El último hospital de gestión privada de Madrid le ha costado al Gobierno de Ignacio González 18,9 millones de euros incluso antes de empezar a funcionar. El centro de Collado Villalba se abrirá 22 meses después de lo previsto. Si se inaugura en octubre, como ha prometido este miércoles el presidente Ignacio González, la factura para la contratista IDCSalud habrá sumado ya casi 20 millones por mantenerlos clausurado. Todo antes de haber atendido a un solo paciente, sin una consulta realizada, ni una urgencia atendida ni una inteverción quirúrgica realizada. Ahora comenzará a pagarse la asistencia médica a razón de 577 euros al año por cada vecino asignado por la Consejería de Sanidad al hospital villalbino. Unos 64 millones al año.
Víctima del modelo privatizador de la asistencia sanitaria, el hospital de Collado Villalba ha sufrido los vaivenes económicos y financieros, y las decisiones sobre él se han tomado independientemente de las necesidades y planificaciones sanitarias. El exconsejero madrileño Javier Fernández Lasquetty, en su programa de recortes de noviembre de 2012, decidió “retrasar la apertura hasta finales de 2013 para evitar el gasto”.
El hospital, al que habían adscrito 109.000 vecinos, estaba casi terminado. Con todo, Lasquetty había avisado a IDCSalud de este plan más de tres meses antes, en julio de aquel año. Y les hizo firmar una conformidad poco antes de anunciar los recortes. Además, les destinó unos 900.000 euros al mes para “mantenimiento”. El compromiso escrito recogía la siguiente fecha de inauguración: el 15 de diciembre de 2013.
Pero cuando se aproximaba el plazo, Fernández-Lasquetty de nuevo decidió que no activarían el hospital porque, según calculó, hacerlo costaba “4,5 millones al mes”. En realidad cuesta más, porque el contrato que él rubricó con la empresa adjudicataria establecía un pago para 2013 de 63,3 millones, es decir, unos 5,2 millones al mes. Toda la adjudicación, que se pensó para 30 años, asciende a 1.817 millones. Eso sí, estos dos años se ya han contado como parte del contrato. La factura por el hospital fantasma siguió corriendo otros nueve meses.
La asistencia médica especializada en la zona ha estado 22 meses al dictado de las cifras de explotación, presupuestos y recortes. Tanto es así que el propio Ayuntamiento de Villalba, dirigido por Agustín Juárez, del PP, no dudó en aplicarle a la obra el Impuesto sobre Construcciones y Instalaciones para recaudar más de dos millones de euros, ya que el presupuesto de ejecución material que calculó su arquitecto municipal fue de 54,1 millones. IDCSalud recurrió porque pensaba que una infraestructura sanitaria así estaba exenta de impuestos, pero el Consistorio le negó ese privilegio. “Esta pensado para autovías o presas hidráulicas de gran interés general”, justificó.
Un portavoz de IDCSalud ha confirmado a eldiario.es que “en tres semanas desde que nos den luz verde, el hospital estará totalmente operativo”.
Competencia entre hospitales
Este centro hospitalario nacerá, geográficamente, entre otros dos ya en funcionamiento y de gestión directamente pública. El de El Escorial y el Puerta de Hierro-Majadahonda. La propia Consejería de Sanidad lo publicitó así: “Evitará que tengan la obligación de desplazarse al hospital de El Escorial o al nuevo Hospital Puerta de Hierro-Majadahonda”.
No es la primera vez que un hospital adjudicado a una empresa se sitúa en medio de un área ya cubierta. En este caso, el nuevo centro de IDCSalud abarca las poblaciones de Collado Villalba, Becerril de la Sierra, Collado Mediano, Alpedrete, Moralzarzal, Cercedilla, Los Molinos, y Navacerrada. Su asistencia se solapa directamente con la del hospital de El Escorial, que es 100% público, y que atiende a localidades ahora dependientes del nuevo hospital como son Los Molinos, Becerril, Collado Mediano, Cercerdilla y Navacerrada. Ambas ciudades distan 20 kilómetros.
Además, el gran centro de Puerta de Hierro, gestionado en lo médico de manera pública, está atendiendo ahora a Collado Villalba.
En un caso similar, el hospital Rey Juan Carlos de Móstoles –de gestión privatizada y bajo dirección, también, de IDCSalud– nació a escasa distancia del Hospital Universitario de Móstoles –de gestión pública– cuya actividad se ha visto mermada, según se recoge en sus memorias anuales, desde la inauguración del hospital Rey Juan Carlos.