Irene Montero, ministra de Igualdad en funciones, se ha mostrado este viernes “orgullosa del movimiento feminista” ante las presiones que ha recibido en los últimos días el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, para que dimita –previsiblemente este viernes– después de agarrar la cabeza y dar un beso en la boca a la futbolista Jenni Hermoso durante la celebración del mundial de Australia.
“El movimiento feminista fue capaz de decir en nuestro país que 'solo sí es sí'”, ha celebrado Montero en una entrevista en RNE en la que también ha puesto en valor que la sociedad también hizo “posible que existiese un Ministerio de Igualdad” como el que ella misma ha dirigido en la última legislatura. “Es una muestra de que el feminismo lo está cambiando todo porque conductas que hasta ahora parecían normales ya no se toleran”, ha dicho.
Montero también ha recordado que no es necesario que se ejerza violencia o intimidación “para que haya una vulneración de la libertad sexual de una mujer”. Y ha destacado que ante la falta de consentimiento “hay que desplegar todas las medidas” y que el silencio “desprotege a las víctimas”. “Yo ya sé que cuesta hablar y que esto tiene un coste”, ha admitido la ministra en funciones al ser preguntada por el silencio de muchos futbolistas masculinos.
“La libertad sexual es un derecho que todas y todos tenemos que poder ejercer pero el límite es exclusivamente la falta de consentimiento”, ha añadido en la citada entrevista radiofónica. “La valentía de Jenni Hermoso y sus compañeras han conseguido una victoria del feminismo pero queda mucho por hacer para que no quede impune ningún beso no consentido”, ha zanjado.
Montero ha mostrado su apoyo a la futbolista y ha subrayado la “enorme respuesta social a aquellos que querían minimizar lo que ha ocurrido o culpabilizar a la mujer”, pese a que lamenta que sí ha habido quien ha intentado “cuestionar a la víctima”.