Medio millón de personas, de rostros, de familias, a las que sumar a los millones que ya vivían en situación de precariedad. El año del coronavirus ha incrementado en 500.000 personas la cifra de los que han acudido, por primera vez, a los despachos de Cáritas pidiendo ayuda, según el informe Un año acumulando crisis, presentado este martes, y se suman a los cuatro millones que ya vivían en situación de exclusión social severa, y a los 8,5 millones de pobres que, antes de la pandemia, sufrían las consecuencias de un modelo económico que descarta al más débil.
“Una de cada tres personas jamás había tenido que recurrir a la asistencia, mientras que un 26% han acudido por primera vez a Cáritas. Las demandas de ayuda se han incrementado un 57%”, señaló el coordinador del equipo de emergencias COVID-19, Raúl Flores, quien incidió en que, a lo largo de este año, “estamos viviendo una situación de clara desprotección”, que hace crecer la brecha de desigualdad.
El Ingreso Mínimo Vital no arranca
Las ayudas tampoco están llegando. “El ingreso mínimo vital no acaba de arrancar; debería de ser imprescindible pero alcanza sólo al 3,6% de las personas atendidas por Cáritas, y al 12,8% de estas personas les ha sido denegado”, ha resaltado Flores. “Los sistemas de protección no están siendo ni eficaces ni complementarios”.
Y es que 258.000 personas acompañadas por Cáritas viven en hogares que no cuentan con ningún ingreso económico; son 75.000 personas más que antes del comienzo de esta crisis sanitaria. Esto se traduce en que más de 825.000 personas acompañadas por Cáritas están en situación de pobreza severa, es decir, con ingresos inferiores a 370 euros al mes para un hogar unipersonal o a 776 euros para hogares formados por dos adultos y dos niños.
“No tenemos palabras para expresar el desconsuelo ante la pérdida de vidas humanas. Son cifras insoportables, con una tragedia, un rostro, detrás de cada uno de los muertos, de cada uno de los afectados”, ha recordado la secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro.
“La pandemia y la crisis que ha generado no afectan a todas las personas por igual”, con “consecuencias especialmente graves para las personas que ya estaban en situación de vulnerabilidad”, ha destacado Peiro. “El coronavirus ha incrementado la brecha de la desigualdad”, resaltó.
Ayudas directas a enfermos, sin techo, ancianos...
“Tuvimos que reinventarnos”, ha admitido Peiro, recordando las limitaciones del confinamiento que aún hoy tienen consecuencias, como la suspensión o aplazamiento de algunos servicios netamente presenciales. Así, Cáritas lanzó un Acompañamiento 2.0 basado en el teléfono y la telemática.
La campaña 'Cáritas ante el Coronavirus' ha supuesto un hito histórico para la organización, que recaudó 65 millones de euros. El grueso de esos 65 millones de euros (41,1) se destinaron a ayudas directas, mientras que 3,3 fueron para apoyo a la infancia, y 2,4 a cooperación internacional. Personas solas, enfermos y mayores, inmigrantes, hombres y mujeres sin hogar… A los que hay que sumar a los cientos de miles de desplazados y refugiados en todo el mundo.
“Frente al espejismo de una recuperación que no acaba de llegar, y que en todo caso llevaría a las familias a una situación más precaria de la que venimos, debemos ofrecer soluciones imaginativas. Necesitamos construir un nosotros realmente integrador, y no excluyente, para brindar las mismas oportunidades a las personas que compondrán la sociedad del futuro”, explicó Raúl Flores.
De cara al futuro inmediato, Cáritas denunció la brecha que se amplía entre ricos y pobres a la hora de hablar del acceso a las vacunas. “Si vacunar a los que más lo necesitan en España y Europa es todo un desafío, en las realidades internacionales que acompaña Cáritas las dificultades se multiplican para cumplir ese objetivo ante limitaciones como la disponibilidad, la logística, la capacidad de compra, la eventual producción local y el reajuste de los mensajes sobre lo que es realmente la pandemia”.
Por ello, Cáritas secunda el llamamiento del Papa Francisco de “vacunas para todos”, y pide a la Iglesia que “sea corresponsable en las estrategias de vacunación”.
Toda la información en www.religiondigital.org