El Ministerio de Defensa, bajo el mandato del PP y con María Dolores de Cospedal al frente, destinó en 2017 más de cuatro millones de euros en sueldos a curas y mantenimiento de templos católicos dependientes de las Fuerzas Armadas.
Según el portal de Transparencia, Defensa pagó 4,2 millones de euros a las “retribuciones de los capellanes”, 260.000 euros al mantenimiento de las parroquias e iglesias que pertenecen a los ejércitos y 65.000 euros bajo el concepto de “gastos diversos del seminario” castrense. En total, gastaron 4,57 millones de euros.
El año pasado, el Estado asumió el sueldo de los 83 sacerdotes que componen el Arzobispado castrense, esas nóminas supusieron 2,75 millones de euros. Los datos del 2016 y 2017 no coinciden, hay más de un millón de euros de diferencia. Estas dos cifras provienen de la misma fuente, se obtuvieron tras una petición de información de eldiario.es al portal de Transparencia.
Desde el gabinete de la exministra aseguraron a esta redacción, todavía con Cospedal al cargo, que en los 4,2 millones de euros incluyeron, además del sueldo de los capellanes, “otros conceptos, como son las cuotas de la seguridad social o gastos de personal no incluidos en el SARFAS (Servicio de Asistencia Religiosa de las Fuerzas Armadas)”. Aunque no amplían la información sobre el perfil profesional de los trabajadores cuyas nóminas han incluido en esta respuesta ni por qué los han incorporado.
Subida de 1% de los sueldos de los curas
En la contestación del departamento de prensa del Ministerio de Defensa también aclaran que desembolsaron 2.873.591 euros en 2017 en salarios de curas, 85.000 euros más que lo que aseguran que asumieron un año antes. Este incremento aseguran que se debe a “la subida del 1% de los sueldos” de los curas de las Fuerzas Armadas. Y que en este año “el número de capellanes tampoco varió mucho (concretamente en uno)”, por lo que tampoco detallan si actualmente hay 82 o 84 capellanes.
Los presupuestos públicos también financian el mantenimiento de 17 iglesias castrenses. Ocho de ellas pertenecen al Ejército de Tierra y por su conservación el Ministerio paga 88.469 euros; por las seis de la Armada Defensa abona 94.018 euros y las dos del Ejército del Aire suponen 60.041 euros. Por su parte, en 2017 el departamento de Cospedal gastó 18.327 euros en la catedral castrense.
La asistencia religiosa en las Fuerzas Armadas se limita a la religión católica. Transparencia aclara “no han existido ni existen actualmente convenios de colaboración para prestar asistencia religiosa a los militares musulmanes, judíos o evangélicos”, a pesar de que sí han recibido peticiones de los evangélicos para contar con pastores en los cuarteles. Según datos de este portal, en 2016 recibieron 16 peticiones, en 2017, dos y en lo que va de año, tres. Por ahora, no se han tenido en cuenta.
España se ha ido obligando por ley a facilitar la asistencia religiosa de los militares desde el Concordato con el Vaticano de 1953. Una vez que el Estado actualizó en 1979 los acuerdos con la Santa Sede, que recogieron de nuevo la asistencia religiosa en las Fuerzas Armadas, España no ha parado de añadir normas que han blindado la religión en los cuarteles en general y de la iglesia católica en particular.
La ley de libertad religiosa incluyó esta presencia brevemente en su articulado, pero originó una batería de normativas destinadas a garantizarla. La ley de la carrera militar obliga a crear un Servicio de Asistencia Religiosa –con mención especial a los católicos y los arreglos con el Vaticano– y ya previó un régimen retributivo del personal.
El Arzobispado castrense calcula que atiende a unas 766.000 personas entre militares, guardias civiles, policías y funcionarios civiles de Defensa y sus familiares. Todos esos cuerpos suman 284.984 efectivos, según los datos de 2016.