Los lobos españoles, a salvo (de momento) de la rebaja de protección que ha decidido la UE

Raúl Rejón

25 de septiembre de 2024 22:14 h

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Los lobos españoles pueden aullar a salvo, de momento. La rebaja de su protección que han votado este martes los estados de la Unión Europea no va a traer partidas de caza inminentes, aunque, a partir de ahora, se convierta en más munición política.

“No hay ninguna consecuencia rápida y directa en nuestra regulación de la especie”, confirman fuentes del Ministerio de Transición Ecológica a elDiario.es. Esto significa que el lobo permanece en el Listado de Protección Especial (LESPRE) al que se incorporó en septiembre de 2021. Estar en la lista salva a todas las manadas de España, tanto al norte como al sur del río Duero.

En este sentido, Theo Oberhuber, de Ecologistas en Acción, entiende que “al estar la especie en España en un estado de conservación desfavorable, es razón sobrada para mantener el actual nivel de protección”. De hecho, abunda, “con ese estado desfavorable no sería viable rebajarlo”.

La degradación del estatus del lobo tiene que pasar por otra votación este jueves y la Convención de Berna el próximo diciembre antes de que pudiera incorporarse a la ley europea –la directiva Hábitats–. Pero la modificación de esa normativa es lo que busca la posición defendida por la Comisión Europea y en especial su presidenta, Ursula von der Leyen.

Precisamente esa directiva ha salvado al lobo de sendos planes de caza desarrollados en regiones de Austria (en Tirol) y España (en Castilla y León). El Tribunal de Justicia Europeo tumbó en julio pasado tanto el permiso de control letal de lobos en el país centroeuropeo como la norma castellanoyleonesa que autorizó matar 339 lobos entre 2019 y 2022. En el caso español, los magistrados sentenciaron directamente: “La ley regional es contraria a la directiva”.

Mientras los jueces deliberaban sobre estos casos (antes de emitir los fallos), la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sorprendió al presentar e impulsar una revisión a la baja de la protección del lobo. A las presiones del sector ganadero (uno de los grupos que protagonizaron las tractoradas del sector primario contra la normativa ambiental europea a comienzos de año), se le sumó la muerte de su caballo Dolly en diciembre de 2022 por el ataque de un lobo.

Para la federación de organizaciones ambientalistas Oficina Europea del Medio Ambiente, esto ha supuesto una cierta “venganza” de la política alemana contra los lobos. “Ha utilizado su influencia para cambiar la legislación de la Unión Europea mediante acuerdos por la puerta de atrás”, han analizado tras conocerse la votación.

La propuesta de Von der Leyen ha salido adelante gracias a un cambio de posición “repentino” de Alemania, según describen desde la negociación. Únicamente España e Irlanda (donde la persecución por los humanos extinguió la especie a finales del siglo XVIII) se han opuesto a rebajar la salvaguarda de los lobos.

Pero si los lobos en España pueden estar todavía más o menos tranquilos, la decisión comunitaria de este miércoles ha dado munición a los sectores que pretenden que se cambie esa situación.

Munición política

Este mismo miércoles, la consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno vasco, Amaia Barredo, del PNV, ha confirmado que ha pedido al Ministerio de Transición Ecológica que se rebaje la protección del lobo al norte del Duero. “El estado de conservación [allí] es favorable. No tiene por qué tener una máxima protección”, ha afirmado.

En este sentido, la patronal agraria ASAJA ha expresado este miércoles que la votación en Europa “es esencial para que se pueda modificar la directiva Hábitats y poner fin a la indefensión de los ganaderos”. Además han aprovechado para decir que “el Gobierno español abandona a los ganaderos”. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), por su parte, ha dudado de que el episodio “se traduzca en medidas del Ejecutivo español” porque “Europa obliga a mínimos de protección” y España “está en máximos”.

La que también se ha apuntado a aplaudir el acuerdo para reducir la protección de los lobos ha sido la Federación Española de Caza. “Esperamos que el Gobierno saque al lobo del listado de especies protegidas y ponga en marcha un plan de gestión de la especie”, han valorado. Un plan de gestión, inciden, que implique “un control cinegético” de los lobos. Traducido: que haya cacerías de lobos bajo la justificación de “garantizar su conservación y la coexistencia con la ganadería”.

En esta situación sobrevuela la proposición de ley del PP admitida a trámite en abril de 2024 que busca modificar en España el nivel de salvaguarda del Canis lupus. “La población del lobo es cada vez mayor, por tanto, no debería ser necesario mantener unas medidas tan estrictas de protección”, describe el texto legal remitido al Congreso. La medida esencial de la proposición, que tiene tres artículos, es eliminar el lobo al norte del río Duero del Listado de Protección Especial.

“El mensaje que llega desde Europa es embarazoso”, analiza el encargado de las políticas de biodiversidad de WWF en Bruselas. Sabien Leemans lamenta todo este proceso orientado a “aguar el nivel de protección” de una especie como el lobo. “¿Cómo podemos ir diciendo a otras partes del mundo que deben proteger la naturaleza; convivir y proteger a tigres, leones o elefantes mientras no somos capaces de convivir con nuestros lobos?”, remacha.