El mapa de la España sin niños: solo uno de cada diez municipios vio más nacimientos que funerales en 2021
Desde 2017, en España hay muchas más muertes que nacimientos. Con la pandemia hemos roto nuevos récords: el saldo vegetativo de la población –nacimientos menos defunciones– supuso una pérdida natural de más de 150.000 personas en 2020 (por la alta mortalidad del coronavirus) y 113.000 en 2021. Esto es, de cada 1.000 habitantes, España perdió cinco en los últimos dos años sin contar con las migraciones. Una nueva cifra que señala el retroceso demográfico en España con la peor tasa histórica de natalidad desde que existen estadísticas.
El traslado de este declive a los más de 8.000 municipios que conforman el territorio señala la brecha entre la España que se muere (más fallecidos que nacimientos) y la que todavía mantiene una puja demográfica. En 2021, solo uno de cada diez municipios (984 de los 8.131) vieron nacer más niños de madres residentes que funerales, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Todo esto en un año que ha registrado el récord negativo de nacimientos, la cifra más baja desde que existen registros, 1941.
Los datos dibujan un panorama demográfico en España en los últimos 25 años (desde que hay registros por localidades) con tendencias muy claras: en las zonas rurales del interior peninsular –la España vaciada– y el noroeste se muere mucha más gente de la que nace. Una tendencia que ya empieza a trasladarse a zonas urbanas y a algunas zonas costeras.
En 1996, solo los municipios de menos de 10.000 habitantes tenían un crecimiento vegetativo negativo. En 2021, la tendencia se repite en pequeños pueblos, ciudades medianas y grandes urbes en España: todas registran más muertes que nacimientos, como se puede ver en el siguiente gráfico.
Solo resisten al invierno demográfico el sur (más activo demográficamente) y las periferias de las grandes áreas metropolitanas frente al centro de las ciudades. Aunque la mayoría de municipios con saldo negativo son pequeñas localidades con menos de 1.000 habitantes, la mayoría de capitales de provincia ya registran este fenómeno.
Solo 6 de las 52 capitales de provincia vieron más partos que funerales en 2021: Murcia, Palma, Girona y Albacete, además de Ceuta y Melilla. En el gráfico se puede ver cómo el crecimiento vegetativo de algunas capitales de provincias se asemeja al de muchas zonas rurales. Por ejemplo, las ciudades de Cádiz, Palencia, León, Zamora o Salamanca registraron un crecimiento negativo del 0,5% de su población en 2021. Es decir, de cada 1.000 habitantes, han perdido más de cinco entre nacimientos y muertes.
Las cifras de los centros urbanos históricos más importantes señalan un trasvase hacia las periferias. Algunos de los municipios más activos demográficamente son los que bordean las grandes ciudades españolas.
Son los casos de municipios de áreas metropolitanas como Madrid, Barcelona, Sevilla o Pamplona. Por ejemplo, Valle de Egués, al borde de Pamplona, ha tenido un crecimiento demográfico del 2% anual en los últimos veinte años. Cifras similares a municipios como Arroyomolinos y Rivas-Vaciamadrid en Madrid, Bormujos en Sevilla o Sant Cugat del Vallès en Barcelona.
Los más de 8.000 municipios del país han evolucionado a un ritmo distinto. Mientras en algunos pueblos pequeños se han perdido más de 3 y hasta 6 habitantes de cada 100, de media al año, hay ciudades que llevan los últimos años registrando más nacimientos que defunciones. Es el caso de Roquetas de Mar, Parla o Lorca. En el siguiente buscador puedes ver la diferencia entre los nacimientos y muertes acumuladas desde 1996 en cada municipio y cuánto representa sobre su población.
18