El fiscal coordinador de Menores de Andalucía, Rogelio Muñoz Oya, se ha mostrado partidario de eliminar los conocidos como “botellódromos” y a favor de ofrecer alternativas de ocio y culturales alejadas del consumo masivo de alcohol en estos espacios que, en algunas ciudades, reúnen a miles de jóvenes.
Este representante del Ministerio Público ha recordado en una entrevista con Efe que la ley está “clarísima” y prohíbe “de forma tajante” a los menores el consumo en los espacios públicos y la venta de alcohol.
Muñoz Oya ha destacado el esfuerzo que están haciendo a la hora de controlar estas prácticas especialmente los cuerpos de la Policía Local, que remiten expedientes a la Fiscalía de Menores en distintas ciudades andaluzas donde el botellón está más extendido.
“Lo que hay que hacer es buscar alternativas de ocio a la juventud, el botellón no conduce a ningún lado”, ha indicado el fiscal coordinador, quien ha opinado que quizá haya llegado el momento de “ir más allá” y optar por la eliminación de los espacios creados en su día especialmente para este tipo de prácticas.
Según Muñoz Oya, los conocidos como “botellódromos” quizá tuvieron cierto sentido inicialmente para “despejar” los interiores o los centros históricos de las ciudades de los problemas de orden público, ruido, suciedad y ataques al patrimonio que lleva en algunos casos aparejado el consumo masivo de alcohol.
“Creo que eso se ha superado ya y los espacios públicos dedicados al botellón no tienen más sentido. Hay que dar un paso y dedicarlos a otras fórmulas alternativas de ocio”, ha señalado.
El fiscal coordinador de menores también ha indicado respecto al consumo de alcohol que se trata de una cuestión de educación, en la que hay que advertir sobre sus consecuencias y ofrecer a los jóvenes otras alternativas de ocio resulta crucial.
La edad de inicio con el alcohol, a los 13,9 años
El pasado diciembre la Federación Española de Bebidas Espirituosas en colaboración con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad publicó una encuesta en la que mostraba los últimos datos sobre el consumo de alcohol por parte de menores. En ella se constató que los menores se introducen en las bebidas alcohólicas a una edad temprana de la adolescencia, 13,9 años. Además, en la encuesta se daba a conocer que el 75% de menores que tienen entre 14 y 17 años ha consumido alcohol durante el último año y que un 52% se había emborrachado en el último mes.