Últimamente repiten su nombre cada vez que son preguntados por su opinión sobre el aborto. Algunos líderes del Partido Popular, entre ellos el propio Pablo Casado –en El Objetivo del pasado domingo– o el secretario general, Teodoro García Egea, acumulan en los últimos días varias referencias a Red Madre, la asociación que reiteran como ejemplo de su discurso sobre la maternidad. La ONG, que ofrece ayudas a embarazadas, es uno de los grandes colectivos antiabortistas en España, que suelen presentarse como garantes del apoyo a las mujeres al tiempo que emprenden una férrea campaña contra el derecho al aborto. De hecho, es una de las organizadoras de la llamada 'Marcha por la Vida' a la que, precisamente, acudieron varios representantes populares el pasado domingo.
La fundación, nacida en 2007 y presente en varias ciudades, se define en su página web como una red de ayuda a las mujeres “para superar cualquier conflicto surgido ante un embarazo imprevisto”. Así, bajo el lema “nunca estarás sola”, ofrece a las mujeres recursos materiales, como leche o pañales, asesoramiento legal y psicológico, “acompañamiento emocional” y cursos de formación, según especifica en su memoria de 2017. Red Madre es la asociación de este tipo que más dinero público ha recibido, hasta alcanzar 1,2 millones de euros entre 2014 y 2018, según figura en el Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones.
Su actividad y el mensaje que enarbola, aparentemente neutro, esconde sin embargo un duro discurso contra la interrupción voluntaria del embarazo. De hecho, presume de que “más del 90%” de las mujeres que “estaban pensando en abortar han decidido continuar con su embarazo”. Aunque apela “a la libertad de la mujer”, en palabras de su directora general Amaya Azcona en conversación con eldiario.es, califica la ley actual aprobada en 2010, de plazos, como “un fracaso absoluto” porque “califica como derecho algo que no lo es: que la mujer acabe con la vida de su hijo”.
Azcona pertenece a la Comisión Ejecutiva de Red Madre, formada además por su presidente, el secretario y Benigno Blanco, uno de sus vocales y expresidente del Foro Español de la Familia, adalid de la lucha contra el aborto, la eutanasia y el matrimonio igualitario y en defensa de la “familia tradicional”. También entre sus vocales hay nombres como el de Adolfo Suárez Illana, hijo del expresidente Adolfo Suárez, que ha sido nombrado recientemente número dos de la candidatura de Casado a las generales, o Alberto Ruiz Gallardón, exministro de Justicia entre 2011 y 2014. Suárez Illana es, de hecho, simpatizante de la campaña One Of Us, una iniciativa antiabortista europea puesta en marcha en 2013 para pedir “la protección del embrión humano desde su concepción”.
También figuran entre los patronos Juan Pablo Lázaro, vicepresidente de la CEOE, Francisco Vázquez, exalcalde de A Coruña por el PSOE y exembajador ante la Santa Sede o María Calvo Charro, docente en la Universidad Carlos III de Madrid y defensora de la educación diferenciada entre niños y niñas y “la importancia de la figura paterna en la educación de los hijos”. Charro es una de las pocas mujeres que forman parte del patronato, que es claramente masculino, con 14 hombres y tres mujeres, según aparece en su página web.
La ley Gallardón, “insuficiente”
Gallardón, uno de sus patronos, se vio obligado a dejar su cargo tras el fracaso que vivió su proyecto de ley sobre el aborto. En 2014, el rechazo social logró que el PP cejara en su intento de reformar la norma para introducir la más restrictiva de la democracia, incluso más que la de 1985, de supuestos. Aunque en las últimas semanas Casado evita pronunciarse sobre si quiere introducir alguna modificación legislativa similar, lo cierto es que, hasta ahora, ha mantenido siempre su posición de regresar a esa ley, aprobada por Felipe González. Desde Red Madre apuntan a que ni siquiera esta sería una reforma adecuada. “Las leyes que abren el camino a abortar con impunidad no son buenas”, reitera Azcona.
El vínculo entre Red Madre y el Foro Español de la Familia no solo se reduce a que su expresidente es ahora miembro del patronato de la primera, sino que ambas organizaciones se unieron para hacer las alegaciones al proyecto de ley fallido de Gallardón. Un intento que calificaron de “primer paso”, pero “insuficiente” para “conseguir llegar al objetivo irrenunciable para el Foro de la Familia y Red Madre: un país sin abortos, una nación con leyes que protejan siempre y sin excepción alguna la vida del nasciturus y el derecho de toda mujer a ser madre”. Así, entre sus consideraciones críticas incluyeron su oposición a que el aborto forme parte de la cartera básica de servicios del sistema sanitario.
Afirmaciones falsas y exageraciones
Este posicionamiento se deja entrever fácilmente en su página web, donde dedican la mayor parte de su contenido a mencionar supuestas consecuencias negativas del aborto con palabras como “drama”, “trauma” o “dolor”. “¿Pensando en abortar?”, se titula uno de los post que incluyen. Acto seguido, comienzan a citar “riesgos físicos”, “problemas de pareja”, “problemas para concebir otro hijo o para llevar a buen término un embarazo” o lo que llaman “síndrome post-aborto” que, aseguran, “muchas mujeres” sufren y que definen como “sentimientos de culpa, tristeza, depresión...”.
También se refieren al “sufrimiento del embrión”, del que señalan que “evade los instrumentos quirúrgicos que lo dañan durante el aborto” y aluden a que las jóvenes que prosiguen con su embarazo tienen “índices menores de ansiedad, de depresión, de abuso de sustancias como drogas o alcohol y de ideas suicidas” que las que deciden abortar.
“Ninguna intervención médica tiene riesgo cero, pero concretamente el aborto en las primeras 14 semanas, que son la mayoría, tiene un riesgo mínimo, incluso menos que una operación de apendicitis”, explica la ginecóloga Isabel Serrano, que apunta a “las falsedades y exageraciones” que nombra Red Madre en su web. “Citan como pastilla para abortar un anticonceptivo, ponen en discusión que los abortos generan problemas futuros para concebir o hablan del sufrimiento del embrión y es mentira”. Cada mujer es diferente, prosigue la experta, y todo depende de su situación, pero “los problemas vienen más motivados por mensajes tremendistas como estos, por la estigmatización y la criminalización que por practicar un aborto seguro y acompañada”.
Las falsedades se complementan en la web de Red Madre con supuestos testimonios negativos de mujeres que decidieron abortar y positivos de las que siguieron con su embarazo. “La sensación es de que te vacían de cintura para abajo, como si te arrancaran los órganos”, atribuyen a una mujer que supuestamente se ha sometido a la interrupción voluntaria del embarazo sin mencionar que los abortos se realizan con anestesia o sedación. “No hay día que no me acuerde de mi bebé”, “tenía cita para abortar a mi hijo sin haberlo solicitado”, “yo iba camino del quirófano cuando me arrepentí”, “la decisión de abortar me hacía un daño terrible” o “sigo llorando todas las noches por ese hijo no nacido” son algunas de las frases.
Acoso en las clínicas
Muchos de los grupos que trasladan este tipo de mensajes y ofrecen ayudas a mujeres embarazadas, al estilo de Red Madre, son los que en varias ciudades de España se sitúan a las puertas de las clínicas en las que se practican abortos para interceptar e intentar convencer a las mujeres para que no entren. Ahora, el Defensor del Pueblo ha comenzado a investigar la situación, denunciada desde hace años por los profesionales. “Nosotras no lo hacemos, preferimos que las mujeres nos encuentren por otras vías: los teléfonos o las redes sociales”, explica Azcona, que prefiere no responder a qué le parece la presencia de esos grupos en las clínicas.
“Nosotros pedimos un Pacto de Estado por la maternidad y una ley de apoyo y protección porque la maternidad está penalizada. Con ello evitaríamos que muchas mujeres se vieran abocadas al aborto”, explica Azcona. Justo esta es la propuesta que el PP lleva semanas enarbolando y el mensaje que intentan últimamente colocar sus líderes cuando son preguntados por su posicionamiento sobre la interrupción voluntaria del embarazo. Entre las medidas que incluye la ley, se encuentra la polémica propuesta de retrasar la expulsión de mujeres en situación irregular si dan en adopción a sus hijos.