Madrid, 23 nov (EFE).- Las asociaciones de la Marea de Residencias han vuelto a salir a la calle en una nueva manifestación este sábado para reclamar “Justicia para los 7.291 residentes que murieron abandonados sin asistencia sanitaria” durante la primera ola de la pandemia de coronavirus.
Unas 2.500 personas han marchado desde Cibeles, según la Delegación del Gobierno, y más de 5.000 según los convocantes, hacia la Puerta del Sol, donde las asociaciones han hecho un homenaje simbólico a las víctimas con claveles y guardado un minuto de silencio, además de agradecer a todos los colectivos que les apoyan, que “son muchísimos”, según la portavoz de la Marea, Carmen López.
Se estima que 7.291 mayores perdieron la vida en las residencias de la región por el llamado ‘Protocolo de la Vergüenza’, una decisión del Gobierno regional en la primera ola de pandemia que impedía derivar a los ancianos más dependientes a los hospitales, a cambio de medicalizar las residencias, lo que sin embargo no se hizo.
“Nuestras querellas siguen vivas, unas 100 aproximadamente siguen en juzgados de instrucción y hay unas 75 en recurso de amparo en el Tribunal Constitucional. También hemos enviado una denuncia a la Fiscalía para que actúe de oficio, con 109 denunciantes y 115 víctimas fallecidas”, ha explicado López.
“La respuesta de la Fiscalía ha sido que lo deriva a la Fiscalía regional y estamos todavía esperando qué dice, porque la fiscal Almudena Lastra ha tardado en darnos esa respuesta”, ha añadido.
La portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, ha dicho que “la justicia y la reparación a las familias de las 7.291 personas mayores que murieron en las residencias sin atención hospitalaria van a contar siempre con la voz de Más Madrid en la Asamblea para decirle a Ayuso a la cara toda la verdad”.
Las plataformas de familiares “son una inspiración para nosotros en esa lucha de la dignidad. Y con la perseverancia que ellos tienen, desde Más Madrid, vamos a seguir insistiendo por el derecho a la justicia y a la verdad de todas esas personas que murieron en las residencias”, ha añadido Bergerot.
También “exigimos un cambio de modelo porque a día de hoy todavía siguen viviendo 50.000 personas mayores en las residencias y vamos a seguir defendiendo otro modelo que ponga en el centro el cuidado de esas personas”, ha concluido.
La portavoz municipal del PSOE, Reyes Maroto, seguirá “denunciando lo que pasó, pidiendo que se conozca la verdad y la reparación, pero sobre todo que no se vuelva a producir. Cuando uno se equivoca lo primero que tiene que hacer es pedir perdón, asumir responsabilidades”, además de tomar medidas.
Según Maroto, “eso es lo que las familias piden”, pero lo más importante “es saber pedir perdón a las familias que tanto están sufriendo”. A su juicio, “hay que cambiar el modelo residencial. No se puede llevar a una persona a las residencias a morir”, sino a “prolongar su vida, tener una vida digna”.
Desde el grupo socialista, “hemos hecho una propuesta muy concreta para que se humanicen las residencias. Es una competencia de la Comunidad de Madrid”, según Maroto. “Pero no nos valen anuncios vacíos. La presidenta anunció en el debate del Estado de la región que iba a hacer 40 residencias y todavía no sabemos dónde”, según la portavoz.
El exdiputado regional de Podemos, Raúl Camargo, militante de Anticapitalistas y uno de los impulsores de la Marea, denuncia “falta de personal, residencias mayoritariamente privatizadas y sin inversión pública”.
Esta manifestación “rememora la primera protesta que convocó Marea de Residencias el 23 de noviembre de 2019, antes de la pandemia, para denunciar la precariedad en las residencias de mayores madrileñas. Cinco años después, las cosas siguen más o menos igual”, según Camargo.
Durante la protesta se escuchaban gritos de “Ayuso, escucha, seguimos en la lucha”, “Ayuso dimisión”, y otros como “No son muertes, son asesinatos”, y “Nuestros muertos, vuestros beneficios”.