ENTREVISTA

Jules Boykoff, escritor: “Los Juegos Olímpicos cogen todas las desigualdades de una sociedad y las empeoran”

Jules Boykoff (Madison, EEUU, 1970) es una rara avis. Profesor universitario, poeta, activista, escritor y exjugador de fútbol de élite en su juventud (llegó a representar a su país en la selección sub-23), es hoy una de las voces más autorizadas para hablar de la cara oscura del deporte, de las prácticas habituales del Comité Olímpico Internacional (COI) y, por extensión, la FIFA, en la gestión de sus grandes eventos, los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol.

Y, lamenta, no tiene muchas cosas buenas que decir. Autor de cinco libros sobre los Juegos Olímpicos y colaborador habitual de prensa, su última publicación, ¿Para qué sirven los Juegos? (Bristol University Press), repasa la evolución que ha tenido el considerado mayor evento deportivo del planeta, sumergido en sus últimas ediciones en una espiral de represión ciudadana, militarización del espacio público y corrupción de la que el residente de la ciudad anfitriona apenas saca nada más que gentrificación y una pérdida de derechos civiles.

Boykoff explica que los Juegos exacerban las desigualdades y califica de “hipócrita” al COI, instalado en una permanente campaña de relaciones públicas en la que suele hacer lo contrario de lo que proclama. “No hay pruebas de que acoger los Juegos Olímpicos ayude a los países autoritarios a ser más democráticos”, sostiene este profesor en alusión al argumento clásico tanto del COI como de la FIFA cuando hacen negocios con naciones como China o Arabia Saudí. Más bien sucede lo contrario. “Creo de hecho que la tendencia más importante es que cuando los países democráticos acogen los Juegos Olímpicos tienden a ser más autoritarios”, sostiene. Casi 15 años de experiencia cubriendo los Juegos y los efectos que tienen en las ciudades y sus poblaciones sostienen sus declaraciones, desde que observó esta tendencia en los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver (Canadá) de 2010. Y la tendencia se está reproduciendo en Europa con la celebración este verano de los Juegos en París, donde ya se están implementando medidas extraordinarias de seguridad bajo la teórica promesa (sobre la que Boykoff tiene muchas dudas) de la temporalidad.

Esa situación que vivió en Vancouver ha escalado para París, según describe. ¿Es la tónica general, unos Juegos cada vez más represores?

Lo que tengo claro es que el COI no ha mejorado los Juegos para el día a día de los habitantes de una ciudad o incluso para los atletas al menos desde Vancouver 2010, y en ciertos aspectos la ha empeorado. En mis investigaciones he averiguado que hay ciertas externalidades que son endémicas, que están arraigadas en el proyecto olímpico y que llegan a diferentes niveles según la ciudad anfitriona. Suelo decir que hay cinco problemas que generan sobrecostes en los Juegos. Porque siempre dicen que [organizarlos] va a costar x y acaban costando bastante más. Hay gentrificación, desplazamiento de poblaciones marginales, militarización del espacio público para proteger el espectáculo deportivo, greenwashing [el término define una especie de lavado verde de la imagen de una compañía o campaña en relación a sus políticas medioambientales] y corrupción. Simple y llana corrupción que se une a la falta de democracia dentro del espacio olímpico. Una cosa sí ha mejorado con los años: la maquinaria de relaciones públicas del COI. Sacan todo tipo de comunicados explicando lo bien que lo hacen todo, pero como alguien que ha vivido en varias ciudades olímpicas puedo decir que es muy difícil sostener que haya mejoras materiales para los residentes de una ciudad olímpica.

¿Dejan algo los Juegos o un Mundial para las ciudades una vez se acaba el evento en sí?

Depende de los Juegos. En el discurso olímpico lo llaman legado y sí creo que a veces hay legados positivos. Por ejemplo, en Atenas de 2004, que la mayoría de la gente ve como un fracaso en el sentido de que gastaron mucho más de lo que se suponía, consiguieron un sistema de metro mejorado que habría sido difícil sin los Juegos. Soy un científico social, no tengo conclusiones preestablecidas. Miro las pruebas que tengo delante y sí, incluso en Barcelona, donde viví durante un tiempo, hubo algunos elementos positivos.

Las fuerzas de seguridad del país usan los Juegos como excusa para sacar todo tipo de leyes, comprar armas especiales y aumentar su financiación, cosas que no lograrían en tiempos políticos 'normales' y que después se acaban quedando

En muchas zonas se mejoró en algunos aspectos, aunque también se gentrificaron, no soy ajeno a la realidad. Pero los Juegos a veces traen cosas que se quedan después. En Vancouver construyeron una nueva línea de tren que conecta la ciudad con el aeropuerto y eso es genial. Pero la tendencia es que los Juegos Olímpicos tienden a no cumplir con sus promesas de legado.

Ha escrito un ensayo mostrando su preocupación porque las medidas de seguridad para París 2024, que se venden como temporales, acaben implantadas. ¿Cree que es una situación probable?

Siempre se imponen medidas en determinados momentos que luego se acaban quedando. Es una cuestión habitual con los Juegos y la militarización. Los responsables de París 2024 nos han dicho una y otra vez que estos van a ser unos Juegos diferentes. Pero lo que está pasando allí no es tan diferente de todo lo que acabo de contar. La videovigilancia con IA que está poniendo en marcha la policía es el perfecto ejemplo de lo que hemos visto una vez tras otra con los Juegos: las fuerzas de seguridad del país los usan como excusa para sacar todo tipo de leyes, comprar armas especiales y aumentar su financiación, cosas que no lograrían en tiempos políticos normales y que después se acaban quedando.

Los Juegos se han convertido en una oportunidad para lanzar nuevas tecnologías bajo este espíritu olímpico y muy a menudo es para quedarse. En Francia están diciendo que es solo hasta 2025, pero ¿es muy difícil imaginarse al Gobierno diciendo que si no ha habido ataques es gracias a la tecnología que se ha puesto en marcha y que hay que dejarla? No parece, aunque vayan contra libertades civiles.

¿Cree que Francia está limitando derechos civiles por los Juegos?

Absolutamente. Por ejemplo, la libertad de expresión a la hora de hablar de estos temas. La vigilancia por IA tiene un historial terrible en lo que respecta a su aplicación con las personas racializadas. Si nos fijamos en toda la investigación que se ha hecho, la IA es similar a los sistemas de reconocimiento facial en cuanto a su incapacidad para trabajar con las personas que no son blancas. Pensemos en las leyes especiales que se están poniendo en marcha en París, pensemos en todos los inmigrantes que están siendo recogidos en autobuses y sacados de la ciudad contra su voluntad.

En Europa no se está hablando apenas de esto.

Sería muy positivo tener conversaciones críticas sobre los aspectos positivos y negativos de los Juegos y que cada candidatura olímpica hiciera un referéndum público para que la gente que vive en la ciudad tenga la oportunidad de opinar. Y si la gente vota a favor, ¿qué vamos a decir?

En los últimos años se han hecho referendos en muchas ciudades y los residentes han dicho no a los Juegos. ¿Está aumentando este rechazo o simplemente es la primera vez que lo vemos porque se está preguntando por primera vez?

Entre 2013 y 2018 en una docena de ciudades de todo el mundo dijeron 'no, gracias' a los Juegos Olímpicos. A veces ocurrió cuando hubo un referéndum, como en Alemania o Suiza, otras solo con la mera amenaza de tener una votación pública. O, como ocurrió en Roma, Virginia Raggi fue elegida alcaldesa en una plataforma explícitamente antiolímpica. Se podría pensar que esto llevaría al Comité Olímpico Internacional a examinar en profundidad algunos de estos problemas, porque por eso la gente dice no a los Juegos Olímpicos. Pero en lugar de eso lo que han hecho es decir que ellos no son responsables de nada, que es cosa del comité organizador local y sus decisiones.

En realidad lo que han hecho es duplicar los mismos problemas y volverse mucho más autoritarios en la forma de proceder. En lugar de adaptarse a estos problemas, de mantener un debate más amplio, han creado dos pequeños grupos de personas que eligen las sedes olímpicas en cuanto pueden. Un ejemplo de cómo funciona esto: el tipo al que se le ocurrió este plan es John Coates, de Australia. Él dijo: 'Si podemos conseguir que los líderes de una ciudad digan sí a los Juegos, se los adjudicamos aunque sea con 11 años de antelación. ¿Votación pública? No necesitamos eso'. Pues el primer país que se benefició de este nuevo sistema fue Australia, su país natal.

Estamos hablando básicamente del COI, pero ¿todo esto es trasladable a la FIFA también?

Absolutamente. Me suena el teléfono todos los días para contarme que en Toronto, que va a acoger el Mundial de fútbol de 2026, ya están diciendo que los 30 millones que se presupuestaron van por 380 millones. Y subiendo. Ya está en marcha toda la dinámica que hemos hablado sobre la militarización del espacio público, la gentrificación, greenwashing, etc. La FIFA es famosa por el greenwashing. Por ejemplo, en el Mundial en Qatar en 2022. Dijeron que era el más verde de la historia. Es como un chiste si nos fijamos en el impacto real.

También es habitual que cuando se le da un evento a un país no democrático (Arabia Saudí o Qatar en fútbol, China en los Juegos Olímpicos) se argumente que estos eventos traerán democracia a estos países, escrutinio público, etc. Pero luego rara vez hay avances.

Cuando en 2001 Pekín estaba pujando por las Olimpiadas de 2008 decían exactamente lo que estás diciendo. Que las Olimpiadas traerían los derechos humanos, que todo iba a ser democracia. Todos sabemos que eso no sucedió. Lo mismo ocurrió con Rusia. Mucha gente pensó que si organizaban los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 eso podría mejorar potencialmente los derechos humanos. Allí tenían algunas leyes anti LGTBQ bastante opresivas y la gente pensó que tendrían que abrirse un poco y hacer más espacio para las personas LGTBQ. Tampoco ha ocurrido.

No diré que el dinero es la única cosa que impulsa a la FIFA y el COI, pero es un elemento importante en su toma de decisiones. Un ejemplo: Salt Lake City será la sede de los Juegos de 2034, aunque quería los de 2030. ¿Por qué 2034? Porque el contrato del COI con la NBC vence en 2032 y si los Juegos son en el 34 tendrán un gran incentivo para renovar el contrato

Así que casi no hay pruebas de que acoger las Olimpiadas ayude a los países autoritarios a ser más democráticos. Creo de hecho que la tendencia más importante es que cuando los países democráticos acogen los Juegos Olímpicos tienden a ser más autoritarios. Tienden a introducir nuevos métodos, nuevas formas de vigilancia. Los Juegos hacen que las democracias sean más autoritarias.

El COI (y la FIFA) siempre dicen ser apolíticos, pero luego más bien son políticos con lo que les interesa. O hablan de aprobar reglas que luego se posponen hasta que acaban los juegos.

Es ridículo que el Comité Olímpico Internacional afirme que son apolíticos, es evidente que son políticos hasta la médula. Por ejemplo, ¿por qué hacen que todos los países marchen [en el acto de inauguración] por naciones? Podrían hacerlo por deporte, los nadadores con los nadadores, los futbolistas con los futbolistas. Cuando Ucrania fue invadida por Rusia varios responsables del COI se hicieron una fotografía con Volodímir Zelenski. ¿Cómo no es eso política? La mayoría de las personas que todavía afirman que los Juegos Olímpicos no son políticos están ordeñando la vaca olímpica con las dos manos.

¿Qué mueve al COI y la FIFA (aparte del dinero)?

Tiene razón al pensar en el dinero cuando se trata de todas estas decisiones que toman la FIFA o el COI. Un ejemplo en el que mucha gente no piensa: ahora están a apunto de anunciar quién va a organizar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 y 2034. Están casi seguros de que Salt Lake City será la sede de los Juegos de 2034, aunque estaba pujando por 2030. ¿Por qué 2034? Porque el contrato del COI con el canal de televisión NBC, el principal de Estados Unidos, vence en 2032. Así que si el COI se queda con Salt Lake City después de 2032 es un gran incentivo para que la NBC, o tal vez otro rival, haga una gran oferta para continuar.

Puedes entender muchas cosas sobre los Juegos o el Mundial si sigues el dinero, que es más o menos lo que he intentado hacer a lo largo de los años

Un montón de decisiones que el Comité Olímpico Internacional hace no son obvias en su superficie. No diré que es la única cosa que los impulsa, pero es un elemento importante en su proceso de toma de decisiones y que sin duda se aplica tanto a la FIFA como al Comité Olímpico Internacional. Puedes entender muchas cosas sobre los Juegos o el Mundial si sigues el dinero, que es más o menos lo que he intentado hacer a lo largo de los años.

Ha escrito todo un libro sobre la cuestión, pero le voy a pedir una respuesta resumida. ¿Para qué sirven los Juegos?

En teoría son para los atletas, que son los que hacen que los Juegos sean especiales y es la única razón por la que alguien los ve. Pero también son para los actores de poder, que organizan los Juegos como una palanca para su propia popularidad, para su propia mejora económica. Son también para las cadenas que emiten los juegos. Son para las empresas, los patrocinadores. Así que son un montón de grupos. También los atletas se benefician, pero no todos. Un estudio realizado hace un par de años por un grupo llamado Global Athlete encontró que mientras en las grandes competiciones deportivas del planeta (la Premier League de fútbol, NFL, NBA, etc) los deportistas obtuvieron entre el 45% y el 60% de los ingresos totales, en los Juegos Olímpicos era el 4,1%. Entonces, ¿para qué son las Olimpiadas?

¿Cree que los atletas deberían dar un paso al frente y reivindicar más?

Hay que hablar de eso, creo que es importante. Es verdad que no ha habido atletas recientemente que hayan dicho 'no voy a estos Juegos Olímpicos', como hizo [el jugador de baloncesto] Kareem Abdul-Jabbar en 1968 porque no creía en la empresa olímpica. Pero sí creo que estamos viendo atletas que vienen de deportes menos conocidos que están dispuestos a hacer el esfuerzo y usar las Olimpiadas como escenario. Hoy en día hay está menos penalizado. Aunque no me gusta la expresión, diría que hay atletas para los que es casi parte de su marca estar comprometidos políticamente. Pienso en [el exjugador de fútbol americano] Collin Kaepernick en Estados Unidos. Renunció a su carrera, pero lo está haciendo muy bien y le va bien, consiguió un gran contrato con Nike. Y luego están estos atletas de deportes menos conocidos que te puedo garantizar que no están contentos con cómo se están desarrollando los Juegos Olímpicos.

Si se aplicase a Israel [el mismo criterio que a Rusia], deberían competir como atletas neutrales a título individual. El hecho de que no lo hagan es político, tiene que ver con el poder de los Estados Unidos dentro del Círculo Olímpico

Pero yo no le afeo a los atletas que no se pronuncien sobre estos temas. Fui un joven de 19 años que jugaba en la selección nacional de fútbol masculina sub-23 y no tenía ni idea de nada; si me hubieran preguntado sobre política me da miedo pensar lo que hubiera dicho porque probablemente habría sido una estupidez, ya que estaba desinformado. Ser atleta es un trabajo a tiempo completo, así que el hecho de que muchos no estén hablando tiene sentido. Necesitan tiempo, necesitan recursos para tener confianza en sus posiciones sobre estos temas. Además, creo que vamos a ver en estos Juegos Olímpicos más atletas hablando sobre las injusticias, especialmente por la inclusión de Israel en las Olimpiadas, bajo su bandera y su himno nacional.

¿Considera hipócrita la posición del COI respecto a la participación de Israel en los Juegos?

Escribí un artículo en el Irish Times en el que hablaba de lo que el COI ha hecho con Rusia y la justificación que ha dado para que Rusia participe con atletas neutrales individuales, y luego lo trasladaba a Israel. Si se aplicase a Israel, como a Rusia, deberían competir como atletas neutrales a título individual. El hecho de que no lo hagan es político, tiene que ver con el poder de Estados Unidos dentro del Círculo Olímpico y también con otros factores, como la desvinculación política del COI con Rusia a causa del dopaje.

De hecho, habla mucho en el libro de la hipocresía del COI, que dice una cosa y hace la contraria muy a menudo.

Una forma de entender los Juegos Olímpicos es pensar que son una máquina de desigualdad. Toman todas las desigualdades que existían antes en la sociedad y las empeoran. El Comité Olímpico Internacional dice siempre que va a resolver los problemas de la sociedad. Pero no lo hacen. Lo diré sin rodeos: son hipócritas cuando se trata de sus propios principios. El Comité Olímpico Internacional debería ser la Carta Olímpica. La he leído de principio a fin muchas veces y hay grandes ideas en ella. El problema es que el Comité Olímpico Internacional elige ignorar su propia Carta Olímpica cuando más le conviene. Han sido hipócritas durante demasiado tiempo. Y es un hecho que cada vez más gente se está dando cuenta.