Agosto nos brinda la oportunidad de presenciar uno de los fenómenos astronómicos más bonitos del año: la Superluna del Esturión. Este evento, que tendrá lugar a partir del lunes 19 de agosto, promete iluminar el cielo nocturno con una Luna más grande y brillante de lo habitual, fascinante tanto como para los observadores casuales como para los astrónomos aficionados.
Una superluna ocurre cuando la Luna llena coincide con su perigeo, es decir, con el punto más cercano a la Tierra en su órbita elíptica. La órbita de la Luna alrededor de la Tierra no es un círculo perfecto, sino una elipse, lo que significa que la distancia entre la Luna y la Tierra varía a lo largo del mes. Cuando la Luna está en el perigeo, puede estar a menos de 360.000 kilómetros de la Tierra, hasta 50.000 kilómetros más cerca de nuestro planeta que durante su apogeo (el punto más lejano). Esta proximidad hace que el satélite parezca hasta un 14% más grande y un 30% más brillante en el cielo, según recogía el Instituto de Astrofísica de Canarias, aunque a simple vista estas diferencias pueden ser sutiles.
La Superluna del Esturión aparecerá el 19 de agosto a las 14:25, y alcanzará su máximo esplendor durante la madrugada de ese lunes y las noches siguientes. Será la primera superluna del año.
Cómo y dónde ver la Superluna
Para observar la Superluna del Esturión, es recomendable buscar un lugar con poca contaminación lumínica. Las áreas rurales y las reservas naturales son ideales para disfrutar del cielo nocturno sin las distracciones de las luces urbanas.
El mejor momento para ver la superluna será al anochecer, cuando comienza a elevarse sobre el horizonte, y durante la madrugada, cuando alcanza su punto más alto en el cielo. En estos momentos, la Luna puede parecer aún más grande debido al efecto de ilusión lunar, donde el tamaño aparente de la Luna está aumentado cuando está cerca del horizonte.
Aunque no se necesita equipo especial para ver el espectáculo lunar, unos binoculares o un telescopio pueden mejorar la experiencia, porque permiten apreciar con más facilidad los cráteres, montañas y otros detalles de la superficie lunar que son más complicados de observar cuando el satélite está más alejado de la Tierra o en otra fase lunar.
La fascinación por la superluna no es solo científica, sino también cultural. A lo largo de la historia, las lunas llenas han sido objeto de mitos, leyendas y celebraciones. La Luna del Esturión, en particular, simboliza un periodo de abundancia y prosperidad para las comunidades nativas norteamericanas que dependían de la pesca. El nombre del fenómeno proviene de las tribus nativas americanas que pescaban grandes esturiones en los Grandes Lagos, entre la frontera de lo que ahora son Estados Unidos y Canadá, con más facilidad durante estas fechas estivales gracias a la luz de la Luna.