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La Ley de Bienestar Animal se salva por la mínima en el Senado con críticas de la oposición y de los socios del Gobierno

Manifestación convocada por la plataforma NAC (No a la Caza) para pedir el fin de esta actividad y que todos los animales, incluidos los perros de caza, estén incluidos en la Ley de Protección Animal

Laura Galaup

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La ley de Bienestar Animal salva el trámite del Senado por los pelos tras un bronco debate. La norma ha superado las propuestas de veto, aunque de forma muy ajustada ya que las del PNV y la del PP han cosechado 132 votos a favor y se han quedado a uno más de la mayoría absoluta que hubiese tumbado la norma. Las intervenciones de los senadores a lo largo de este miércoles han demostrado que este articulado no ha sido bien acogido ni entre los aliados parlamentarios del Gobierno ni entre los partidos de la oposición.

Los diputados de la oposición han llegado a aplaudir al terminar las votaciones de las propuestas de veto creyendo que esta iniciativa había salido adelante. Sin embargo, el presidente de la Cámara Alta, Ander Gil, ha aclarado que faltaba un voto para la mayoría absoluta, y por lo tanto la norma continúa su tramitación en el Congreso ya que han salido adelante varias enmiendas. El senador que ha salvado la ley ha sido Miguel Sánchez (Ciudadanos) con su abstención, tal y como ha adelantado El Mundo. Los vetos también han sido solventados por el proyecto de ley para modificar el Código Penal, que se tramita a la vez que la norma, y endurecer las penas de maltrato.

El texto ha acaparado críticas por cuestiones competenciales, por haber sido tramitada por la vía de urgencia, por no proteger a los perros de caza y por las penas de cárcel que se imponen en caso de que alguien mate a un animal vertebrado. El proyecto de ley que ha salido adelante mantiene la polémica enmienda impulsada por el PSOE, y que cuenta con el apoyo de PP y Vox, que excluye a los animales de actividades cinegéticas de esta norma. Este asunto ha estado a punto de hacer descarrillar la tramitación de la norma ante la negativa inicial de Unidas Podemos a apoyar un texto que incluyese una desprotección específica para los perros de caza. Al final, el socio minoritario apoyó el texto en el Congreso y así ha llegado al Senado. 

Esta exclusión ha estado presente en el debate que se ha celebrado este miércoles en el pleno del Senado. Más Madrid, Compromís y Esquerra Republicana (ERC) han aportado iniciativas –que no han salido adelante– para que los perros de caza estuviesen amparados por esta norma. Ese asunto ha sido abordado por el senador Carles Mulet (Compromís), que se ha referido a él como la “enmienda de la vergüenza del partido socialista apoyada por la derecha”. “No deja de sorprendernos que algunos partidos que se califican de izquierdas se parecen a la ultraderecha”, ha añadido. Los socialistas se han defendido de estas acusaciones, aseverando que “estos animales no se van a quedar sin protección”.

La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha defendido la norma reconociendo, además, las dificultades que se ha encontrado su formación en la negociación de la tramitación del texto. En su intervención ha puesto en valor que con esta ley se ponga fin a prácticas crueles con los animales y se endurezca el maltrato. “Es una legislación imprescindible”, ha sostenido. Con esta norma, ha incidido Belarra, el objetivo de su departamento es que las próximas generaciones “crezcan en un país en el que entiendan que tener un gato es una responsabilidad para toda la vida y no un objeto” con el que encapricharse.

“Es una ley pionera y es una ley progresista”

Desde Unidas Podemos, que no tiene representación en la Cámara Alta, han destacado a lo largo del procedimiento parlamentario que a pesar de esta exclusión la norma es “muy importante en materia de protección y derechos de animales”. Fuentes de esta formación ponen en valor que el articulado del texto combate el abandono, establece las obligaciones que tienen los propietarios de las mascotas y apuesta por controlar la cría. Además, insisten en que la aprobación de la ley contribuirá a supervisar las colonias felinas y a delimitar las condiciones en las que un animal puede participar en una romería. “Es una ley pionera y es una ley progresista”, ha afirmado en la tribuna el senador socialista José María Oleaga. 

“La propuesta inicial [de la ley] ha recibido recortes por parte del Gobierno que han ido desprotegiendo a diversos grupos de animales”, ha recriminado al Ejecutivo central el senador de Más Madrid Pablo Gómez Perpinyá. 

Crítico con la norma también ha sido el senador popular Pedro Rollán, que ha asegurado que hay consenso entre “todos los especialistas” en que es una ley “que no beneficia a los animales”, “que promueve  el intrusismo profesional” y “que invade competencias”. Su compañero de partido Luis Alberto Plaza también ha animado a los promotores de la ley a abandonar el centralismo: “Salgan de Madrid, salgan al mundo rural. Escuchen y tomen nota de las últimas meteduras de pata del Gobierno: la ley trans, ley del ‘sólo sí es sí”, la ley universidades y esta no puede ser la última metedura de pata“.

“Lo que realmente pretende este Gobierno es intervenir en el mundo animal”, ha aseverado la representante de Vox Yolanda Merelo, que ha anunciado que su formación apoyaría los vetos que se han presentado en contra de la ley. La ultraderecha considera que con esta ley el Gobierno busca “favorecer a los lobbies animalistas y al ecologismo radical”. Impulsando, asimismo, “el ADN de la izquierda totalitarista e intervencionista” que busca “prohibir el consumo de la carne, de la caza y de los toros”.

“Combatan la desinformación”

El texto también establece la creación de un listado positivo, es decir, una clasificación que será la que determine qué especies podrán ser adquiridas como mascotas. La norma no concreta qué animales formarán parte de este listado. Únicamente aclara que perros, gatos y hurones serán considerados mascotas. La elaboración y la publicación de ese trabajo no se realizará de forma inmediata. El decreto por el que se regule tiene un largo periodo para entrar en vigor: dos años para aprobar el reglamento que lo desarrolle y un año más para publicar el primer listado. 

Por ahora, y a falta de que se avance en los trabajos sobre el listado, hay “tres premisas fundamentales” –tal y como explicó Sergio G. Torres, director general de los Derechos de los Animales, a elDiario.es– para que una especie sea incluida en el listado positivo: que “no sea un problema para la biodiversidad” ni “para la salud pública” y que tampoco afecte a “la seguridad ciudadana”. 

La elaboración del listado positivo ha generado una serie de bulos y medias verdades que se han difundido en redes sociales, conversaciones distendidas y tertulias de televisión. Hay ya listas (falsas) de animales prohibidos circulando por internet. Ante la difusión de información falsa, la ministra ha aprovechado su intervención para dirigirse a los ciudadanos y aclarar las fake news que ha protagonizado esta norma: “Esta ley no va a quitarte ningún animal que tengas conviviendo contigo, tampoco un hámster”.

Desde el PSOE han pedido al resto de grupos parlamentarios que “combatan la desinformación”. En su intervención, la senadora María Teresa Macías ha querido reseñar que con la aprobación de la Ley de Bienestar “no va a venir a España” ninguna “de las diez plagas de Egipto”.

El castigo penal del maltrato de animales vertebrados es otro de los asuntos que ha protagonizado varios titulares. Ante las afirmaciones que se están realizando, y que también se han replicado en el pleno, Belarra ha aseverado: “No, esta ley no va a multarte si te encuentras una rata en casa y tienes que matarla”. Estas cuestiones que afectan a la “salud pública” están excluidas del ámbito del proyecto de ley de Bienestar Animal.

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