Bakú, 18 nov (EFE).- “Urgencia” ha sido una de las palabras más repetidas por los mandatarios de la COP29 este lunes con el objetivo de que los países alcancen grandes acuerdos financieros para frenar la emergencia climática, mientras niños de todo el mundo demandan el cuidado sin demora de la naturaleza, que les ha dado hasta ahora de comer y beber.
Este lunes, que comienza la semana más política de la cumbre, el secretario ejecutivo de ONU Cambio Climático, Simon Stiell, pidió a los países presentes en Bakú “ir al grano” en las negociaciones, con el objetivo claro y firme de alcanzar acuerdos que permitan frenar ya la emergencia climática.
“Los faroles, las tretas y los planes preconcebidos hacen perder un tiempo precioso y merman la buena voluntad necesaria para un paquete ambicioso”, señaló Stiell, quien solicitó resolver cuanto antes “las cuestiones menos polémicas”, y poder dar así tiempo suficiente para las “grandes decisiones políticas”.
“No podemos perder de vista el bosque porque nos peleemos por árboles individuales -dijo-, y tampoco podemos permitirnos un brote de ‘tú primero’ en que grupos de partidos se atrincheran y se nieguen a avanzar en un tema, hasta que otros avanzan en otro”.
En la misma línea urgente, el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, apeló a la “solidaridad” y a la “responsabilidad” de países que realizaron “enormes progresos económicos” en las dos últimas décadas para que contribuyan a la meta de financiación que se negocia en la COP29.
“Hay que hacer más en el ámbito de las contribuciones voluntarias a la meta de financiación con la que los países ricos -y mayores responsables del calentamiento global- están llamados a costear la acción climática en el Sur Global”, pidió Hoekstra.
Por otra parte, fuentes de la delegación del Ejecutivo español en la COP29 avanzaron hoy el compromiso climático que puso sobre la mesa la actual Administración estadounidense, justo en sus últimos días de Gobierno, previo paso al previsible cambio de rumbo climático del mundo, tras la victoria de Donald Trump como presidente de EEUU.
Y todo esto sin perder de vista el papel de la Unión Europea (UE) como locomotora de la acción climática en el mundo, con el compromiso financiero de aumentar el nuevo objetivo colectivo cuantificado (new collective quantified goal, o NCQG) y mayores flujos financieros junto al sector privado frente a la crisis climática.
En este punto, las mismas fuentes han apuntado el fuerte compromiso de la Unión Europea para continuar con más dinero para seguir, porque solo con la financiación pública no será suficiente para lograr economías más resilientes.
Pero no todo ha sido política, por primera vez, la COP29 tiene un día especial dedicado a los más pequeños, y hoy niños y niñas de países vulnerables como Tanzania (África) o Colombia (América) alzaron su voz para reclamar su derecho a un mundo saludable y pidieron a los adultos que les escuchen de una vez: “Dejad vivir a nuestros árboles, bosques y mares”.
“No queméis nuestros bosques, no cortéis nuestros árboles”, manifestó emocionada Georgina, una niña de Tanzania, de 10 años, tras alertar de los embates climáticos que está sufriendo el paisaje del Kilimanjaro y la naturaleza del entorno que les ha dado hasta ahora de comer y beber.
“Mi voz es la de millones de niños de todo el mundo cuyas vidas se están viendo afectadas por el cambio climático”, añadió Georgina durante el acto organizado por Unicef en la cumbre climática COP29.
Otro de los actos del día lo protagonizó la presencia de un gato, que se ha colado durante la mañana en la reunión de coordinación de ministros europeos, situándose en el centro de la sala y llamando la atención de todo los presentes, antes de que fuera retirado de la sala.