València, 26 mar (EFE).- Investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología del Hormigón (Icitech) de la Universitat Politènica de València (UPV) trabajan en un proyecto europeo sobre el concepto de fusible estructural en edificios para aislar las zonas que puedan colapsar por algún fallo y que en un futuro pretenden aplicar a los puentes, lo que podría evitar accidentes como el de Baltimore.
El puente Francis Scott Key de la ciudad de Baltimore (costa este de EEUU) colapsó esta madrugada del martes a consecuencia del choque de un barco carguero contra uno de sus pilares.
El investigador José Miguel Adam Martínez, que lidera el grupo del Icitech, explica a EFE que por lo visto en las imágenes del accidente de Baltimore, “el puente, a priori y según como colapsa, parece que está bien diseñado y todo conectado bien pero al haber un impacto en un elemento clave ha hecho que este fallo local arrastre por completo la estructura”.
“Lo que está por encima de la pila -la estructura vertical de soporte y sustentación del puente- tal y como se ve, está bien diseñado; hay mucha continuidad y todo está perfecto. Sin embargo, cuando falla algo, esta continuidad tira del resto de la estructura y provoca un colapso a gran escala”, añade.
Recuerda que hay puentes en los que se ha actuado para evitar este tipo de colapso, “en los que si falla una parte se aísla del resto”: puentes que están sobre el mar o en vías navegables en los que puede impactar un barco. “Aquí esto no ha ocurrido pero no tengo dudas de que el puente está bien diseñado por encima de la pila”, asegura.
“Hay soluciones en estos puentes en vías navegables en los que se deja una isla alrededor de la pila para protegerla y en el caso de que vaya un barco de cara a la pila frene el impacto. No he llegado a ver si en este había esos elementos pero si los había, la energía que llevaba el barco ha pasado por encima de esa protección”, agrega.
Adam explica que actualmente tienen una vía de trabajo “monitorizando y evaluando este tipo de puentes de acero como el de Baltimore ante fallos locales o menores; cuando hay un fallo, analizamos si se va a propagar al resto del puente o no”.
Ademas, detalla que otra de sus investigaciones es “intentar aislar fallos mayores en edificios” y añade que “en un futuro la idea es continuar esta vía de investigación en puentes para que cuando haya un fallo muy grande en una parte del puente o de un edificio, no se propague al resto”.
“Trabajamos en lo que se llama un concepto de fusible estructural; no es un elemento como tal, es un concepto: cuando hay un fallo muy grande en una parte del edificio dejamos que esa parte que va a fallar, falle y que no se propague al resto. De ese modo, evitamos fallos inevitables como el caso del puente de Baltimore”, prosigue.
El investigador explica que cuando acabe este proyecto europeo, financiado con 2,5 millones por el Consejo Europeo de Investigación, “la idea es llevarlo también a puentes que están en vías navegables en los cuales puede haber fallos de pilas debido a impactos de barcos”.
“Hay un elemento clave que es la pila, hay que protegerla frente al impacto de barcos porque si falla, va a provocar un desastre. Otra opción es diseñar el puente para que, ante ese fallo, no se propague al resto”, concluye.