El Parlamento de Hungría ha aprobado este martes una enmienda constitucional que impide adoptar a las parejas homosexuales. La modificación de la ley se ha llevado a cabo gracias a los 143 votos de los diputados del Fidesz, el partido del primer ministro ultranacionalista Viktor Orbán y con 45 en contra y 5 abstenciones, según informa la agencia local MTI.
El texto de la enmienda estipula en la Carta Magna que “la madre es mujer, el padre es varón” y que Hungría garantiza el desarrollo del niño de acuerdo con su género. Esta merma en los derechos de las personas LGTBI en el país centroeuropeo se produce en medio de una ola de indignación del colectivo en aquel país.
Amnistía Internacional (AI) ya alertó este lunes, en vísperas de la aprobación parlamentaria, que se trata de medidas “discriminatorias, homofóbicas y transfóbas”, que constituyen un nuevo ataque contra las personas LGTB+ pues la reforma constitucional restringe los ya mermados derechos de esa comunidad.
El partido opositor de izquierdas, la Coalición Democrática, no participó en la votación, según estaba previsto, por considerar “excluyente” la legislación propuesta.
Otra reforma legal relacionada con esta enmienda constitucional determina que solo los matrimonios –que según la ley no pueden constituirse entre personas del mismo sexo– pueden adoptar niños.
El Gobierno de Orbán, en el poder desde 2010, ha introducido en los últimos años una serie de disposiciones que estipulan el modelo de familia tradicional que defienden. Ya la Constitución de 2011 determina que el matrimonio es la unión de una varón y una mujer.
El informe anual de 2020 de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA) revela un empeoramiento de la situación de este colectivo en Hungría, que se encuentra en el puesto 27 de un total de 49 países europeos, en el índice que valora la situación legal las comunidades LGTB+.