Los Juegos de Río reservan un 17% más de medallas para hombres que para mujeres
Este viernes se inauguran los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Cuando se clausuren el 21 de agosto habrá 87 medallistas masculinos más que femeninos. Los primeros Juegos celebrados en Suramérica otorgan un 17% más de medallas a los hombres que a las mujeres: 493 preseas por 406 (algunas categorías son con equipos mixtos). La elección de Río 2016 rompió una marginación geopolítica evidente. La de género continúa.
El programa olímpico tiene 39 disciplinas. A pesar de que muchos deportes han evolucionado y ofrecen la misma relevancia a hombres y mujeres, una decena basta para adjudicar toda esa gloria extra a los deportistas masculinos.
La diferencia más marcada está en algunos deportes de combate. Mientras el yudo y el taekwondo dividen a partes iguales (21 y 12 medallas respectivamente), el boxeo masculino disputa diez categorías y deja tres a las chicas (30 medallas contra nueve). De hecho, las boxeadoras se estrenaron en Londres 2012. Más de un siglo después de que los guantes alcanzaran el estatus olímpico en 1904.
En lucha la proporción es 42 a 12 ya que las mujeres no participan en la variedad grecorromana. Con esas cuentas, ni el hecho de que haya dos disciplinas únicamente femeninas como la gimnasia rítmica y la natación sincronizada compensan la balanza. Por su parte, la hípica es absolutamente mixta: jinetes y amazonas se miden en la misma competición.
Reparto del botín
A principios del siglo XXI, el Comité Olímpico Internacional decidió que los Juegos debían contener su crecimiento. El número de atletas y medallas se topó con un límite. El entonces presidente del COI, el belga Jacques Rogge, apostó por evitar “el gigantismo”, según decía en 2002. De esa manera, la inclusión de las mujeres en algunos deportes implicaba dividir el botín. Es decir, renunciar a una porción del medallero por parte de las categorías de hombres. Así, la lucha libre masculina tuvo que pasar de 10 a siete categorías para la edición de 2004 en Atenas.
La desigualdad se extiende por otras pruebas. Incluso el deporte olímpico por excelencia, el atletismo, mantiene un desfase de tres medallas a favor de los hombres: 72 por 69. ¿De dónde salen? La Federación Internacional entiende que la prueba más larga del calendario: los 50 km marcha es solo para chicos.
También hay brecha en piragüismo, que no contempla que las mujeres remen en canoa, lo que les priva de seis categorías entre aguas tranquilas y bravas. Al mismo tiempo, el remo reparte 24 premios para ellos y 18 para ellas. En Río ha entrado una embarcación más en el programa olímpico respecto a Londres 2012. Ha sido para los remeros.
Otras competiciones en las que los hombres salen favorecidos son la vela, el tiro olímpico o la halterofilia.
Las herederas de Nadia Comaneci
Uno de los mayores iconos deportivos y olímpicos de todos los tiempos es Nadia Comaneci. La gimnasta rumana rompió los esquemas en Montreal 1976 y obtuvo el primer diez de la historia. No existía dispositivo electrónico para marcarlo. No se concebía tal grado de perfección. Sin embargo, su deporte, la gimnasia artística, incluye seis aparatos para los gimnastas y cuatro para las herederas de Comaneci. Los hombres se reparten 24 medallas y las mujeres 18.
Los Juegos Olímpicos han albergado una media de unas 300 pruebas con medallas. El cupo máximo recientemente aprobado por el COI son 310 aplicable a partir de 2020. La Carta Olímpica establece un criterio objetivo para que esas pruebas sean inscritas: “Solo las pruebas practicadas en un mínimo de 50 países y tres continentes por hombres y en un mínimo de 35 países y tres continentes por mujeres”. Pero la bendición final de cada deporte la dan los miembros del COI en votación. El COI, según sus cuentas, está compuesto por 90 miembros. El club olímpico tiene 20 mujeres.
A España le perjudica que el número de medallas femeninas sea menor. Actualmente, las deportistas olímpicas son más exitosas. El cambio de rumbo se produjo hace cuatro años en Londres. Hubo 12 galardones de mujeres por seis de chicos. Para esta edición, las previsiones técnicas de podio apuntan a unas 10 medallas de chicas y cinco de chicos.
Durante el proceso de elección de sede para los Juegos de 2016, el entonces presidente de Brasil, Lula da Silva, acudió a Copenhague (Dinamarca) como cabeza de la candidatura de Río. Era 2009 y Brasil simbolizaba el nuevo empuje económico. Los que pudieron asistir a las negociaciones explicaron luego que a Da Silva casi le bastó con mostrar un mapa del mundo con una bandera que marcaba cada edición de los JJOO. América del Sur estaba vacía.
Río de Janeiro ganó en la votación final a Madrid y esa injusticia pareció resuelta. Siete años después, ni Lula da Silva ni su sucesora Dilma Rousseff acudirán a la inauguración de los primeros Juegos Olímpicos que se disputan en el subcontinente. Esa magia se rompió. Tampoco serán los juegos de la paridad.