Cuáles son las líneas verdes que marcarán el año medioambiental

El despertar de la conciencia climática. El año 2015 podría recordarse desde un punto de vista medioambiental como el del acuerdo global sobre cambio climático. Pero si, a partir de ahora, no se concretan los mecanismos que se se incluyeron en ese documento, esa conciencia será de corto recorrido. 2016 tendrá la primera meta volante para eso en la ciudad marroquí de Marrakech. Como ese, otros retos desafían al medio ambiente en los próximos 12 meses.

Un derecho fundamental

En plena campaña electoral, los partidos políticos ordenaron en una lista de forma gráfica sus prioridades para el programa La Sexta Columna. Solo hubo un acuerdo: el último lugar lo ocupó el medio ambiente. “Es un muy mal negocio”, explica Asunción Ruiz, la directora ejecutiva de la Sociedad Española de Ornitología (SEO-Birdlife). Ruiz insiste en que “los espacios naturales son el mayor recurso económico para un buen crecimiento” del que dispone España.

Por eso hay una reclamación común por parte de los grupos ecologistas para que el Ministerio de Medio Ambiente “sea independiente” y exista una “Vicepresidencia de Sostenibilidad”. La idea es que las políticas medioambientales sean “transversales”, dice el coordinador de Amigos de la Tierra, Alejandro González. Es decir que defiendan el medio como “un derecho fundamental” de los ciudadanos.

Cambio energético para el cambio climático

El calentamiento global acelerado causado por la acción humana tiene diversos orígenes. Uno importante es la emisión de gases de efecto invernadero en la combustión de fósiles para obtener energía. El director de Greenpeace España, Mario Rodríguez, apunta a que es primordial “un cambio energético total”. No solo mediante fuentes energéticas renovables, relata, sino también “derogar el decreto de autoconsumo que castiga a los particulares”. A eso le añade que “se debería terminar con los proyectos de fracking, las prospecciones en el Mediterráneo y paralizar el silo nuclear en Villar de Cañas”, opina Rodríguez.

Alejandro González, que es un veterano de las Cumbres del Clima de la ONU, explica que la COP22 que se reunirá en Marrakech en noviembre “deberá concretar los mecanismos de transparencia sobre balance de emisiones de CO, las fórmulas de mitigación de gases y la manera de financiar todo esto” para que sirva para algo.

La calidad del aire

La organización Ecologistas en Acción recuerda que “más de 44 millones de personas en España inhalan aire nocivo”. 2015 ha sido el curso del fraude Volkswagen sobre la polución que generaban sus motores. Para 2016, debería entrar en vigor la nueva forma de medir los gases que lanzan los vehículos en Europa y que ha ampliado los márgenes de tolerancia para los fabricantes. Sin embargo, nada más empezar este año, el Parlamento Europeo va a revisar la normativa aprobada por los estados miembro. “Y tiene la capacidad de vetarla”, recuerda el portavoz de Equo en Bruselas, Florent Marcellesi.

Además, Madrid continúa empalmando jornadas con niveles de dióxido de nitrógeno por encima de los umbrales permitidos y espera la puesta en marcha del nuevo protocolo para rebajar esos picos. Su aire y el de Barcelona siguen su curso legal: la Comisión Europea mantiene su denuncia ante el Tribunal Europeo de Justicia por incumplir la ley de calidad del aire. “Es vital naturalizar las ciudades tanto para combatir el cambio climático como para hacerlas más habitables y saludables”, reflexiona Asunción Ruiz.

Planificación para evitar los abusos

“La mayor corrupción es el abuso del medio ambiente”, asegura la encargada de la SEO. Se refiere, entre otras cosas, a revertir la dinámica que ha desembocado en “aeropuertos sin aviones o carreteras sin coches que pasaran por ellas”. Con esta frase pide que exista una coordinación para que los proyectos de infraestructuras y explotaciones no se hagan “a costa” del medio y sin beneficio social. Ejemplos recientes son la sentencia que salvó un hayedo en Navarra de ser talado para abrir una mina o la presa de Mularroya en Zaragoza que ha necesitado los empujones legislativos del Gobierno para sortear las deficiencias  medioambientales que arrastraba y que la habían convertido en ilegal.

Agricultura como palanca de presión

“La agricultura puede ser un aliado o un enemigo”, cuenta el coordinador de Amigos de la Tierra. En este sentido, desde la Sociedad Española de Ornitología avisan de que existen “subvenciones perversas” a diversas producciones “que no están ayudando”.

La Organización Mundial del Comercio tiene previsto en 2016 abordar la cuestión de los subsidios agrícolas. “Es muy delicado porque afecta directamente a la productividad de los países”, avisa Alejandro González. Desde su punto de vista, las producciones locales y cercanas deberían ser palancas “contra el cambio climático y la protección de la biodiversidad”.

La ganadería a escala mundial es uno de los factores más potentes de cambio climático generado por los humanos. El director de Greenpeace recuerda sobre esta dimensión comercial que “es el último año del presidente de EE UU, Barack Obama y eso es importante para el desarrollo del tratado de comercio entre su país y la Unión Europea (TTIP). El sistema europeo de protección del medio ambiente se puede destruir”.