Más de 30.000 judíos de todo el mundo emigraron a Israel durante 2015, en lo que es un récord en esta última década que los expertos atribuyen a un incremento en los actos de antisemitismo en países europeos.
Según datos difundidos hoy por el Ministerio de Inmigración y por la Agencia Judía, este año se han radicado en Israel 30.000 judíos o personas de ascendencia judía, un 10 por ciento más que el año anterior y cifra récord desde 2003.
El mayor número de emigrantes, unos 7.900, llegó desde Francia, también récord desde la existencia de Israel.
Expertos de ambos organismos atribuyen este crecimiento a la ola de terrorismo en Francia en los últimos años, que han tenido como blanco varios objetivos judíos, entre ellos una escuela de Toulouse en 2012 y un supermercado de París, en enero de 2015.
El segundo país que más emigrantes ha aportado a Israel es Ucrania, unos 7.000, y en tercer lugar aparece Rusia, con 6.600.
La legislación israelí establece que cualquier persona con al menos un abuelo judío pueda acogerse a la llamada Ley del Retorno, aprobada hace más de cinco décadas para alentar la emigración de judíos a Israel.