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Igualdad pondrá en marcha un programa piloto con hombres para impulsar la conciliación en los centros de trabajo

El plan del Ministerio de Igualdad para favorecer la conciliación está a punto de arrancar su segundo ejercicio. El Consejo de Ministros aprobará en las próximas semanas la autorización del gasto del llamado Plan Corresponsables, dotado con 200 millones de euros, y que de cara a este segundo año contará con algunas novedades. La iniciativa, con la que se financian proyectos destinados a crear una “bolsa de cuidados profesional” para familias con hijos ampliará la edad de los menores beneficiados de los 14 a los 16 años. También permitirá a las comunidades realizar convenios con las asociaciones de familias de los centros educativos e incluirá un proyecto piloto de formación en corresponsabilidad para hombres en los centros de trabajo, según informan fuentes del Ministerio.

El Plan Corresponsables fue puesto en marcha el año pasado con la idea de implicar al Estado en la corresponsabilidad y es concebido por la Secretaría de Estado de Igualdad como un proyecto “semilla”: el inicio para crear en España un sistema estatal de cuidados. Está dirigido a facilitar la conciliación de las familias con hijos e hijas, con especial foco en los hogares monoparentales o en los que haya otras personas dependientes además de los menores, víctimas de violencia machista, desempleadas de larga duración o mayores de 45 años. Está financiado con 200 millones, 190 en forma de transferencias directas a las comunidades; otros tres para estudios y siete para campañas que promuevan la corresponsabilidad.

Con este crédito, las autonomías deben habilitar servicios públicos de cuidado que pueden prestarse en el domicilio o en dependencias públicas como escuelas, centros municipales o polideportivos. A partir de este próximo ejercicio, las comunidades podrán además realizar convenios o establecer líneas directas de subvenciones con las asociaciones de madres y padres con el objetivo de “facilitar la participación de más niños y niñas” en las actividades que organicen, como, por ejemplo, las extraescolares.

Esas actividades y cuidados podrán tener lugar en espacios habilitados para ello, como los centros educativos o los centros socio-culturales, y serán gestionados por las autoridades educativas municipales o autonómicas. Las familias usuarias de estos servicios recibirán algún tipo de acción de sensibilización: Igualdad quiere que quienes se beneficien de estas nuevas infraestructuras de cuidado tengan información sobre corresponsabilidad y cuidados.

La segunda edición del Plan Corresponsables, que según fuentes del Ministerio dirigido por Irene Montero se autorizará “en las próximas semanas”, incrementará la edad de los menores beneficiados hasta los 16 años. Además, pondrá en marcha un programa piloto destinado a hombres: la idea es impulsar formación en materia de corresponsabilidad en los centros de trabajo, informan las mismas fuentes, que utilizará “herramientas tecnológicas y virtuales” para “explicitar el reparto de las cargas de los cuidados con el objetivo de modificar las pautas culturales”. Además, con los fondos del plan las comunidades “establecerán planes de formación en corresponsabilidad y cuidados” destinados también a los hombres.

El coste económico de conciliar

Precisamente, este martes la asociación Yo No Renuncio del Club de Malasmadres lanzaba una gran encuesta para medir el coste de conciliar en términos económicos, pero también sociales y emocionales. La asociación quiere “hacer visible lo invisible” y que los cuidados y la maternidad se reconozcan social y económicamente.

“El objetivo es reconocer y visibilizar el trabajo invisible y gratuito de los cuidados que recae tradicional y mayoritariamente en las mujeres. Ese trabajo tiene un coste emocional, laboral y social para nosotras. Por eso hemos creado una encuesta que analice cómo viven esta situación las mujeres, principales responsables de estas tareas, y cuantificar el tiempo que dedicamos a este trabajo no pagado ”, asegura la presidenta de Yo No Renuncio, Laura Baena.

Organizar el menú semanal, limpiar los baños, preocuparse de las vacunas, de las citas médicas y de los deberes, lavar la ropa o hacer la compra. La encuesta quiere calcular el peso económico de todos los trabajos diarios que son necesarios para que los hogares funcionen y que, según todas las encuestas, siguen recayendo mayoritariamente en las mujeres. Y poner números y cara a los costes que esta falta de igualdad tiene en las mujeres que se convierten en madres: el freno o la paralización de su carrera y sus salarios, la carga mental, el estrés y la ansiedad, o la invisibilidad social.

En sus anteriores encuestas, Malasmadres ha documentado la brecha de género laboral y de cuidados. En su último informe, por ejemplo, sobre las consecuencias del confinamiento y las restricciones de movilidad, señalaban que el 22% de las mujeres que tuvieron que cuidar a una hija o hijo en ese periodo lo hicieron renunciando a todo o parte de su trabajo: cogieron vacaciones, redujeron su jornada o sueldo, o acogiéndose a una excedencia. En otro estudio, el 37% de las mujeres que respondieron a su encuesta dijeron haber sufrido algún tipo de discriminación laboral relacionada con su maternidad.