“El demonio existe en plena pandemia, intentando llevar a cabo investigaciones para vacunas y para curaciones. Nos encontramos con la dolorosísima noticia de que una de las vacunas se fabrica a base de células de fetos abortados. Así de claro. Y eso es inhumano, eso es cruel, y ante eso no podemos alabarlo ni bendecirlo, todo lo contrario”.
El cardenal de Valencia, Antonio Cañizares, se despachaba a gusto este domingo durante la misa del Corpus. Se hacía eco en la homilía de la teoría de la conspiración que, desde distintos lobbies de la ultraderecha católica provida mundial, se está lanzando contra la OMS, y su “alianza” con supuestos dirigentes de un poder oscuro que busca dominar el mundo. Entre ellos, Bill Gates, George Soros o el mismísimo Barack Obama.
Tras el revuelo, la diócesis de Valencia tuvo que matizar las afirmaciones de su arzobispo, incidiendo en que reza “desde el inicio de la pandemia” para que “se encuentre una vacuna que ayude a curar, e incluso a prevenir” la COVID-19. Cañizares aludía en su comunicado a un artículo de la revista Science que no citó en la homilía, y asegurando que seis de las 130 líneas de investigación que se están desarrollando para obtener vacunas contra la COVID-19 han utilizado células fetales humanas.
En realidad, como recoge Maldita, no se utilizan “células de fetos abortados” en investigación biomédica. Existen dos líneas de cultivos celulares inmortalizadas que provienen de células extraídas durante el análisis de dos fetos –resultado de dos abortos por motivos médicos– en 1961 y 1966. Esas células (que nunca han formado parte de los fetos originales) se han utilizado en investigaciones para vacunas contra la polio, la rubéola o la varicela, entre otras.
Según el comunicado difundido por el arzobispado, “lo único que añadía” Cañizares en su sermón era una referencia a que estas investigaciones “se estarían produciendo con métodos que abrirían dilemas éticos”, y afirmaba que “lo deseable” sería lograr la vacuna sin haber de enfrentarse a dichas tesituras, recogiendo las reservas hechas públicas por algunas voces del ámbito religioso norteamericano.
Sin embargo, Cañizares va más allá que la propia Iglesia. El Vaticano ya se pronunció a favor del uso de vacunas producidas en estas células a través de un escrito del entonces obispo Elio Sgreccia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida.
Bill Gates y Soros, “esclavos y seguidores del mal”
Sin embargo, las tesis ultraconservadoras están logrando calar hondo en algunos sectores de la sociedad española. Así, las palabras de Cañizares han sido refrendadas por el presidente de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), José Luis Mendoza, quien el pasado viernes, en un acto con motivo de la fiesta de San Antonio, daba por buena la falsa noticia sobre las vacunas y el 5G que han provocado ataques a estas antenas de telefonía en Europa, y que han sacado manifestantes a la calle tanto en Italia como en España, acusando a políticos y autoridades sanitarias de un macabro plan para controlar el mundo. El mismo bulo conspiranoico que Miguel Bosé difundió en sus redes sociales hace unos días.
“¿Por qué ya en las Olimpiadas de Londres [2012] se anuncia el coronavirus? ¿Por qué Bill Gates y [George] Soros anunciaban hace años que se venía el coronavirus? ¿Cómo ha venido esto? ¿Por qué motivo? Quieren controlarnos cuando se saque la vacuna con un chip sacado de uno de nosotros para controlar nuestra voluntad. Pero ¿qué se han creído? Esclavos y servidores de Satanás. No les tengáis miedo”, soltaba el director de la UCAM en su discurso.
Mendoza iba más allá, y acusaba a “las fuerzas oscuras del mal” de provocar la pandemia. “En cada generación aparece el anticristo y aquellos que le sirven con gran poder queriendo usurpar el nombre de Dios. Existe el miedo a causar daño al otro, pero no el miedo a hacer el bien. Nunca el mal triunfará sobre el bien. ¡Jamás! No puede. Las tinieblas no pueden sobre la luz, nunca podrán”, se encendía.
Con Trump, contra la OMS y la Agenda 2030
¿De dónde surge la teoría de la conspiración? Exactamente es difícil saberlo, pero está claro quiénes han contribuido firmemente a extenderla. Y aquí llega la conexión EEUU-Italia. La tesis del 5G parece tener como punto de partida un vídeo de la conferencia que Thomas Cowan, autor de varios libros que se presenta como doctor, pronunció el pasado 12 de marzo en un foro organizado en Tucson (EEUU) por el grupo Humans for Humanity Coalition, vinculado al movimiento antivacunas. Esta ha sido ampliamente difundida por un think tank de promotores de la reelección de Donald Trump en noviembre, y que ha encontrado fácil eco en los grupúsculos ultraconservadores españoles y europeos ligados al equipo de trabajo del exasesor de Trump, Steve Bannon.
Bannon dirige el Instituto Dignitatis Humanae en un monasterio medieval del centro de Italia, y es un hombre cercano a uno de los grandes opositores al Papa Francisco, el ex nuncio en EEUU, Carlo María Viganò, quien la pasada semana mantuvo correspondencia con el presidente Trump, en la que califica la pandemia de “colosal operación de ingeniería social” contra la que hay que luchar.
“Sucede que unas fuerzas internacionales indeterminadas (un supuesto nuevo orden mundial), desprovistas de cualquier principio moral y ávidas de dinero y poder, están atentando contra los valores de la patria, de la familia y del pueblo, escribe Viganò en un texto retuiteado por Trump. En el mismo, el exnuncio denuncia a ”los hijos de la oscuridad“, que ”están librando una guerra“ y ”han decidido mostrar sus cartas al revelar sus planes“.
“Las investigaciones ya en curso revelarán la verdadera responsabilidad de quienes manejaron la emergencia del COVID-19, no solo en el área de la atención médica, sino también en la política, la economía y los medios de comunicación”, sostiene Viganò. Y asegura que así “descubriremos que en esta colosal operación de ingeniería social hay personas que han decidido el destino de la humanidad, y se han impuesto el derecho de actuar contra la voluntad de los ciudadanos y sus representantes”. Viganò no se cortaba tampoco en vincular el coronavirus y las protestas por el asesinato de George Floyd.
HazteOir y el Gobierno 'socialcomunista'
Ya dentro de nuestras fronteras, estos grupúsculos son los mismos que acusan al Gobierno “social-comunista” de Pedro Sánchez de provocar la muerte de más de 50.000 españoles, y de seguir una agenda pro aborto y pro eutanasia, dictada por dichos poderes oscuros, valiéndose de la ONU y de la Agenda 2030, y de las nuevas tecnologías.
Como hizo Miguel Bosé, los grupos ultras están fomentando la idea de que el magnate y el fundador de Microsoft buscan controlar las conciencias de la humanidad a través de las vacunas y del 5G.
Son los mismos sectores que acusan a la OMS de promover indiscriminadamente el aborto. Es más: de utilizar la pandemia para multiplicar las interrupciones de embarazos en todo el mundo, saltándose la ley. Panfletos como Actuall (propiedad de HazteOir) se alían con los medios de comunicación de la ultraderecha estadounidense, como LifeSiteNews, para asegurar que los abortos han aumentado sin control, hasta 10,5 millones en el mundo entre marzo y abril.
Si a esa supuesta noticia se suma el bulo –desmentido hace tiempo– de que se están utilizando células de fetos abortados para conseguir una vacuna para la COVID-19, la intencionalidad es tan clara como inverosímil: la OMS, Bill Gates, Barack Obama y, por supuesto, el Gobierno “social-comunista” de nuestro país forman parte de una estrategia global para laminar la defensa de la vida y los valores cristianos de la sociedad mundial.
De hecho, HazteOir sostiene en sus redes sociales que “la gestión mundial de la pandemia pone en entredicho la labor sanitaria de la ONU y pone de manifiesto aún más su sesgo ideológico (abortista)”. Para ello utiliza el hashtag (promovido por Vox y su entorno) #YoSoyLaResistencia. Entre los actuales gestores de la comunicación del partido de Santiago Abascal se encuentra Gabriel Ariza, antiguo director de Infovaticana e hijo del fundador de Intereconomía (y otro de los valedores de la teoría de la conspiración), Julio Ariza.