Sería el segundo herido por una pelota de goma tras Gabriel R.S., que perdió un testículo por el impacto de una de ellas el pasado 22M
Un joven protagoniza el último caso de heridas irreversibles por culpa de una pelota de goma de la Policía. Según informa la Cadena SER, un chico de 19 años ha perdido el 90% de la visión de un ojo tras recibir un pelotazo en los disturbios del 22M, posteriores a la manifestación de las Marchas de la Dignidad.
Según denuncia su familia, los médicos ya les han comunicado que la pérdida de visión que sufre es “inoperable”, lo que les lleva a afirmar que ha perdido prácticamente la visión de ese ojo. Algo que confirman los partes médicos, que recogen sus heridas como “contusión ocular por bola antidisturbios en el ojo derecho”.
La víctima, que se llama Iñaki, recibió el pelotazo de goma en el ojo sobre las 21.00 horas, cuando la manifestación continuaba autorizada, algo que no impidió que los agentes antidisturbios comenzasen a cargar contra un grupo de asistentes a la protesta. Esto desencadenó los disturbios violentos entre grupos de manifestantes y los agentes de la UIP.
El padre de Iñaki ha relatado que todo ocurrió cuando su hijo se retiraba de la manifestación, cuando “vio que a su espalda había movimiento, se giró y le dio un pelotazo directamente en el ojo”. Tras recibir el impacto, fue atendido a las 21.05 en el Puesto Médico Avanzado de Atocha, y 50 minutos después ingresó en el Hospital Universitario Jiménez Díaz.
Los familiares ya han anunciado que denunciarán lo ocurrido al joven hasta llegar a los tribunales. También buscarán una segunda opinión médica, aunque han reconocido que se muestran pesimistas con que existan posibilidades para que el joven recupere la visión de su ojo derecho.
Iñaki sería el segundo herido con consecuencias nefastas por culpa de las pelotas de goma disparadas por los antidisturbios de la Policía en los altercados del sábado 22M, después de que Gabriel R.S. perdiese un testículo por recibir el impacto de una de ellas cuando se encontraba en medio de los disturbios.