Como cada año, la Universidad de Leiden (Holanda) publica la clasificación de las mejores universidades a nivel mundial. El estudio, conocido como Ranking Leiden, es un análisis bibliométrico que evalúa el rendimiento de los centros académicos en base a su producción científica, es decir, a los estudios publicados. Sin embargo, este año el listado incluye por primera vez un indicador de género, que calcula la proporción de mujeres entre los autores de dichos estudios. Sus resultados muestran que, a nivel global, las mujeres representan alrededor del 30% de los autores y que solo unas 20 universidades en todo el mundo han conseguido alcanzar la igualdad.
El resultado global obtenido este año, en el que se han analizado las publicaciones de 963 universidades entre 2014 y 2017, no resulta especialmente novedoso y refleja de forma aproximada el porcentaje de investigadoras que hay en el mundo, un 28% según informó la Unesco el pasado mes de febrero. Sin embargo, la inclusión de los datos desglosados por género ofrece la posibilidad de hacer una clasificación alternativa en base a los niveles de igualdad de las universidades.
En esta nueva clasificación, algunas de las instituciones científicas más reconocidas a nivel mundial caen a posiciones relativamente bajas. La Universidad de Harvard (EEUU), situada en la primera posición del ranking global, ocupa el puesto 286 en paridad, ya que de todos los investigadores que han publicado artículos en este centro, solo un 34% son mujeres. La Universidad de Oxford (Reino Unido), una de las más prestigiosas del mundo, está aún más abajo en la lista, en el puesto 440, con un 31%.
De hecho, si se analizan las 20 primeras universidades del ranking global, solo una se encuentra entre la 100 primeras de la clasificación de igualdad, la Universidad de Sao Paulo (Brasil), que ocupa el octavo lugar por impacto científico y el puesto 86 en paridad, con un 42% de autoras.
Brasil es uno de los países destacados en el estudio, ya que posee tres universidades que superan el umbral del 50% y prácticamente una veintena que superan el 40%. El buen papel del país latinoamericano se ve reforzado por varias universidades argentinas, que también han alcanzado porcentajes similares.
Más igualdad en el este y sur de Europa
“Aunque estos resultados pueden parecer sorprendentes simplemente reflejan el número de mujeres investigadoras que hay en estos países”, asegura a eldiario.es Marta Macho, matemática y editora del espacio Mujeres con Ciencia, de la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco. “Tanto en Argentina y Brasil, como en muchos países del este de Europa, el porcentaje de mujeres investigadoras es muy alto”.
Precisamente, algunos países del este de Europa también destacan en la clasificación, especialmente Polonia, que ha colocado seis universidades entre las quince primeras, todas con porcentajes que rondan el 50%. Además de Polonia, también destacan los datos de otros países del este, como Serbia y Rumanía, y entre los occidentales, los que mejores resultados obtienen son Portugal, Italia o España.
En España, aunque ninguna de las más de 30 universidades analizadas alcanza la igualdad en la autoría de estudios, prácticamente una decena de centros rondan el 40%, siendo las mejor situadas la Universidad de Navarra, con un 44%, la de Barcelona y la Complutense, con un 43%, o la Autónoma de Barcelona y la Rovira i Virgili, con un 42%. Los peores resultados los obtienen la Universidad Politécnica de Cataluña, con algo menos de un 23%, o la Politécnica de Madrid, con un 26%. También destacan con resultados por debajo del 30%, la Universidad Carlos III (26%), las de Cantabria y Baleares, ambas con un 28%, y la de la Laguna, con un 29%.
Sin embargo, los datos de los países del este y sur de Europa contrastan con los de los países del norte, donde los porcentajes de mujeres son sensiblemente inferiores. Tan solo Finlandia tiene varias universidades con porcentajes por encima del 40%, una cifra que no alcanza prácticamente ningún otro país de la región. Incluso algunos, como Alemania, Suiza o Bélgica, apenas tienen centros que superen la barrera del 30%.
“Los motivos son varios, pero en el norte de Europa el ámbito científico está muy masculinizado y esto es algo que probablemente está vinculado a la financiación que recibe la ciencia”, asegura Macho. “En estos países el trabajo de científico está mejor remunerado y, en general, aquellos trabajos que están mejor pagados y considerados suelen estar ocupados por hombres”.
Japón y Corea del Sur a la cola en igualdad
A pesar de los bajos porcentajes de algunos países europeos, en total, más de 60 universidades del viejo continente superan el 40% de mujeres autoras, unos datos hacen que esta región tenga, en promedio, una proporción ligeramente mayor que la de EEUU, donde ninguna universidad consigue acercarse a la igualdad y tan solo una docena llegan a superar el 40%. Además, las de más renombre mantienen porcentajes de autoras relativamente bajos, como Stanford, con un 30%, Berkeley, 25%, o el Instituto Tecnológico de Massachusetts, más conocido por sus siglas en inglés, MIT, que solo tiene un 22%.
En Asia, solo una veintena de universidades llegan a superar el 40%, aunque esta región destaca por ser la que más centros acumula con un bajo porcentaje de mujeres autoras. Dos de los países que más desigualdad reflejan son Japón y Corea del Sur, ya que casi ninguna de las universidades analizadas llega a alcanzar el 20%. Tan solo la Universidad de Mujeres Ewha (Corea del Sur) llega a superar esta barrera, pero, a pesar de ser un centro privado exclusivo para mujeres, ni siquiera alcanza la igualdad, quedándose en un 41%.
La situación de estos dos países contrasta con la de otros de la región, como Tailandia, que tiene siete universidades que superan ampliamente el 40%, rondando la mayoría de ellas el 50%. China, sin embargo, solo consigue que uno de sus centros supere el 40% y la mayoría de sus universidades poseen porcentajes que rondan el 30% o menos.
Estancamiento de los resultados
El análisis también muestra que la proporción de mujeres que firman artículos científicos en las universidades ha crecido de forma constante durante la última década, pero este crecimiento ha sido de apenas un 3%. Entre los muchos factores que han provocado este estancamiento, Macho destaca la lenta renovación de las universidades, en las que la mayoría de los puestos de responsabilidad están ocupados por hombres.
La catedrática de Sociología y Antropología Social de la Universidad de Valencia Capitolina Díaz también pone énfasis en este aspecto. Según esta especialista en género y ciencia, “la jerarquía de las universidades está en manos de los hombres, ya que son los rectores, los catedráticos, los jefes de grupo… y, al final, son ellos los que deciden quién participa en un estudio, quién lo firma y en qué orden se firma”.
Díaz concluye que parte del problema es “la discriminación sistémica que existe en las universidades y centros de investigación”, una posición que comparte Macho, quien asegura que “el machismo estructural” que existe en la sociedad “también afecta al mundo científico, donde los estereotipos implícitos hacen que las mujeres sean peor valoradas y les cueste más publicar sus artículos”.
Finalmente, la clasificación también demuestra las importantes diferencias que existen entre las distintas ramas científicas, dado que los centros más destacados suelen ser universidades especializadas en biomedicina, como la Universidad Médica de Lublin (Polonia), que lidera la clasificación Leiden con un 56% de autoras. En el otro extremo, y con los peores porcentajes de mujeres autoras, se encuentran las universidades politécnicas, centradas en estudios de ingeniería, cuyos porcentajes en muchos casos apenas superan el 10%.