Martin Luther King, pastor protestante y líder de los derechos civiles; Dietrich Bonhoeffer, teólogo luterano asesinado por oponerse al nazismo; Paul Schneider, pastor pasado por la cámara de gas en Buchenwald; Tikhon, patriarca ortodoxo de Moscú, que se opuso a las purgas bolcheviques y murió envenenado en 1925; Pável Florenski, sacerdote ortodoxo ruso fusilado en Leningrado en 1937; Janani Jakaliya Luwum, arzobispo de la Iglesia anglicana de Uganda, asesinado en 1977 por el régimen de Idi Amin; Paulos Amer Iskander, sacerdote siro-ortodoxo decapitado en Mosul en 2006; incluso Martín Lutero, el responsable del Cisma protestante y que ha sido calificado por Francisco como “un auténtico reformador”. Son algunos de los cristianos que, de prosperar la propuesta lanzada por el Papa, podrían ser reconocidos como Testigos de la Fe, una suerte de canonización de cristianos no católicos de cara al Gran Jubileo de 2025. Por el momento, líderes no cristianos como Gandhi quedarían fuera.
El anuncio fue lanzado hace unos días por el prefecto del Dicasterio para la Causa de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, quien informó que el Papa había pedido restituir de forma estable la Comisión para los testigos de la fe, que creada por Juan Pablo II en el año 2000 y posteriormente fue paralizada por Roma.
La Comisión tendría la finalidad de reconocer las biografías de personajes, fuera de la Iglesia católica, que se distinguieron por un testimonio de fe. “Se trataría de destacar figuras de hombres y mujeres que, aunque no fueron canonizados, manifestaron con fuerza su fe”, explicó Semeraro. La comisión podría haber sido encargada a la Comunidad de Sant'Egidio, cuyo fundador, Andrea Riccardi, es un experto en mártires cristianos, especialmente en el siglo XX. De hecho, en el año 2000 se había elaborado una lista con biografías de personas que hablaban a todo el mundo cristiano, no solo al católico. Esa lista acabó cogiendo polvo en los archivos vaticanos y ahora podría ser recuperada.
Esta comisión no ayudaría al Papa en el proceso de beatificación o canonización de santos pues ese título está reservado solo a católicos, sino que se parecería mucho a la dinámica que se sigue en Israel para declarar Justo entre las Naciones a aquellos no judíos que se distinguen por su moralidad y su defensa del pueblo judío.
Semeraro puso en concreto el ejemplo de Bonhoeffer, a quien “la Iglesia no proclama mártir porque no era católico”. Sin embargo, “es una figura emergente como testigo cristiano. Y como Bonhoeffer hay muchos otros. La santidad no siempre es inmediatamente evidente a los ojos de los fieles. Nuestro servicio es sacarla a la luz”, explicó del prefecto de las Causas de los Santos, quien sustituyó al defenestrado cardenal Becciu en el Vaticano tras el escándalo financiero que hoy le ha llevado ante los tribunales.
Toda la información en www.religiondigital.org