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Investigadores de centros públicos cobran “honorarios” de las farmacéuticas cuyas vacunas promocionan

Dos doctores de sendos centros públicos de investigación de Galicia y la Comunidad Valenciana han cobrado miles de euros de las farmacéuticas cuyas vacunas para la meningitis promocionan en medio del proceso por el que Sanidad, de momento, ha rechazado incorporarlas de manera generalizada al calendario oficial. Esa medida implicaría mayor financiación pública. Los pediatras Federico Martinón Torres y María Garcés cobraron individualmente casi 100.000 y 36.000 euros cada uno de las compañías Pfizer y GSK, las dueñas de esos sueros, entre 2017 y 2018.

Martinón Torres, que coordina el grupo de Genética, Vacunas, Infecciones y Pediatría del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS), ingresó 71.800 euros de Pfizer y otros 24.500 de GSK en los dos últimos años, según los datos publicados por las propias farmacéuticas. Garcés Sánchez está adscrita al área de vacunas de Fisabio (la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana) y figura en el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría. Ingresó 30.346 euros de Pfizer entre 2017 y 2018 más 5.830 euros de GSK, según los mismos documentos. El grueso del dinero se refiere a “honorarios” por prestación de servicios distintos a los programas de I+D que Farmaindustria consigna en otros capítulos.

La meningitis y sus vacunas presentan el siguiente panorama: la británica GSK es la dueña del suero para la meningitis B Bexsero al habérsela comprado a la suiza Novartis en 2014. Tras convertirse en producto de libre acceso con receta en las farmacias en 2015 (antes era de uso exclusivamente hospitalario), no ha conseguido aún entrar entre las vacunas obligatorias según la última decisión del Consejo Interterritorial de Sanidad. La estadounidense Pfizer sacó en 2018 su versión para esta patología: Trumenba.

Además, ambas compañías comercializan vacunas denominadas tetravalentes contra la meningitis A, C, W e Y: Menveo y Nimenrix respectivamente. En 2017, la Agencia Española del Medicamento permitió su comercialización en farmacias. Ambas sí serán financiadas públicamente para adolescentes, pero no se extienden a los lactantes como pedía la Asociación Española de Pediatría ni con la velocidad que demandaba esta organización.

Rechazo de Sanidad y reacción

Al poco de conocerse las decisiones de la Comisión de Salud Pública, que seguían la recomendación técnica del grupo de expertos, ambos reclamaron en el Congreso Nacional de Pediatría en junio pasado. Martinón Torres adujo que “las tasas más altas de enfermedad meningocócica se dan en lactantes Por lo tanto, sean muchos o pocos casos, es importante recalcar que es prevenible mediante la vacunación”. Hacía referencia a las razones esgrimidas por los evaluadores de la Comisión de Salud sobre la baja incidencia de la enfermedad y su alto precio de comercialización: 100 euros por dosis de Bexsero.

Este pediatra ya había intentado desmontar los argumentos del grupo de trabajo público antes de que se hiciera oficial la postura de Sanidad. Anteriormente, Martinón Torres dirigió un estudio para simplificar la pauta de aplicación de Bexsero de cuatro a tres dosis utilizado por la Agencia Europea de Medicamentos para cambiar las indicaciones del suero. El pediatra declaró que este avance haría más factible la financiación pública.

Martinón Torres explica a eldiario.es que estos pagos “se corresponden con actividades personales como consultor técnico o ponente en mi área de conocimiento y experiencia investigadora. En estas actividades siempre expongo, y así lo exijo sin ningún otro tipo de condicionante, mi visión científica personal que desarrollo tanto a nivel nacional como internacional y que se sustentan en más de 24 años de ejercicio profesional”.

El pediatra añade que “siempre se declaran pertinentemente en cada una de las situaciones que pudiesen llegar a interpretarse potenciales conflictos de interés”. Sin embargo, en estas apariciones públicas no quedan reflejadas las vinculaciones contractuales con GSK u otra empresa (cosa que sí se incluye al pie de los artículos científicos). De manera similar, firmó en 2018 como jefe de servicio hospitalario e investigador una “información esencial sobre vacunas para padres y familias” que enumera las “vacunas recomendables adicionales” sobre enfermedades y sueros. No hay referencias a posibles conflictos de intereses.

Sánchez Garcés, por su parte, insistió en que se extendiera la vacuna contra los serotipos ACWY a los niños (ahora está incorporada para adolescentes): “Sería importante vacunar a niños pequeños por el hecho de que son los que más riesgo tienen de contraer la enfermedad”. Un poco antes, en mayo de 2019, esta doctora participó en la reunión de la Sociedad Europea de Enfermedades Infecciosas Pediátricas para comentar los nuevos datos sobre la inmunidad aportada a lo largo del tiempo por esas vacunas. Se presentaban sendos estudios (en los que la pediatra no participaba) sobre las marcas Menveo (GSK) y Nimenrix (Pfzer). Cada uno estaba financiado por su compañía fabricante. La investigadora fue presentada como “científica de FISABIO” sin alusión a los pagos anuales de las compañías.

María Garcés Sánchez ha contestado a eldiario.es que como experta “nos solicitan asesoramiento y consultoría científica a través de nuestra experiencia. Como profesional sanitaria, mi obligación es tratar de trasladar cuantos avances basados en la evidencia científica se produzcan en este campo y cuyos datos, soportados tanto en estudios en vida real como en ensayos clínicos, hayan demostrado mejoras en materia de prevención de las enfermedad prevenibles por cualquier patógeno que pueda producir enfermedad en el niño”.

Mercado creciente

La vacunas de la meningitis están protagonizando un periplo comercial de altos vuelos en los últimos años. GSK compró la línea de vacunas de Novartis en la que estaba Bexsero por 7.000 millones de euros a finales de 2014. La decisión de la Agencia del Medicamento de convertirla en producto de acceso en farmacias con la receta del médico disparó sus ventas a partir de 2015. Las tetravalentes también han tenido un proceso similar. Pfizer compró Nimenrix a GSK por algo más de 100 millones en octubre de 2015. Dos años después, Sanidad también admitió que se comprara en farmacias. En 2019 las dos vacunas tetravalentes han pasado al calendario oficial para sustituir el suero específico de la meningitis C a partir de los 12 años de edad. Eso implica la financiación pública: en consecuencia, la Comunidad de Madrid compró en abril pasado 100.000 de estas dosis por 3,35 millones de euros. Castilla y León anunció poco antes lo mismo: 50.0000 viales por 1,57 millones.

La farmacéutica Pfizer ha contestado a eldiario.es que “cada acuerdo con un profesional establece y deja claro que para Pfizer está prohibido incentivar o recompensar a los profesionales sanitarios por la utilización o apoyo a nuestros medicamentos”. GSK no ha respondido a las preguntas de este diario.

“Entiendo que contrapuestas las cifras recibidas y mi firme posición de recomendar la vacuna se pueda plantear una duda sobre un posible conflicto de intereses”, admite la doctora Garcés Sánchez quien insiste en que lo hace “desde la más firme convicción científica. Si los resultados de los últimos estudios clínicos no fueran los que son, mi posición cambiaría completamente”.

El médico gallego se queja de que “en los últimos tiempos, desde movimientos antivacunas y afines, así como desde otros intereses, se ha pretendido, con cualquier pretexto, poner en cuestión a la inmensa mayoría de los profesionales que actúan bajo criterios únicamente de evidencia científica y promoción de la salud”. Considera que es positivo que se conozca el dinero que recibe cada uno de la industria. Y luego insiste en que hay “ intereses contrarios a la salud de niños que defendemos la práctica unanimidad de los pediatras”.

Ambos profesionales sanitarios del sistema público no solo aparecen en los listados de Pfizer y GSK. En 2017 y 2018, Martinón Torres ingresó 29.474 euros de MSD y 23.231 de Sanofi. Garcés Sánchez añadió otros 32.382 euros en ese tiempo de la estadounidense MSD. Esta compañía asegura que “la recurrencia en la contratación de un mismo profesional sanitario obedece a aspectos como la experiencia, cualificación, prestigio profesional, el conocimiento sobre una determinada materia por encima de la media, actitudes docentes o comunicativas”. Sanofi no ha querido entrar en “información detallada” sobre sus transferencias de valor.