La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha presentado esta mañana ante la Fiscalía General del Estado un informe sobre “el uso de simbología franquista por parte de Patrimonio Nacional y de la Comunidad Benedictina en el Valle de los Caídos”, aseguran en un comunicado de prensa.
En esa denuncia recuerdan que en “el Valle de los Caídos son ilegales los actos de exaltación de la dictadura franquista”. El artículo 16 de la Ley de la Memoria Histórica determina que “en ningún lugar del recinto podrán llevarse a cabo actos de naturaleza política ni exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas, o del franquismo”. Y consideran que esta actuación es “un enaltecimiento de la dictadura”.
Según la ARMH, varios elementos vinculados con el dictador están presentes en este espacio. Entre ellos, reseñan “el escudo personal de Francisco Franco, que hace apología y enaltecimiento de la figura del dictador, se encuentra en numerosos espacios del recinto, desde la puerta de entrada hasta el menaje de la hospedería gestionada por los monjes benedictinos”. Este colectivo lamenta que “los platos y las servilletas que se utilizan en el restaurante incorporan una simbología en la que está presente el escudo personal del dictador Francisco Franco”.
“La presencia del símbolo personal del dictador Francisco Franco tira por tierra todas las teorías y los bulos que hablan de su falta de vínculo con el monumento construido en Cuelgamuros y demuestran que en todo momento se trató de un proyecto personalista del dictador, un mausoleo descomunal construido para su gloria, y que quiso blindar trasladando restos de personas que habían defendido la legalidad en la guerra de 1936 y otras que se habían sumado a su golpe”, inciden en esta nota de prensa.
En esta denuncia, Emilio Silva, presidente de la asociación, reseña que ponen “estos hechos en conocimiento de la Fiscalía General del Estado por si fueran constitutivos de delito y requieran las actuaciones pertinentes para restablecer el cumplimiento de la citada ley o para sancionar su incumplimiento”.
Consideran que estos hechos demuestran “la perversión y la megalomanía del dictador Francisco Franco a la hora de diseñar” este espacio en el que “fueron depositados ilegalmente los restos de miles de personas entre ellos miles de sus víctimas, como una forma de blindar allí su presencia para el futuro y de fingir una reconciliación inexistente en la dictadura”.
De esa manera podemos entender que en el recinto sólo se encuentran referencias al fundador del partido fascista, la Falange de José Antonio Primo de Rivera, y al dictador que encabezó la sublevacion militar del 18 de julio de 1936, mientras se oculta la identidad de los más de 30.000 cuerpos que fueron trasladados al recinto. Este colectivo apuesta por la reconversión de este emplazamiento “en un lugar de memoria que sirva para contar las atrocidades de la dictadura y las penalidades que sufrieron sus víctimas”.