Los médicos avivan las protestas y señalan el “punto crítico” de la sanidad pública en España
Las protestas se contagian. Y la llama encendida por decenas de miles de personas que se manifestaron en Madrid para denunciar el maltrato a la sanidad pública por parte de Isabel Díaz Ayuso ha encontrado gasolina en otras comunidades autónomas ya caldeadas. Andalucía, Catalunya, Cantabria, Extremadura, Murcia, Valencia… “Las reivindicaciones son las mismas. Lo que queremos es hacer nuestro trabajo con las mejores garantías y la mayor calidad que le podamos prestar a nuestros pacientes”, explica la médica de Atención Primaria María del Mar Martínez.
“En comunidades como Madrid las cosas se han hecho especialmente mal, pero no se trata de una cuestión de un año, ni de dos. Estamos asistiendo a 30 años de malas decisiones a todos los niveles. Una vez que empieza una protesta clara en una parte, donde los profesionales dicen que así no pueden seguir, el resto se miran y piensan lo mismo”, coincide la secretaria técnica de Atención Primaria de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Ana Giménez.
En este momento, hay una huelga en marcha en Madrid y un paro general convocado para los días 25 y 26 de enero en Catalunya. En Extremadura, el Sindicato Médico ha acordado una medida similar por la falta de facultativos, que se hará efectiva después de Navidad. Hay protestas en Andalucía, en la Comunitat Valenciana y se han acordado medidas para frenar el conflicto en Murcia o en Cantabria, tras un paro de 10 días. En Galicia, cientos de personas salieron a la calle para reclamar mejoras en una Atención Primaria colapsada.
“Se trata de que de una maldita vez haya voluntad política y se mejoren tanto las condiciones en las que se presta asistencia a la población como las condiciones laborales y retributivas de los profesionales”, explica Xavier Lleonart, el secretario general de Metges de Catalunya, el sindicato que ha convocado la huelga. Según datos del Ministerio de Sanidad, esta es la comunidad que menos porcentaje de su gasto sanitario público dedicaba en 2020 a la remuneración del personal. Era un 35,4% del total, seguido de la Comunitat Valenciana (40,1%), Madrid (42,3%) y Galicia (53,9%). Todas ellas por debajo de la media nacional, del 44,9%. Y todas ellas con conflictos abiertos por esta causa.
El salario base de los médicos en España está marcado por el Ministerio de Sanidad, pero cada Gobierno autonómico tiene la capacidad de mejorar los sueldos de sus sanitarios. O de empeorarlos. “Algunas han introducido mejoras y otras empeoramientos en las condiciones laborales, como en los turnos de las consultas, las introducciones o no de complementos, los precios de la hora de guardia, etc. Todos tienen cierta parte de responsabilidad en la situación que atraviesa la Sanidad y, ahora especialmente, la Atención Primaria en toda España”, explica Giménez.
Como puede verse en el gráfico anterior, solo cinco comunidades dedicaban en 2020 más de la mitad de su presupuesto en sanidad pública a pagar a su personal. Aragón está a la cabeza, con el 53,2%, seguida de Euskadi (52,6%), Navarra (51,7%), Castilla y León (51,2%) y Canarias (50,4%).
María del Mar, que es la representante nacional de Atención Primaria urbana del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, es también médica de familia en un centro de salud de Ciudad Real. “Yo tengo una agenda de 50 pacientes, de ocho de la mañana a tres de la tarde, con mis pacientes, los de compañeros que están de permiso, de baja o saliendo de guardia y que no se cubren”, lamenta la doctora.
¿Es razonable que un médico de familia tenga en su agenda 60, 70 o 80 pacientes al día, con 6, 7 o 8 pacientes a la misma hora? En el mejor de los casos tienes la sensación de que estás en una cadena de montaje donde pones el tornillo y se acabó
Es una situación que se repite. Agendas saturadas y sanitarios trabajando a destajo. “¿Es razonable que un médico de familia tenga en su agenda 60, 70 u 80 pacientes al día, con 6, 7 o 8 pacientes a la misma hora? ¿Cómo se gestiona eso un día detrás de otro? En el mejor de los casos tienes la sensación de que estás en una cadena de montaje donde pones el tornillo y se acabó”, razona Lleonart.
Precisamente, Catalunya también estaba en 2020 por debajo de la media (13,9%) en cuanto a porcentaje del presupuesto para sanidad pública dedicado a Atención Primaria. Dedica el 13% del total, por encima de Castilla-La Mancha (12,7%), Baleares (12,1%), Galicia (11,6%) y Madrid, que está a la cola con el 10,7% y una huelga indefinida de este estamento que alcanza ya los diez días.
Ni siquiera la comunidad que más destinaba, Andalucía, se acerca al 25% de inversión en Atención Primaria que recomienda la Organización Mundial de la Salud, como denunciaron desde Amnistía Internacional. Los datos de 2022 no son más positivos: “Es cierto que la inversión en Atención Primaria, entre las comunidades sobre las que hay información desglosada, crece en total en los presupuestos de 2022 con respecto a los presupuestos de 2021 un 8,47%, pero esta cifra es prácticamente similar al incremento del gasto sanitario en atención primaria entre 2019 y 2020”.
“Si bien es positivo ese ligero aumento, Amnistía Internacional considera que no corresponde a una apuesta decidida para reforzar la Atención Primaria. Esa cantidad apenas tiene impacto en términos de recuperación de la inversión en el nivel asistencial más marginado económicamente del Sistema Nacional de Salud, aunque hay ejemplos positivos como La Rioja o Catalunya que lideran el ranking de inversión”, señalaban. Así, estas comunidades han dado en dos ejercicios la vuelta al ranking con un aumento del 22,52% y del 16,83%, respectivamente.
“Hay una presión asistencial muy elevada en toda la Atención Primaria, aunque hay comunidades que tienen más presión que otras. Donde más hay es en Andalucía, Extremadura y Castilla y León, en la zona de la periferia sur de Madrid y también está la Comunitat Valenciana y Murcia, además de otras zonas muy asociadas a la despoblación. En Aragón, por ejemplo, Zaragoza tiene mucha presión asistencial, pero Teruel o Huesca, apenas”, indica la presidenta de la Asociación Española de Medicina Familiar y Comunitaria, Remedios Martín.
Según información recabada por Civio, sobre la media de pacientes diarios atendidos por cada profesional en 2022 por áreas de salud, dos de las tres zonas con mayor presión asistencial se encuentran en Alicante, con 43,3 y 39,7 pacientes al día. En medio, el de Sevilla Norte, con casi 40. Entre los 20 más saturados solo aparecen consultas de Murcia, Andalucía y Alicante, además de una de Extremadura y Aragón. Todas por encima de 37 ciudadanos atendidos cada día, de media.
Este fin de semana, miles de personas han salido a la calle en Andalucía, en la que es la primera gran manifestación por las políticas del Gobierno de Juan Manuel Moreno, para reclamar que frene la creciente privatización que, según una treintena de colectivos, está deteriorando los servicios públicos.
En Murcia, los sindicatos también habían anunciado movilizaciones este mes, que se atajaron hace una semana con un acuerdo con la Consejería. El pacto pasa por la limitación de las agendas a 35 pacientes al día y la creación de 123 plazas de medicina en primaria. Las protestas no eran nuevas. En mayo, 77 de los 86 coordinadores de los centros de salud de la Región reclamaron mejoras en este primer escalón asistencial. En Cantabria, los médicos de Atención Primaria también aplazaron una huelga indefinida, tras diez días de paro, después de alcanzar un acuerdo con la consejería que pasaba por limitar las agendas a 35 pacientes.
Tanto Murcia como Andalucía son también las comunidades que ocupan la mayoría de los primeros puestos en presión asistencial por áreas de salud de pediatría, según los datos de Civio, a quien no han facilitado información Cantabria, Catalunya, Galicia y Asturias. En esta lista, los primeros puestos los ocupan las áreas de Jaén y Córdoba, pero con un apellido: Sur.
“En los barrios donde el nivel sociosanitario de la población es mayor y otros sistemas son accesibles, los médicos de familia están atendiendo una media de 35 pacientes al día o incluso menos. Luego están los barrios periféricos, del sur de las grandes ciudades, donde siempre empiezan las crisis, donde siempre han faltado médicos y donde la población no tiene otro sitio al que ir. En estos centros de salud se están atendiendo a 40, 50, 60 pacientes al día... o incluso 100 en momentos de pico, como las epidemias de gripe o bronquiolitis”, explica Giménez.
“Hemos tocado fondo”
Las agendas idóneas para atender a los pacientes de forma óptima, según las fuentes consultadas, rondan los 35 pacientes al día y 10 minutos para atender cada consulta. “Suelen empezar así, pero a lo largo del día se van metiendo más visitas y lo que empiezan siendo 35, terminan siendo 50”, ejemplifica Martín, que señala que, además la sobrecarga de cada profesional, este tiene que asumir las de otros compañeros que no están o que hayan causado baja, porque no se cubren.
“Hay centros de salud con 15 médicos, pero si faltan siete, la población de esos se reparte entre los médicos que hay. Se produce una sobrecarga, y además no resuelves igual. Si tú tienes tu consulta, conoces a tu paciente y estás haciendo una valoración longitudinal. Hacer que los pacientes, sobre todo los mayores o con problemas crónicos, vayan cada día con un médico ni es eficiente ni resuelve su problema”, continúa.
Las reivindicaciones de los sanitarios, principalmente los de Atención Primaria, llevan años repitiéndose. Incluso décadas. Los 10 minutos por paciente se han convertido en un leitmotiv recurrente, que ahora ha acaparado el foco. “Hemos tocado fondo, todo el mundo sabe que existe un punto de ruptura”, consideran desde la CESM. “Se está dando la jubilación del baby boom y cada vez faltan más médicos. Estamos al final del camino, en el punto crítico en el que la asistencia sanitaria ya no tendrá remedio”, coinciden desde Metges de Catalunya.
Desde este sindicato señalan, no obstante, que la precariedad afecta a la mayoría de especialidades, pero hay una que se resiente especialmente por el declive de la Atención Primaria. “Soy adjunta del servicio de urgencias del hospital de Terrassa y me encuentro cada día una situación de colapso y saturación. Recibimos el golpe de la atención inmediata, porque a los pacientes que quieren ver a su médico de familia les dan cita en 10 días y para los que necesitan un especialista tardan meses”, indica Neus Muños, que irá a la huelga en enero para poder “hacer mejor” su trabajo y porque “la seguridad del paciente no está garantizada”.
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