La 'marea blanca' insiste en la defensa de la Sanidad pública madrileña

agencias/eldiario.es

Las 'batas blancas' han salido a la calle por segunda vez en lo que va de 2013. Miles de personas se han manifestado este domingo en una marcha desde la plaza de Colón hasta el Ministerio de Sanidad, en el paseo del Prado, para protestar contra las privatizaciones aprobadas por el Gobierno madrileño. Convocados por los sindicatos de la Mesa sectorial de Sanidad -CCOO, Satse, Amyts, CSIT, UGT y USAE-, la marcha ha arrancado pasadas las doce del mediodía de Colón con la presencia de representantes del PSOE e Izquierda Unida, entre otros.

Al igual que en el resto de manifestaciones sanitarias, la cabecera de la marcha la ha conformado una pancarta con la consigna 'La Sanidad no se vende, se defiende', pero también se han podido observar otras como 'Por la salud', 'Pacientes sí, clientes no', 'La sanidad no es del PP, es de los madrileños' o ' Islandia, campeones'. Por su parte, a lo largo del recorrido hasta llegar al Ministerio de Sanidad se han diferenciado distintos cánticos, como 'Sí se puede', 'Sanidad pública', 'Menos asesores y más trabajadores' o 'Luego diréis que somos cinco o seis', entre otros.

Asimismo, y como sucediese en la 'marea blanca' del pasado lunes, una orquesta ha tocado instantes después del inicio de la marcha canciones en contra de los 'recortes' y especialmente contra la privatización sanitaria impulsada por el Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Los cánticos han ido cobrando más fuerza según la 'marea blanca' se aproximaba al Ministerio de Sanidad, donde los consignas de 'Sanidad pública' se sentían a su paso a lo largo del Paseo del Prado, cortado desde Cibeles en dirección a Atocha.

Unidad sindical contra la privatización

Unos minutos antes de que comenzara la marcha, Julián Esquerra, portavoz de Amyts, ha asegurado que sindicatos, asociaciones y ciudadanos seguirán saliendo a la calle “unidos” contra los planes privatizadores de la Comunidad. “Seguiremos así hasta que se retire este plan de poner en manos de empresas privadas la salud pública de los ciudadanos”, ha avisado, antes de anunciar que continuarán convocando huelgas mientras la Comunidad no paralice su programa privatizador.

Igual que Esquerra, la secretaria general de la federación de Sanidad de CCOO, Rosa Cuadrado, ha destacado que las movilizaciones continuarán a pesar de que ya esté aprobada la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas -conocida como Ley de Acompañamiento- que da vía libre a las privatizaciones.

“Que se ejecute esta ley”, ha continuado Cuadrado, “solo depende de la voluntad de seguir adelante con el ideario de la Comunidad”, porque se trata de una “cuestión política”, y por eso los sindicatos seguirán movilizándose para demostrar que “hay alternativas para conseguir el ahorro” que el Gobierno madrileño demanda en materia de sanidad.

Esta marcha pone fin a una semana en la que se ha reactivado el conflicto sanitario con el anuncio de dos nuevos llamamientos de los sindicatos a la huelga y la decisión del Gobierno central de recurrir ante el Tribunal Constitucional el euro por receta.

Lasquetty desacredita a los sindicatos

Coincidiendo con la convocatoria de esta manifestación, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, que ha calificado de “irresponsabilidad” las movilizaciones, ha insistido en que el anuncio de nuevos paros se debe a “piques entre los sindicatos médicos”. Lasquetty, que ha asegurado que no piensa dimitir y que tampoco hoy ha ofrecido datos sobre las cifras de ahorro con el plan de privatización, ha asegurado que “las huelgas están teniendo unas consecuencias muy negativas y destructivas: están generando mucha tensión en el ámbito sanitario”.

En cuanto a la polémica suscitada esta semana por la pertenencia del antiguo consejero de Sanidad, Juan José Güemes, al Consejo de Administración de Unilabs, que tiene el 55% de la empresa a la que él mismo adjudicó el servicio de análisis de seis hospitales públicos, Lasquetty le ha restado importancia asegurando que la actuación es “absolutamente correcta” porque no ha habido ningún “trato de favor” a Unilabs.