La inacción de cinco comunidades líderes en regadío y ganado porcino arrastra a España a una condena por contaminación
Algunas de las principales potencias españolas del regadío intensivo y la carne de cerdo como Aragón, la Región de Murcia, Castilla y León o Castilla-La Mancha, no han tomado las medidas necesarias para atajar la contaminación de sus aguas causada por estas industrias. El resultado de esta dejación es una condena del Tribunal de Justicia Europeo a España emitida este jueves.
“El Reino de España ha incumplido la obligaciones que le incumben por la directiva de protección de aguas contra la contaminación de nitratos procedentes de fuentes agrarias”, han sentenciado los magistrados europeos. En realidad, gran parte del reproche viene por la inacción de ciertas comunidades autónomas a la cabeza de estos sectores.
A Aragón, Castilla y León y Castila-La Mancha, el fallo les achaca no haber establecido todas las “medidas obligatorias necesarias” y, junto a la Región de Murcia, “no haber adoptado acciones reforzadas” contra los nitratos a pesar de que la contaminación estaba creciendo. “Muestran tendencias al alza” en las mediciones de sus zonas vulnerables, explica la sentencia. También han sido señaladas Extremadura y la Comunidad de Madrid.
El Reino de España ha incumplido la obligaciones que le incumben por la directiva de protección de aguas
La condena, pues, no afea tanto los niveles de nitratos en las aguas superficiales o subterráneas sino, más bien, la falta de medidas para corregir el problema. Fuentes de la Comisión Europea avisan que, tras el fallo de la Corte, “las autoridades españolas deben ahora tomar las medidas necesarias para contestar a esta decisión”.
“Esperábamos esta sentencia condenatoria”, ha admitido la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, que además señala la “necesidad de reducir la contaminación por nitratos de nuestros acuíferos”.
Exceso de nitrógeno en los cultivos
De todas estas autonomías, la Región de Murcia, Extremadura y Castilla-La Mancha son líderes en producción de hortalizas en términos globales (solo por detrás de Andalucía). Las hortalizas son uno de los cultivos en cuyas explotaciones se calcula un mayor excedente de nitrógeno debido a la aplicación de fertilizantes. Ese balance se obtiene de restar a lo utilizado lo que se va con lo cosechado, por el pastoreo, los gases del abono... el resto queda vertido en el medio.
En la Región de Murcia –que con 175.000 ha de regadío produce unos 1,8 millones de toneladas de hortalizas–, por ejemplo, se dio en 2021 (último dato disponible) un excedente de 176 kg de nitrógeno por hectárea de cultivo de regadío de hortaliza, según el balance del Ministerio de Agricultura. Solo es superado por los 267 kg/ha de los cultivos forrajeros.
En Castilla-La Mancha (con 500.000 ha de regadío, un 16% de la superficie cultivada, y una producción de 1,3 millones toneladas) se acumularon 109 kg/ha en los campos de hortalizas. En Extremadura son 64 kg/ha, valor solo superado por los cultivos de flores.
Al mismo tiempo, en la Demarcación Hidrográfica del Guadiana (que abarca sobre todo a Castilla-La Mancha y Extremadura) el 80% de sus 20 masas de agua subterránea tienen un mal estado químico. Eso indica, básicamente, exceso de nitratos en el acuífero.
En la Demarcación del Segura (casi toda en Murcia) el 37% de las 63 masas de agua subterránea presentan un mal estado químico, según su último plan hidrológico, a las que se suma el 18% de las aguas en superficie. Una de esas masas superficiales, el Mar Menor, ejemplifica cómo puede llevarse un ecosistema acuático al colapso ecológico por el exceso continuado de vertidos de nitrógeno agrícola y ganadero al medio natural.
Las explotaciones de cerdos
Otra de las comunidades retratadas por el fallo del TJE ha sido Aragón, que es la líder en el sector porcino español con un censo de unos nueve millones de cerdos cada año. También allí es donde se concentra el mayor número de grandes explotaciones porcinas con más de 700 macrogranjas que pueden criar hasta 5.500 ejemplares engordando y 750 hembras. Además, la normativa autonómica admite que se incrementen en un 20% estas dimensiones con una autorización.
El problema de las explotaciones porcinas proviene, sobre todo, de la gestión de purines, la mezcla de excrementos de los animales con agua que puede terminar filtrándose o evaporando gases nocivos. España se ha convertido en los últimos años en una potencia mundial de la producción porcina por lo que ha pagado un peaje de contaminación del aire y del agua.
La mayoría del territorio de la Demarcación del Ebro está en Aragón (un 49%). El 34% de las masas de agua subterránea del Ebro presentan un mal estado químico. En el último plan hidrológico, se ha constatado que 15 de estas masas empeoraron respecto a la anterior evaluación. Aunque no todos, sí la mayoría de los acuíferos contaminados caen en suelo aragonés.
Si en 2020 se establecieron una serie de medidas para intentar aminorar este problema de almacenaje de purines, el último informe del Ministerio de Agricultura sobre su implantación afirma que, aunque se utilizan medidas paliativas, aún persiste una “escasa implantación de otras técnicas más eficaces, por lo que existe un amplio margen de mejora basado en la sustitución de técnicas menos eficaces”.
En el sector porcino español (primer productor europeo y tercero mundial) también destacan los más de 4,4 millones de cabezas que se crían en Castilla y León, otra de las señaladas por la sentencia europea por no haber aplicado las medidas obligatorias necesarias para paliar su problema de contaminación por nitratos. Además, en la Región de Murcia cuentan con una cabaña porcina de unos 2,4 millones de cerdos para solo unas 1.400 explotaciones.
“Necesitamos que las comunidades autónomas competentes den seguimiento a todo esto”, ha subrayado este jueves Teresa Ribera. “Es capital ejecutar lo que nos pide la sentencia –ha añadido la ministra de Transición Ecológica– y hacerlo de la mano del resto de administraciones para reducir drásticamente estos episodios en el corto plazo”.
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