El humor es una forma de primero aliviar el dolor y segundo, de aislarnos de algo y de crear una realidad paralela en la que todo es mucho más sencillo”.
Para Jay la cadena del humor empezaba en Twitter... hasta la llegada de Tik Tok. “Antes el humor nacía en Twitter, se iba a Instagram y acababa en los grupos de WhatsApp”. Con respecto a si ha habido una evolución en el tipo de humor que se hacía durante el confinamiento: “Yo creo que ha dejado un poco de lado el reírse del coronavirus y está empezando a reírse de las situaciones cotidianas”.
Jay concluye que pase lo que pase, cree que siempre habrá humor: “Yo creo que aunque viniese una guerra mundial y muriese todo quisqui nadie nos quitaría los memes”
David Pareja: “No toco el tema de la enfermedad en sí, sino a la gente que nos hemos quedado en casa”
David Pareja: “No toco el tema de la enfermedad en sí, sino a la gente que nos hemos quedado en casa”Cómico todoterreno, así lo definió Yeray Calvo en una entrevista hace unos años lleva toda la cuarentena lanzando “Actividades para pasar la cuarentena”. Hace poco también se enredó en intentar traspasar un juego de Twitter a Instagram proponiendo a su audiencia “Frases que puedes decir durante el sexo y durante una cuarentena”, evidenciando de forma muy graciosa las diferencias de código entre una red y otra.
Pareja considera que sí ha habido un cambio de registro a lo largo de este tiempo: “Yo creo que ha evolucionado. Cuando toco el tema es no es hacia la enfermedad en sí, sino a la gente que nos nos hemos quedado en casa durante este tiempo. Porque ninguna enfermedad en principio es para hacer bromas y algo como esto yo creo que no tiene precedentes en el mundo, más todavía”. De hecho, la sensación de que han pasado muchas cosas y hemos pasado por muchos sentimientos diferentes en esta situación también es algo que se refleja en el trabajo que están haciendo quienes se dedican a la comedia.
“A mí, por ejemplo, de hecho me han encargado algunas cosas relacionadas con la comedia y con una temática concreta. Y claro, todo esto me lo han propuesto hace un par de semanas y es que se han quemado tanto los chistes en este tiempo que cuando salgan van a parecer viejos. Estamos tantas horas metidos todos en casa y nos pasa exactamente lo mismo a la vez en todo el planeta... al final a todos se nos ocurre la misma broma porque estamos viviendo lo mismo en tiempo real. En cuestión de 48 horas 72 horas ya no quedan bromas que hacer”, dice Pareja sobre esta cuestión de la velocidad y la caducidad de la bromas.
Al menos existe un consuelo, según comenta Pareja, en recibir apoyo por parte de gente que agradece poder usar el humor como válvula de escape en esta situación: “Una de las cosas que está diciendome mucho a la gente es Estáis consiguiendo que nos echemos unas risas en estos momentos tan complicados. Pues mira, por lo menos ese granito de arena que estamos poniendo para que la gente se lo pase bien”.
Dolors Boatella: “Estamos usando un humor más blanco, más colectivo, para todas las edades”
Dolors Boatella: “Estamos usando un humor más blanco, más colectivo, para todas las edades”Dolors Boatella es creativa, guionista y creadora de memes. Una de sus mayores logros es la de meter imágenes surrealistas en la cabeza de quienes consumen sus imágenes. En lo que va de pandemia hemos podido ver cómo sería si los reyes hicieran las videoconferencias como el resto de la ciudadanía, un responsable militar en una rueda de prensa con un gorro de ducha rosa (que en realidad no llevaba puesto) o el homenaje a “Esto no es una pipa” de Magritte en versión Coronavirus con “Esto no es una gripe”.
Para Boatella la situación también ha cambiado: “Al principio era una gripe tonta y el coronavirus servía para hacer un humor mucho más frívolo sobre la pandemia, sobre la enfermedad. Pero a medida que se fue acercando la epidemia y empezaron a ver los casos y el contagio fue más generalizado, el humor sobre el coronavirus también se fue adaptando y tomó un tono más respetuoso pero a la vez sarcástico. Por ejemplo, con temas como el propio confinamiento”.
Seguramente existan las bromas pesadas sobre lo que está pasando. Pero de existir son pocas y no consiguen viralizarse. Boatella cree que el humor es ahora más importante que nunca aunque se haya dulcificado: “El humor sirve de válvula de escape y la verdad es que a veces cuesta reír. Pero te ríes con memes y chistes que pueden circular por la red y hasta desde el colectivo de sanitarios se ha agradecido poder llegar a casa y echarse unas risas. Sí que es verdad que puede que tonos más de humor negro o más hiperrealista no funcionan tanto o como mínimo, yo no he visto tantos. No significa que no exista, pero puede que el humor más gore no se esté ejercitando. Estamos usando un humor más blanco, más colectivo, para todas las edades. Y también puede ser gracioso”.
Boatella reconoce que hay días que le cuesta. Pero tiene claro cuál es una de sus fuentes de inspiración principales: “Los políticos son mi pila, son mis baterías. Solo coger sus discursos o los de los militares, me da energía para crear. Yo intento reírme de todo. Es un drama y es muy duro. Pero creo que el humor nos salva. Nos salva la cabeza”.
Malacara: “El humor se mueve muy bien entre las sombras. Es fundamental para no perder la cabeza”
Malacara: “El humor se mueve muy bien entre las sombras. Es fundamental para no perder la cabeza”Lucas Melcón es el creador de Malacara. Este diseñador y creador de contenidos se ha hecho famoso por universalizar la forma de hablar en Sevilla y usarla para hacer comentarios satíricos sobre cualquier cuestión de actualidad política o social. Durante el confinamiento no ha parado de compartir mensajes, entre ellos el ya clásico “Baby Yoda” hablando como si fuera de Pino Montano (barrio de Sevilla) y comentando los principales hits del encierro.
Melcón también cree que el humor ha ido mutando conforme pasaban los días: “Indudablemente la situación ha cambiado mucho en los últimos días. Porque se ha ido agravando cada día. Y es cierto que a veces se podían tocar algunos temas que ahora yo creo que no es conveniente tocarlo”.
Aún así, Melcón tiene claro la importancia del humor en estos momentos: “Es precisamente ahora cuando el humor tiene un papel casi fundamental en el hecho de no perder la cabeza. Estamos todo el día bombardeados con noticias y vivimos bajo un clima de crispación, de frentismo. Por eso creo que el humor es fundamental y, quizás ahora más, porque es una herramienta fantástica para relativizar esos problemas e intentar acercarnos a quienes no piensan como nosotros. Tenemos un momento con más sombras que luces. Y el humor se mueve muy bien entre las sombras. Creo que es lo que nos puede salvar, por lo menos los que pueden salvar nuestro estado de ansiedad, de psicosis, de no saber qué va a pasar, de miedo, de frustración, de angustia, de pena”.
Melcón insiste en que es una responsabilidad de las personas que hacen humor estar ahí: “Ahora es cuando no se puede dejar de hacer humor. Y yo lo estoy intentando. Incluso aunque a veces no tenga ganas, incluso aunque a veces no tenga el día”. Aún así, Melcón cree que todo esto nos deja una lección: “Tragedias y, siento decirlo, ocurren todos los días. Se muere gente en el mar todos los días. Hay problemas a lo largo del mundo y nos nos molesta porque no nos toca. Ahora nos ha tocado a todos, da igual la clase social”. Melcón cierra dejando claro que la comedia no podrá ser confinada: “El humor no se va a esconder. Siempre ha existido, existía antes, ahora y existirá después. Y así va a seguir siendo”.
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