Itziar Prats, la madre de las dos niñas asesinadas por su padre en Castellón hace un mes, denunciará a todas las administraciones que no atendieron su llamada “de socorro” si éstas no asumen “voluntariamente” su responsabilidad.
“No encontré amparo. Ya es tarde para mí. Es tarde, sobre todo, para Nerea y Martina, irremediablemente”, ha lamentado en un comunicado que hoy ha leído en la sede del Defensor del Pueblo su abogado, Gabriel Rubio, ante la “imposibilidad” de hacerlo ella misma, ya que, aunque tenía la intención de acompañarle, finalmente ha optado por permanecer en otra sala.
Itziar ha relatado su periplo por distintas instituciones a las que acudió ante las amenazas del asesino, del que estaba en proceso de divorcio. “Él nunca admitió nuestra separación, y menos que la decisión de hacerlo fuera mía”, afirma.
“Cuidado con lo que haces, vais a terminar todos muertos y yo en la cárcel”, avisaba el agresor.
Sin embargo, pese a que fue a todas las instituciones con el “respeto a todas las normas” y con las “actuaciones y protocolos que el sistema facilita”, no funcionaron. “Mi vida es de servicio a los demás, pero cuando yo he pedido socorro no he recibido ayuda”, ha censurado esta educadora social.
A pesar de su “irreparable desgracia”, ha querido aportar su “grano de arena” para “contribuir a un cambio en el futuro” y ha reclamado una mayor educación en igualdad, más medios para los juzgados, mayor coordinación entre los agentes implicados en esta lucha y que, en casos de crisis matrimoniales, se someta al maltratador a un seguimiento, tratamiento y reeducación.