La Comunitat Valenciana ha vuelto a ser el escenario de uno de los peores temporales desde que existen registros, esta vez con un balance de destrozos y víctimas mortales –al menos 158, en la tarde de este jueves– sin precedentes en este siglo en España. Una tragedia que se suma a las que esta región mediterránea viene acumulando en el último medio siglo: de las cinco inundaciones más catastróficas que han sucedido en nuestro país anteriores a la actual DANA, cuatro han caído sobre el corredor que va desde Murcia hasta Valencia.
El litoral mediterráneo es la zona cero de la España inundable, un censo que abarca al menos un millón de viviendas que se levantan en zonas de riesgo de anegación, según una investigación publicada por elDiario.es en 2023. Esto supone un 4,3% del parque de vivienda total, que en València asciende al 5%; en Alicante, el 5,7%, en Castellón, el 7,2%, y en Murcia, hasta el 17%. En conjunto, en las cuatro provincias hay 310.000 domicilios construidos en zonas inundables (un tercio del total en España), algunos de los cuales aparecen este miércoles en vídeos y fotografías de los estragos causados por la gota fría.
El siguiente mapa elaborado por este diario permite consultar calle por calle qué edificios anegados en las inundaciones de la DANA se encontraban bajo amenaza de inundación litoral.
Precisamente, este paisaje de desolación que ha dejado tras de si la DANA en València coincide a menudo con el mapa de zonas inundables. Muchas de las imágenes publicadas en las últimas 24 horas de las riadas producidas en las provincias de Valencia, Castellón, Albacete, Alicante o Cuenca se ubican en zonas de riesgo de anegación, según ha comprobado este periódico. Además, que una edificación no aparezca en el mapa no quiere decir que no esté expuesta al riesgo, ya que el análisis toma como referencia las probabilidades medias u ocasionales de inundación (lo que se conoce como período de retorno de 100 años).
Las imágenes de ríos y torrentes desbordados a su paso por municipios de la Comunitat Valenciana como Utiel, Beniparrell, Aldaia, Vinaròs o Alzira, o en localidades de Castilla-La Mancha como Mira o Letur, se corresponden con las calles y urbanizaciones que aparecen en los perímetros de la España inundable, tal y como puede verse debajo.
Desde la década de los 60, el litoral mediterráneo ha crecido en población en distintas oleadas, al calor de su dinamismo económico, y a menudo lo ha hecho con nuevas urbanizaciones en perímetros anegables. No solo por la proximidad del mar, sino también por la existencia de numerosas ramblas y barrancos que suelen estar secos durante todo el año, pero que en cuando se concentran lluvias torrenciales tienden a desbordarse con facilidad.
“Los barrancos tienen un funcionamiento efímero, asociados a una climatología mediterránea de lluvias irregulares, lo que hace que en zonas con una fuerte presión demográfica, se acaben ocupando con facilidad”, señala Alfredo Pérez-Morales, geógrafo de la Universidad de Murcia y autor de varias publicaciones sobre riesgo de inundación.
En general, los expertos consultados achacan este crecimiento urbanístico en zonas inundables de la costa a la falta de una regulación estricta. Durante años, coinciden, los ayuntamientos y las comunidades autónomas –estas últimas tienen competencias en ordenación del territorio– dieron facilidades a la construcción en áreas cercanas a ríos y en zonas costeras, hasta que en 2007 se adaptó en España la primera normativa europea sobre gestión de inundaciones.
Aun así, los mapas cartográficos para la península tardaron todavía unos años, y hasta 2016 no se publicó la delimitación de lo que se conoce como Zonas de Flujo Preferente, que son aquellas áreas con mayor potencial de sufrir desperfectos por riadas y en las que ahora se establecen más restricciones a la hora de edificar.
Un cóctel que se une a la frecuente presencia del fenómeno conocido como DANA (gota fría), masas de aire polar en altura que se separan del flujo atmosférico y pueden generar fuertes tormentas al chocar con el aire más cálido y húmedo, generalmente del mar Mediterráneo.
Los datos revelados por elDiario.es señalan que el porcentaje de viviendas construidas en zona inundable en las 12 provincias que dan al Mediterráneo ha sido siempre superior al del resto de España.
Una zona cero no solo por la amplitud de las zonas afectadas sino también por la violencia con la que se producen los episodios de inundación. El impacto de las riadas y marejadas se multiplica en la costa mediterránea, la zona que acumula más indemnizaciones del Consorcio de Compensación de Seguros.
Valencia lidera el ranking, con casi 600 millones de euros en indemnizaciones para ayudar a los afectados por las riadas en los últimos 30 años. Le siguen Alicante, con más de 500 millones, y Murcia, con 400 millones en indemnizaciones. Entre las tres provincias acumulan uno de cada cuatros euros destinados a indemnizar a los afectados por las inundaciones desde 1994.
Inundaciones propias de periodos de 500 años
Aun así, son también numerosos los municipios que han quedado arrasados por la DANA y que no aparecen en riesgo de inundación en el mapa elaborado por elDiario.es. Esto se debe a que los datos usados para ese reportaje, del que se extraía el millón de viviendas en peligro, son fruto de un cálculo conservador. Por un lado, porque incluye solo las inundaciones fluviales y marítimas, pero no las pluviales (las que tienen que ver con la configuración de la trama urbana, por ejemplo la capacidad de su alcantarillado).
Pero también porque coge como referencia el período de retorno de 100 años. Es decir, que siguiendo con el criterio de los expertos consultados, se optó por seleccionar los perímetros con posibilidades de sufrir una avenida cada 100 años, asumiendo que la emergencia climática puede acortar cada vez más esta ventana de tiempo. Sin embargo, algunos municipios anegados el miércoles en Valencia solo aparecen como inundables si se coge el periodo de retorno de 500 años, lo que da una medida de la magnitud del temporal. Es el caso, de hecho, de gran parte de la Horta Sud de València.
Ejemplos: el tren en Aldaia o el río Magro
Las imágenes de las riadas han llenado las redes sociales en las últimas 24 horas, en algunos casos con escenas extremas que han llamado especialmente la atención, como el rescate de una mujer y su perro en Utiel o los coches amontonados y las vías de tren destrozadas en la localidad de Aldaia. elDiario.es ha cotejado algunos de los inmuebles afectados con las zonas inundables extraídas de los mapas cartográficos.
El caso de la vecina que fue socorrida junto a su perro ocurrió en Utiel, cerca del río Magro, que de desbordó a su paso por el municipio. De hecho, también allí se ubica otro vídeo que ha circulado mucho por redes sociales, el de un vehículo policial arrastrado por el agua a su paso frente a una tienda llamada Bazar Cercano. Este comercio se encuentra al lado del río, en la calle inundable Héroes del Tollo.
Al sur de València se han desbordado además varios torrentes, entre ellos en del Picassent o el de Poyo. El primero ha causado estragos en localidades como Beniparrell, donde ha anegado varias calles y el polígono industrial Vereda Sur, que ya resultó afectado por aguaceros en 2020. Esta localidad tiene un 42% de sus casas en zona inundable.
En cuanto al segundo, el barranco del Poyo (también conocido como el barranco de Chiva, Catarroja o Torrente), que está unos kilómetros al norte, se da la circunstancia de que sus alrededores no aparecen como inundables en un período de retorno a 100 años. Sin embargo, sí es inundable si se coge como referencia el período de retorno de 500 años. “El encauzamiento tiene una capacidad suficiente para desaguar una avenida de 100 años, de 1.500 m3/s”, señala Luis Mediero, ingeniero especializado en hidrología de la Universidad Politécnica de Madrid. Un límite que se habría visto superado este martes a causa de la DANA.
Otro ejemplo, en este caso de una infraestructura afectada, es la vía de tren por el que discurre la línea de Cercanías a su paso por Aldaia, un municipio que ya de entrada cuenta con un 22% de hogares levantados sobre perímetros anegables. Ese tramo de vía, que ha amanecido lleno de agua y con múltiples desperfectos, está en zona de riesgo.
En los municipios de Letur y Mira, las inundaciones han dejado un paisaje de escombros y varias víctimas mortales. En Letur, una persona ha hallada sin vida entre los cascotes dejados por la riada. Se trata de la segunda persona que ha fallecido en Castilla-La Mancha como consecuencia de las fuertes lluvias vividas en la región, después de que se encontrara sin vida a una mujer de 88 años, en la localidad de Mira, en Cuenca, localidad también muy afectada por las inundaciones.
El fenómeno se repite en los desbordes producidos en la provincia de Castellón, donde varios municipios se han visto afectados por inundaciones repentinas tras las lluvias de este jueves, 31 de octubre. En Benicarló o Vinaròs, las imágenes compartidas en redes sociales muestran la fuerza de las aguas en su salida al mar.
A falta de tener un balance definitivo de la DANA, aquí tienes una crónica completa de lo sucedido en las últimas horas y los daños causados por el temporal. También puedes seguir la información minuto a minuto.