El acoso escolar en las aulas es una realidad para el colectivo LGTBI. Así lo atestigua una nueva investigación que la Federación Estatal LGTBI+ (FELGTB) ha presentado este miércoles con ocasión de la vuelta al cole. La encuesta Estado de la Educación LGTBI+ 2024, realizada por la agencia 40db, ha hecho un sondeo entre los mayores de 18 años para conocer cuáles fueron sus experiencias en su etapa educativa: casi una de cada cuatro (un 23%) asegura haber sufrido acoso. Además, en la mayoría de los casos, en un 64%, el centro “no hizo nada” ante esta situación.
Es la respuesta mayoritaria que dan los 800 encuestados a la pregunta de qué hizo el colegio o instituto ante el acoso sufrido. En un 16% de las ocasiones “aplicó un castigo” a la persona que estaba ejerciendo el acoso mientras que en algunos casos la reprimenda alcanzó a la víctima al enmarcar lo ocurrido en un conflicto entre dos partes: así, un 9,8% de los encuestados sostienen que el castigo se les aplicó a ambos y un 6% solo a quien fue acosado. Un 3,8% no sabe o no se acuerda.
El estudio revela que este tipo de experiencias son percibidas en mayor medida en la franja de edad de entre 25 y 34 años, en la que el porcentaje se eleva hasta el 28,7%. Quienes tienen entre 18 y 24 afirman haberlas sufrido un 24,9%.
Acoso, discriminación, violencia física y ciberbullying son los tipos que más destacan las víctimas mientras que, por etapa educativa, es en la ESO donde más número se concentran: en 3º y 4º de la ESO lo sufrieron un 16,13% de las personas encuestadas y un 14,5% en los dos primeros cursos. El 11,5% en Primaria y el 10,75% en Bachillerato.
Además, casi la mitad del colectivo LGTBI, el 41%, considera que ha sido testigo de algún acto de acoso LGTBIfóbico cuando estudiaba. Aunque la investigación pregunta por una fase vital que ha quedado atrás para los encuestados y no es una radiografía de la situación actual, entre los expertos y la comunidad educativa hay consenso en que las nuevas generaciones han roto con la norma heterosexual y están en un ambiente abierto y diverso que, sin embargo, convive con la LGTBIfobia y el auge de mensajes de odio.
Sin charlas sobre diversidad
Para evitarlo, desde la FELGTBI reclaman educación en diversas en las aulas como un elemento “clave para combatir la desinformación y los estereotipos que están basados en los discursos de odio cada vez más frecuentes y que están calando en la población joven”, ha asegurado el coordinador del Grupo de Educación David Armenteros en la presentación del informe, en la que la federación ha lanzado la campaña Mute al mito para intentar desmentir “los mitos” sobre el colectivo LGTBI que “acaban fomentando la discriminación”.
Lo reclamado por el colectivo choca con una realidad a la que también pone cifras el informe. Y es que un 60% de los encuestados afirman que en su centro no se impartieron charlas sobre diversidad afectivo sexual. Aunque hay que tener en cuenta que el sondeo ha sido respondido también por personas que estudiaron hace más de tres o cuatro décadas, cuando se les pregunta a quienes acaban de dejar atrás el instituto las cifras mejoran, pero están lejos de cubrir al total del alumnado.
Así, de entre quienes están en la franja de 18 a 24 años, un 47,9% han respondido que “se trataban cuestiones de orientación sexual”, un 43,5% analizaban prejuicios hacia la comunidad LGTBI, un 40,8% trataba cuestiones trans o diversidad familiar y solo un 33% responde que en su centro se prevenía el odio LGTBIfóbico.
En este contexto, la FELGTBI recuerda que la llamada Ley Trans obliga a las administraciones educativas a impulsar formación en diversidad al profesorado y colaborar con los centros para desarrollar acciones de prevención, algo que “no está sucediendo”, según la organización. “No permitiremos que la ley quede en papel mojado”, avisa.