En tres ocasiones diferentes se han escuchado cánticos racistas este fin de semana. Mientras la Ertzaintza investiga la denuncia de Cheick Sarr, portero del Rayo Majadahonda, por delito de odio tras recibir gritos xenófobos este sábado, también durante el partido del Getafe-Sevilla se vivió un episodio similar. El jugador sevillista Marcos Acuña recibió gritos de “mono, mono” desde la grada, lo que obligó a detener el partido. Pero no solo él: también el entrenador del mismo equipo, Quique Sánchez Flores, fue objeto de insultos racistas por parte de la afición, que le llamó “gitano” de manera despectiva.
Durante el partido entre el Sestao y el Majadahonda, el portero del equipo visitante fue expulsado por saltar a la grada y encararse con los aficionados tras escuchar los insultos. Después de ser suspendido momentáneamente tras el percance del portero con un espectador, se suspendió el partido de forma definitiva pasado el minuto 90. Posteriormente, el club vizcaíno emitió un comunicado oficial en el que reiteró su “más absoluta condena” contra el racismo y la violencia, “cumpliendo siempre con todos los protocolos de la Ley del Deporte en todas sus formas”. “No toleramos ningún tipo de ataque racista. El racismo no tiene cabida dentro nuestra institución, como hemos demostrado en nuestros más de cien años de existencia”, añadió, según recoge Europa Press. También la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha condenado el incidente en un comunicado.
Según el medio deportivo Relevo, durante el Getafe-Sevilla se vivió una situación similar. El colegiado recogió en su acta del partido gritos racistas hacia el jugador argentino Marcos Acuña, “Acuña mono” y “Acuña vienes del mono”, fueron algunos de los cánticos xenófobos de una parte de la afición. “Dicha incidencia, siguiendo el protocolo de actuación en estos casos, fue anunciada por megafonía, no reanudando el juego hasta dicho momento dos minutos y medio después y no produciéndose en ninguna ocasión más en el encuentro”, continuó en su escrito Iglesias Villanueva.
Cuando el colegiado paró el partido, el entrenador del Sevilla, Quique Sánchez Flores, acudió a hablar con él para decirle que desde una zona del estadio estaba recibiendo gritos racistas como “gitano”, lanzado de manera peyorativa. “Estoy absolutamente orgulloso de cada poro de mis venas que pueda respirar gitano. Pero una cosa es ser gitano o parte gitana y otra cosa es que lo utilicen como un insulto racista. Me parece aberrante”, ha criticado Sánchez Flores en rueda de prensa tras el partido.
“Aquí parte del público se cree que puede venir aquí a decir lo que quiera y eso es lo que está pasando en todos los estadios del mundo”, ha continuado el entrenador. “Nosotros somos trabajadores”, ha continuado, para pedir respeto hacia los jugadores, especialmente “en estos tiempos en los que estamos avanzando en tantas cosas”. “Ha habido aficionados del Getafe que han estado en contra, parece mentira. A mí que no tengan memoria las personas me da un poco igual, pero hay que tener memoria para lo que es el fútbol y hacia dónde queremos dirigirlo. Esto me parece fundamental”, ha concluido.
La cuenta oficial del Sevilla Fútbol Club ha criticado brevemente en redes sociales el incidente y ha condenado los “insultos racistas y xenófobos sufridos este sábado por su jugador Marcos Acuña y su equipo técnico”: