Madrid deja dos días sin comida a cinco docentes encerrados

Lo que empezó el martes como una reunión para hablar sobre el decreto con el que la Comunidad modifica la selección de profesores interinos ha acabado en un encierro y una obligada huelga de hambre de dos días para cinco representantes sindicales. Otras dos personas han abandonado ya el encierro, una mujer embarazada y otra que sufrió una fuerte lipotimia. El personal de la Consejería de Educación ha impedido en todo momento el ingreso de alimentos por una “disposición general de la Comunidad de Madrid”, según informaron a los encerrados. El Juzgado número 38 de Madrid ha dictado este jueves por la tarde un auto en el que obliga a la Consejería a permitir que los encerrados se alimenten. Tras una inicial interpretación restrictiva por parte de la Consejería, los encerrados han hecho valer los informes del SAMUR para poder cenar, algo que finalmente han conseguido después de un segundo auto judicial.

“Es una situación inaudita, una falta de respeto que pone en evidencia la prepotencia con la que se maneja la Consejería”, explica Héctor Adsuar, devenido portavoz de los encerrados. Son tres mujeres y dos hombres, de CC OO y UGT, quienes permanecen en la sala de negociaciones de la Mesa Sectorial en el edificio de la calle Santa Hortensia 30 que pertenece a la Consejería de Educación. CC OO ha denunciado ante el Juzgado de Guardia a la consejera, Lucía Figar, y a la Directora General de Recursos Humanos de la Consejería por desatención de carácter humanitario y trato vejatorio.

“Estamos un poco preocupados por una de las compañeras que ha sufrido un desvanecimiento y que tenía varios miembros dormidos. Tuvo un ataque de ansiedad cuando no la dejaron pasar al baño porque sospechaban que podían pasarnos comida por la ventana”, relata Adsuar. Asegura que cuando recorren el pasillo que los separa del baño siempre van acompañados por agentes de seguridad. No entra comida ni nadie. Han negado el acceso al abogado de CC OO y a dos diputadas de la Asamblea de Madrid.

Una reunión inacabada

El martes, con los representantes de CC OO, UGT, ANPE y CSI-F y la directora de Recursos Humanos en la mesa, era evidente que la negociación no avanzaba, “Prácticamente se nos vino a decir que esto es lo que hay, nos guste o no”, explica Isabel Galvín, Directora de a Federación de Enseñanza de CC OO Madrid. “En la reunión no había nadie con verdadero poder de negociación. El mensaje fue que no iban a mover ni una coma del decreto”, se queja Héctor Adsuar.

El decreto al que hace referencia es el que presentó hace unas semanas la consejera Lucía Figar, en el que se dispone que a partir de ahora los profesores interinos se elegirán de una lista elaborada con criterios muy diferentes a los actuales. La nota de la oposición significará un 80% de la puntuación máxima, mientras que la experiencia docente y otros méritos (formación académica, conocimiento de idiomas) contarán un 15 y un 5%, respectivamente. Hasta ahora la experiencia era lo más valioso (46,8%), mientras que la prueba de conocimientos sumaba un 36,1% y el capítulo “otros méritos”, un 16,1%.

Como el atolladero no se resolvía, la directora decidió unilateralmente ausentarse a las cinco de la tarde, y convocar una reunión para la mañana siguiente. Cinco representantes sindicales de CC OO y UGT se quedaron entonces en “reunión permanente” a la espera de algún tipo de propuesta de la Consejería en vistas a la reunión del día siguiente, que horas después fue desconvocada por Educación.

Desde entonces no hay comunicación con la Consejería. “La directora no me ha devuelto las llamadas, y la consejera está desaparecida”, asegura Galvín. “Un representante de Educación ha hablado con nosotros el primer día pero sólo para exponernos las condiciones del encierro”, asegura Adsuar.

Antes de la decisión judicial, la policía se ha acercado para intentar persuadir a los guardias (son de una empresa privada) de que permitieran el ingreso de comida. La respuesta fue que la orden había llegado “desde muy arriba” y que no podían hacer nada. Para apoyar esa tesis se acercó hasta allí el director general de Seguridad de la Comunidad de Madrid, que aseguró a los encerrados que continuarán prohibiendo la entrada de comida, mantas o ropa “a menos que un juez lo decida”.

Fuera crecen los apoyos y se han convocado manifestaciones frente al edificio a través del hashtag #encierroeducacionmadrid, que sigue el minuto a minuto del encierro en Twitter. Dentro, la situación empeora con las horas, aunque los encerrados aseguran estar fuertes y convencidos de quedarse todo el tiempo que haga falta. “Nos dicen que están fuertes, pero esta mañana a uno de ellos le dio un ataque de ansiedad”, cuenta Galvín, que está en contacto permanente con ellos. “Ayer tuve que pedirle a una persona que saliera porque estaba poniendo en riesgo su salud. Ese es nuestro límite. ¿Cuál es el de la Consejería?”, se pregunta.