La incidencia sigue con su tendencia a la alza y tras el fin de semana se sitúa en los 132,19 casos por cada 100.000 habitantes, 20 puntos más que el viernes, cuando se registraron 111,95 casos. Desde el 2 de noviembre, cuando se notificaron 49,03 casos, la curva de la incidencia no ha dejado de subir, aunque los expertos señalan que la incidencia no es el único indicador a tener en cuenta para conocer la situación epidemiológica, y es conveniente analizar el nivel de saturación en los hospitales.
Por ahora, todos los indicadores hospitalarios registran un aumento: la tasa de hospitalizaciones sube un punto desde el viernes hasta los 6,07 puntos, cifras que no se veían desde septiembre. Además, el número de pacientes hospitalizados después del fin de semana se sitúa en los 2.880. Sube también el porcentaje de ocupación de las camas por pacientes COVID, que al igual que la tasa de hospitalizaciones también alcanza números registrados en septiembre. Los datos en las UCI registran asimismo un incremento, pero siguen lejos de los niveles de finales de verano.
Además, 22 personas han fallecido desde el viernes por la COVID-19. El viernes de la semana pasada, Sanidad informaba de 43 decesos por la enfermedad, y ahora el número de muertes desde que comenzó la pandemia por el coronavirus asciende ya a 87.832.
El Ministerio de Sanidad ha notificado 15.875 contagios después del fin de semana, mientras el lunes pasado se registraron 9.798 positivos desde el viernes. En total, 5.096.538 personas se han contagiado por el coronavirus.
Navarra continúa la subida de la incidencia de manera escalada, y este lunes registra 373,56 casos por cada 100.000 habitantes, la mayor tasa del país. La siguen Euskadi, con 286,38 casos, y Aragón, que ya supera los 200 con 208,74 casos de incidencia. Catalunya, con 3.693 contagios tras el fin de semana; Comunitat Valenciana, con 1.762; y Euskadi, con 1.674 son las comunidades autónomas que notifican un mayor aumento de los contagios desde el viernes.
Por grupos de edad, los menores de 12 años superan los 200 casos de incidencia y registran 203,57 casos por cada 100.000 habitantes. Son el grupo con una mayor tasa de la incidencia, aunque aún no entran en la campaña de vacunación. Los que sí entran en esta estrategia son los de 40 a 49 años, con una tasa de 155,91 puntos, la mayor después de los menores de 12.
Más de la mitad de los mayores de 70 años tienen ya la dosis de refuerzo contra la COVID-19
España avanza en el ritmo de vacunación contra la COVID-19. En concreto, el 90,8% de la población diana, que entra en la estrategia de vacunación, tiene al menos un pinchazo anti COVID, el 80,6% de la población total española. Respecto a la pauta completa, el 89,1% de la población diana tiene ya ambas dosis de la vacuna contra la COVID-19, la pauta completa.
Además, más de la mitad (50,7%) de los mayores de 70 años tienen ya la dosis de refuerzo o la tercera dosis anti COVID. En total, 3.610.960 personas tienen este pinchazo extra en España.
Por edades, el 84% de las personas de 12 a 19 años tienen ya la pauta completa contra la COVID-19, mientras que las personas de 30 a 39 años siguen siendo el grupo con menos vacunas administradas: el 77,1% de las personas de este estrato de edad tienen ambas dosis de la vacuna.
Los nuevos antivirales anticipan una etapa diferente de la pandemia
Durante la mayor parte de la pandemia, la mejora en la supervivencia de los pacientes COVID-19 ha dependido principalmente de progresos en las medidas de soporte vital y de los tratamientos antiinflamatorios que prevenían la aparición de complicaciones desencadenadas por la enfermedad, como una respuesta inflamatoria extrema.
Así, se encontró que medicamentos como los corticoides (entre ellos, la dexametasona, la hidrocortisona o la metilprednisolona) o inhibidores de moléculas proinflamatorias (anakinra, tocilizumab y baricitinib) podían limitar una reacción descontrolada del sistema inmunitario y reducir la duración de la ventilación mecánica y la mortalidad en paciente moderados y graves. En otras palabras, los fármacos más útiles durante gran parte de la pandemia han sido aquellos que no tenían efectos antivirales contra el SARS-CoV-2.
Durante el transcurso de esta crisis sanitaria, numerosos fármacos prometedores han fracasado estrepitosamente frente al coronavirus: hidroxicloroquina, ivermectina, antivirales usados contra el VIH, antibióticos, interferón beta-1a, plasma de convalecientes... Solo el antiviral remdesivir logró la autorización de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en junio de 2020, pero su supuesta efectividad ha estado rodeada de controversias, con la OMS desaconsejando públicamente su utilización por resultados negativos en su gran ensayo clínico SOLIDARITY.