La mascarilla en exteriores solo será obligatoria en eventos multitudinarios y una recomendación en “aglomeraciones”

El Ministerio de Sanidad y la comunidades han acordado formalmente poner fin al uso obligatorio de la mascarilla en exteriores. Solo Euskadi se ha desmarcado de la decisión al considerarla “prematura”.

El cubrebocas solo será obligatorio al aire libre en eventos multitudinarios. Siempre si las personas están de pie y si no se puede mantener el metro y medio de distancia en el caso de que los asistentes estén sentados. También pasa a figurar como recomendación en aglomeraciones urbanas, según han confirmado a elDiario.es fuentes autonómicas tras la reunión extraordinaria del Consejo Interterritorial de Salud. Esto último supone relajar su uso respecto a antes de Navidad, cuando había que usarla siempre que no se pudiera mantener un metro y medio de separación.

Del mismo encuentro también ha salido el pacto de ampliar los aforos deportivos hasta el 75% en interiores, frente al 50% hasta ahora, y el 85% en exteriores desde el 75% actual. Algunas comunidades como Andalucía y Madrid pedían volver ya al 100%.

Convocar al Consejo Interterritorial de Salud era un paso necesario en la tramitación de la modificación de la mascarilla, pero algunas comunidades han afeado al Ministerio que anunciara la decisión el pasado viernes sin oír antes a los consejeros de salud.

Las regiones gobernadas por el PP, aunque están de acuerdo con levantar la obligación, han criticado al anuncio “unilateral” y los “bandazos” de la ministra tres días después de que el Congreso convalidara, en una polémica votación, el real decreto que regulaba los cubrebocas en la calle.

Mientras Euskadi, la única comunidad que se ha abstenido del acuerdo, lamenta que Sanidad haya presentado una medida cerrada y no haya dado posibilidad al debate en el Consejo Interterritorial. El Gobierno de Iñigo Urkullu estima que es precipitado levantar esta restricción “dada la tasa de contagio comunitario que se mantiene”.

La medida se aprobará este martes en el Consejo de Ministros, como estaba previsto, y entrará en vigor el próximo jueves tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) un mes y medio después de su reimplantación. La Conferencia de Presidentes aprobó que volviera a ser obligatoria el 22 de diciembre, en pleno ascenso de casos, sin informes técnicos que apoyaran la decisión pero por acuerdo de las comunidades. Hasta nueve lo habían solicitado.

Ahora, Sanidad fundamenta su retirada en la mejora de “todos los indicadores epidemiológicos, especialmente el que mide la propagación del virus” y defiende que ha ejercido de “efecto barrera” para el contagio.