La jueza argentina Servini procesa al exministro Martín Villa por cuatro homicidios ocurridos en 1976 y 1978
La jueza argentina María Servini de Cubría, quien investiga desde hace años los crímenes del franquismo ante la omisión de investigación judicial en España, ha procesado al exministro Rodolfo Martín Villa por cuatro homicidios que considera producidos en un contexto de crímenes contra la humanidad, en 1976 y 1978.
En concreto dicta para él prisión preventiva que no se hará efectiva “en virtud de la eximición de la prisión dispuesta oportunamente por la Alzada” y un embargo de sus bienes hasta cubrir una suma de mil ciento treinta y cuatro millones de pesos argentinos, equivalente a casi diez millones de euros.
La base central del procesamiento son los asesinatos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria-Gasteiz y el asesinato en los sucesos de Sanfermines en 1978.
Martín Villa ocupó una posición preponderante en esa estructura organizada de poder a través de la cual se propagaron las órdenes hacia quienes resultaron los ejecutores directos de los delitos
Un auto de 970 páginas
En el auto de procesamiento, de 970 páginas y al que ha tenido acceso elDiario.es, la magistrada recuerda que “Martín Villa fue ministro de Relaciones Sindicales, integró el Consejo de ministros y ocupó una posición preponderante en esa estructura organizada de poder, para la época de los sucesos de Vitoria en marzo de 1976, donde resultaron muertos Pedro María Martínez Ocio, Rotulado Barroso Chaparro y Francisco Aznar Clemente, entre otros. Luego desempeñó el cargo de Ministro de la Gobernación o Interior, máxima autoridad de la estructura jerárquica del Orden Público, para el tiempo en que tuvieron lugar los hechos de los Sanfermines de Pamplona, el 8 de julio de 1978, en los que fuera asesinado Germán Rodríguez Saíz”.
Y prosigue: “Toda la estructura represiva montada por el régimen franquista siguió funcionando bajo la dirección ahora de la nueva dirigencia política a cargo del proceso de transición. Durante los primeros años se mantuvieron las normas, estructuras, agentes y las prácticas represivas propias de aquel y se les aseguró a las fuerzas del orden público la impunidad de su actuación por todos los medios a su alcance”.
En tal sentido, la jueza considera que Rodolfo Martín Villa “ocupó una posición preponderante en esa estructura jerarquizada de poder a través de la cual se propagaron las órdenes hacia quienes resultaron los ejecutores directos de los delitos”.
Otro elemento que permite reafirmar la responsabilidad del acusado es la garantía de impunidad de los ejecutores de las órdenes de represión
“Garantía de impunidad”
Y señala que “fue, como máxima autoridad del Orden Público -Ministro del Interior- que Villa impartió las directivas generales y a veces particulares en esa materia, respecto de cuáles eran las manifestaciones o reuniones que no debían tolerarse o que debían disolverse, pasando por los estamentos intermedios que retransmitían las órdenes superiores (Dirección General de Seguridad, Gobernadores Civiles, etc) hasta los ejecutores de las acciones concretas”.
También indica que “su intervención resultó central para la configuración de este acontecimiento, pues aquel no habría podido llevarse a cabo si el imputado, en calidad de Ministro del Interior, no hubiese brindado los medios necesarios a dichos efectos. Este es un aspecto más en el que se refleja el dominio que tuvo el nombrado del aparato de poder a través del cual se perpetraron los sucesos de Pamplona de 1978”.
Otro elemento que permite reafirmar la responsabilidad -en calidad de autor inmediato- del nombrado con respecto de los hechos ejecutados por el personal de las fuerzas de seguridad sometidas funcionalmente a él, es la garantía de impunidad de los ejecutores de las órdenes de represión (el sobreseimiento sistemático de las causas donde se denunciaron sucesos de esta índole).
“Sin que les importara matar o seguir matando”
“En efecto, para que el personal reprimiera las manifestaciones, reuniones, etc, de la manera que lo hacían, con la utilización sistemática de armas de fuego y sin que ”les importara matar“ o ”seguir matando“, exigía que desde los estratos superiores de la estructura de poder se otorgaran todas la seguridades acerca de que las acciones que iban a desarrollar sin ninguna interferencia y consecuencia para ellos”, prosigue el auto.
La magistrada añade que “Rodolfo Martín Villa retuvo -al menos en parte- el dominio de cada uno de los hechos verificados lo que lo convierte en autor (mediato) de esos sucesos criminales”.
Resuelvo decretar el procesamiento de Rodolfo Martín Villa (...) por considerarlo prima facie autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado, reiterado en al menos 4 oportunidades.
Profundizar en la investigación de otros homicidios
La jueza considera a Martín Villa “prima facie autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado, reiterado en al menos cuatro oportunidades, del que resultaran víctimas Pedro María Martínez Ocio, Rotulado Barroso Chaparro, Francisco Aznar Clemente, y Germán Rodríguez Saíz”.
Los tres primeros murieron asesinados durante la masacre de Vitoria el 3 de marzo de 1976 a consecuencia del ataque de la Policía Armada, que gaseó y disparó a manifestantes, matando en total a cinco personas. Germán Rodríguez Saíz fue asesinado en los sucesos de los Sanfermines de Pamplona en julio de 1978, cuando las fuerzas de seguridad cargaron tras el despliegue de una pancarta en favor de la amnistía total. Rodríguez Saíz recibió un tiro en la frente y más de 150 personas resultaron heridas.
Por lo demás, la jueza indica que habrá que profundizar en la investigación de otros homicidios por los que está imputado Martín Villa, como los otros dos de Vitoria o el de Arturo Ruiz, entre otros, quien fue asesinado de dos tiros por la espalda en Madrid en enero de 1977, por “ultraderechistas que colaboraban con la policía o la Guardia Civil”, según relató a este diario su hermano. Martín Villa era entonces ministro del Interior.
Es una muy buena noticia para las víctimas, que reclaman justicia desde hace muchos años.
Para profundizar en la investigación de dichos crímenes la magistrada Servini ha librado comisiones rogatorias a juzgados españoles, solicitando documentación sobre esos casos. Aquí será clave la colaboración judicial por parte de dichos juzgados.
Desde Argentina el abogado Máximo Castex, uno de los letrados de la querella argentina, considera que este procesamiento es “una muy buena noticia para las víctimas que vienen reclamando justicia desde hace muchísimos años, los primeros testimonios brindados en esta causa datan de 2013, esto era algo muy esperado”.
En un contexto de crímenes contra la humanidad
Un aspecto muy importante del auto es que la jueza subraya que dichos delitos no prescriben porque se dieron en un contexto de crímenes de lesa humanidad.
Durante decenas de páginas el auto recuerda cómo varios organismos internacionales han instado a España a investigar tales crímenes y cómo expertos inciden en calificarlos de crímenes de lesa la humanidad. Por ejemplo, el Comité contra la Tortura de la ONU “ha exhortado a España, a fin de que garantice que todos los actos de tortura cometidos en el pasado, incluyendo las presuntas desapariciones forzadas, no sean amparados por ninguna ley de amnistía”.
Del mismo modo, el Comité de Derechos Humanos de la ONU, entre otros organismos, en su informe del año 2009, mostraba su preocupación “por el mantenimiento en vigor de la Ley de Amnistía de 1977” e instaba al Estado español a que “considerara la derogación” de aquella.
Hace poco más de un año, tal y como elDiario.es adelantó, se supo que cuatro expresidentes del Gobierno español -Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy- escribieron cartas de apoyo a Martín Villa que éste presentó a la jueza Servini. También lo hizo el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Las víctimas de los crímenes por lo que ya estaba imputado entonces Martín Villa lamentaron ese apoyo.
El abogado de Martín Villa ha anunciado que presentará un recurso contra la decisión judicial.
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