Cifuentes dice que se examinó el día que el departamento de su máster inauguraba un curso a 50 kilómetros
A la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, le debió costar defender su trabajo de fin de máster el 2 de julio de 2012, fecha que figura en la supuesta acta proporcionada por su equipo y, en concreto, a las 15.45 horas, como informó su portavoz a eldiario.es. Ese día no solo debía estar a la cabeza del dispositivo policial por la celebración de la Eurocopa ganada por España (en aquellas fechas Cifuentes era Delegada del Gobierno en Madrid), sino que el departamento que impartía el máster celebraba su día grande del año: se inauguraban los cursos de verano de la Universidad Rey Juan Carlos en la localidad de Aranjuez.
En la fecha ofrecida como jornada para la lectura del trabajo, el catedrático Álvarez Conde, tutor de Cifuentes y presentado como director del curso, tenía una cita con la apertura de los cursos estivales de la Fundación de la universidad. Y no era a la vuelta de la esquina, sino en el Real Sitio de Aranjuez. A 50 kilómetros del campus de la Rey Juan Carlos, Vicálvaro, donde supuestamente se celebró la lectura.
Álvarez Conde tenía que hablar sobre la Constitución de 1812 en la jornada inaugural del seminario. Un día señalado para el departamento a cargo del máster de Cifuentes que arrancaba con el entonces rector de la propia Universidad, Pedro González Trevijano. Allí se dio cita casi toda la Universidad, ya que es una de las fechas más señaladas, junto con la apertura del año académico.
La intervención de Álvarez Conde se titulaba Cádiz, la Constitución mito y estaba anunciada a las 11.00. La sesión incluía también otras ponencias y un debate a las 13.00 en la primera jornada de esta cita universitaria anual de gran relevancia para el ámbito académico. No en vano, en el cartel de aquel año figuraba la vicepresidenta Soraya Saenz de Santamaría e intervinieron en distintas disciplinas el entonces ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo y el antiguo fiscal general de Estado Eduardo Torres-Dulce.
Al mismo tiempo, Cristina Cifuentes, entonces delegada del Gobierno, tenía que compatibilizar el gran dispositivo policial a su cargo con la defensa de su TFM. El despliegue de seguridad se daba con motivo de la llegada y celebración del título europeo de fútbol. La selección española llegaba a Madrid a las 15.00, minutos antes de su supuesta lectura del trabajo. Después, el combinado nacional tenía previsto visitar el palacio de la Zarzuela sobre las 17.00, para después trasladarse a la rúa por las calles de Madrid, donde se reunieron cientos de miles de personas.
Así que, según las escasas explicaciones oficiales, entre los preparativos y supervisión de sus funciones como coordinadora de la seguridad ciudadana, Cifuentes encontró un rato para acercarse al campus de Vicálvaro de la URJC a leer su trabajo ante una comisión evaluadora.
Además, los doctores universitarios hallaron tiempo para compatibilizar el curso en Aranjuez y el examen en Madrid a las 15.45. Al campus tuvo que llegar, el tribunal evaluador compuesto, según explico la Universidad, por Cecilia Rosado, Clara Souto y Alicia López de los Mozos. Tres profesoras vinculadas con la URJC y al Instituto de Derecho Público que dirige Álvarez Conde: una comisión que no contaba con un profesor de otra institución ni con un experto profesional externo (para garantizar independencia) que marca el reglamento. Un tribunal, de acuerdo con la composición explicada por ese organismo, cuyas tres miembros se hicieron doctoras bajo la supervisión del catedrático.
La versión de la presidenta también ha incluido que daba tiempo a ir, leer y regresar a sus cometidos. Esa parte encuentra cierto acomodo, ya que la normativa da 15 minutos como máximo para leer el trabajo (más las preguntas de la comisión).
Acto muy reglamentado
El trabajo fin de máster no se puede hacer ni convocar de cualquier modo, aunque las agendas sean tan apretadas. El reglamento que regía cuando Cifuentes estaba matriculada indica que el director del máster convoca a la “comisión de evaluación” (el tribunal) cuando recibe las autorizaciones de lectura. Además “el orden y el horario de exposición de las presentaciones de los trabajos será fijado y anunciado por la Comisión de Evaluación públicamente con antelación suficiente que no podrá ser inferior a 10 días”. Un listado en el que se incluyen los alumnos, títulos de los trabajos, el día, la hora y el lugar concretos de la presentación.
Tan reglado está el proceso que, de hecho, ese documento señalaba que tenía que realizarse una evaluación previa del TFM por parte del tribunal. “Antes de la fecha establecida para la presentación y defensa del trabajo el tribunal de evaluación efectuará un informe de valoración sobre el trabajo”.