Primero lluvias, luego calor: por qué hay una explosión de alergia

Estornudos repentinos, congestión nasal, ojos rojos y problemas al respirar. Una explosión de polinización como consecuencia de las últimas lluvias y unas temperaturas algo elevadas son las causantes de una oleada de alergia que sacude, sobre todo, a la zona centro y sur del país. El polen de las gramíneas, el ciprés y el olivo precipitan que los alérgicos no pasen sus mejores días. Los expertos recalcan que la mejor forma de hacer frente a las alergias es saber concretamente qué las causa. También proponen el uso de mascarillas y evitar la sobreexposición.
El presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), Juan José Zapata, explica que las alergias son una reacción anormal del sistema inmunológico. “El sistema responde ante ciertos alérgenos que no debería leer como peligrosos, como son los ácaros y el polen”, comenta. Es decir, ciertas personas han perdido la tolerancia a esos agentes que, en un momento dado, provocan la alergia.
El organismo humano responde como si de un elemento extraño se tratara, e intenta eliminarlo. “Los alérgicos sufren una respuesta inflamatoria mediada por la inmunoglobulina E, y de ahí se derivan todos los síntomas”, añade Zapata. El jefe de sección del servicio de Alergia del Hospital de La Paz (Madrid), Javier Domínguez, apuntilla que estos síntomas se dan en mayor medida en nariz, ojos y sistema respiratorio. “La inflamación puede ser en los bronquios, pero también puede provocar una rinitis en la nariz o una conjuntivitis en los ojos. De ahí provienen los estornudos, la tos, el picor, la congestión, la falta de aire o el lagrimeo”, ilustra.
Por qué ahora
A pesar de que la alergia no es una alteración congénita, sí se nace con cierta predisposición a ella por derivación de los progenitores. Por eso, estas personas seguramente hayan notado estos días una mayor afectación. “Tiene que ver con la climatología, que cada vez es más cambiante”, introduce el presidente del Comité de Aerobiología Clínica. Este año se ha dado un invierno extremadamente suave, con muy poco frío, y en marzo y abril han llegado una gran cantidad de lluvias.
“Eso ha hecho que el posible estrés hídrico que sufrían las plantas y que arrastrábamos desde hace unos años se corrigiera. Crecen más plantas y más altas, y eso ha impulsado que se eleve también la polinización”, subraya este especialista. Cuanto menos estrés hídrico, más vivirá la planta, y más polen producirá.
Si tienes una alergia potente y sufres una crisis de asma es posible que tengas que acudir a urgencias
El alergólogo del hospital madrileño de La Paz puntualiza que las tormentas secas han podido ser las causantes de este pico de alergia. “Movilizan mucho polen en poco tiempo y pueden llegar a causar crisis en algunos pacientes porque baja la presión atmosférica, el polen no se diluye tanto con los vientos y encima se moviliza, lo que provoca que haya muchas partículas en suspensión”, expresa este experto.
El tratamiento necesario
El integrante de la SEIAC admite que las alergias pueden llegar a provocar la muerte. “Esto sucede ante picaduras de abeja, por ejemplo, cuando se sufre un cuadro anafiláctico, o las alergias a los alimentos y medicamentos”, enfatiza. Sin embargo, la alergia al polen de las flores no suele ser tan problemática siempre y cuando se haya diagnosticado de forma correcta. “Todos los años fallece gente por asma bronquial, sobre todo en países que no tienen a mano la medicación necesaria. Hay que pensar que los inhaladores son medicamentos de un alto costo que no llegan a pacientes de todo el mundo ni tampoco en el momento en que se necesitan”, se explaya Zapata.

Domínguez agrega que todo dependerá de cómo responda el paciente. “Si tienes una alergia potente y sufres una crisis de asma es posible que tengas que acudir a urgencias o incluso que termines hospitalizado”, ejemplifica. De todas formas, admite que afortunadamente eso no es lo más frecuente. “La mayoría de los pacientes pueden presentar algunas enfermedades como rinitis, pero casi nunca afectan al riesgo vital”, incide.
Se debería evitar hacer deporte por zonas ajardinadas, limpiar los filtros del coche y del aire acondicionado, ventilar la casa únicamente unos minutos y no tender la ropa en el exterior, porque se convertirá en un verdadero captador de polen
Tanto Zapata como Domínguez coinciden en que la mejor forma de tratar una alergia es mediante un buen y certero diagnóstico. “Es esencial para saber qué hacer y cómo afrontar la patología”, desarrolla el primero de ellos. El segundo apunta que “este mayo todavía puede haber polen de encina o de olivo, porque no todas las plantas se comportan de la misma manera, por eso es tan crucial saber qué provoca la reacción”.
Del control ambiental a la vacuna
Una de las primeras medidas que puede tomar una persona alérgica es el llamado control ambiental: “Se debería evitar pasar o hacer deporte por zonas ajardinadas, limpiar los filtros del coche y del aire acondicionado, ventilar la casa únicamente unos minutos por la mañana y por la noche y no tender la ropa en el exterior, porque se convertirá en un verdadero captador de polen”, concretiza el integrante de la SEIAC. El especialista del hospital La Paz añade que, llegado el caso de tener que estar en una zona con alto impacto, también se pueden utilizar mascarillas FFP2, “algo que aprendimos durante la pandemia”, dice, y gafas de sol.
La segunda línea es el tratamiento sintomático; es decir, una serie de medicamentos apropiados para cuando comienzan los primeros síntomas. Zapata recalca la importancia de empezar con este tratamiento, precisamente, con los primeros síntomas, ya que si la enfermedad evoluciona se necesitarán cada vez más recursos para hacerle frente. Domínguez menciona antihistamínicos de tratamiento tópico nasal para la nariz, colirio para los ojos e inhaladores para el asma.
Los pacientes de consulta vienen peor que en otras ocasiones y claramente vemos el aumento
Por otra parte, existe la posibilidad de que se conozca qué alérgeno en concreto produce la inflamación. En este caso, siempre y cuando esté bien diagnosticado, se puede tratar la alergia con una vacuna. “Se puede conseguir que el paciente alcance la tolerancia normalizada y curarle esa hipersensibilidad”, asegura el presidente del Comité de Aerobiología Clínica.
Desde la SEIAC hace años establecieron una serie de captadores repartidos por toda la geografía española cuyos niveles se pueden consultar en tiempo real en la web polenes.com. Ahí publican las tendencias del polen en cada zona analizada. “Profesionales y pacientes pueden ver cuánto aumenta, por ejemplo, las gramíneas, que están en plena polinización. Así pueden ver que, si aún no tienen síntomas, es el momento de empezar a tomar el tratamiento”, sostiene Zapata.
Domínguez asegura que no ha notado demasiado la ebullición de alergias en las últimas semanas en la consulta de La Paz, ya que trabajan con cita previa. Eso no significa que no sea consciente de lo que afectan estos niveles tan altos de polinización. “Los pacientes de consulta vienen peor que en otras ocasiones y claramente vemos el aumento. Incluso cualquier compañero del hospital nos pregunta que si le podemos revisar”, apunta. Habrá que esperar a que el clima se estabilice y las lluvias amainen para volver a unos grados normalizados de polen.
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