Microformaciones y más prácticas en empresas: la nueva FP arranca en septiembre

La nueva FP arranca en los centros en septiembre. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el calendario de implantación de la reforma de la Formación Profesional, que fue aprobada por el Parlamento en marzo del año pasado y que bajará a las aulas con el comienzo del nuevo curso. El Gobierno espera que la nueva ley, que tuvo el apoyo de todos los grupos excepto el PP (que se bajó a última hora porque estaba prevista una aprobación unánime), le acabe de dar el impulso a una formación que en los últimos años ya viene ganando peso hasta el punto de que en comunidades como Madrid y Catalunya miles de alumnos se están quedando sin plaza en los últimos cursos.

A nivel educativo, la norma trae principalmente dos novedades: introduce las microformaciones y establece el carácter dual de todos los grados. Pero no son las únicas. La ley aúna bajo el paraguas del Ministerio de Educación los dos sistemas de la Formación Profesional, hasta ahora separados.

A partir de septiembre ya no será necesario matricularse de todo un ciclo de dos años para formarse en la FP. La ley apuesta por la flexibilidad en su oferta formativa, que se organizará por niveles que van desde la A hasta la E. Esta es una de las novedades de la reforma: se permitirá realizar cursos breves, de mayor o menor duración, destinados a obtener una competencia específica para mejorar la empleabilidad. La idea de Educación, explican fuentes del Ministerio, es ofrecer alternativas a quien no puede realizar un ciclo de 2.000 horas, pero sí tiene 50 para algo específico. Esas formaciones, además, serán acumulables y podrán convertirse en un título.

Cinco formaciones diferentes

Según ha explicado la ministra de Educación, Pilar Alegría, tras el Consejo de Ministros, las formaciones A, B, y C deben estar en marcha antes de septiembre. Los cursos de nivel A son los más básicos, corresponden a “la oferta base” y conducen a “la obtención de una acreditación parcial de competencia”. Los B se corresponden con la realización de un módulo entero, y podrán obtenerse bien superando esa formación, bien acumulando cursos del nivel A, y tendrán la duración estipulada para superar el módulo en cuestión. El nivel C corresponde a “varios módulos profesionales” que conducen a la obtención de un Certificado Profesional y podrán exigir prácticas en empresas.

En el curso 2023-2024 empezarán los grado D, que se corresponden con los actuales Ciclos Formativos en cualquiera de sus versiones: la FP Básica (para alumnado a partir de 15 años), la de Grado Medio (equivalente al Bachillerato) y la Superior (Universidad). En los dos primeros casos se mantienen los dos años de duración (2.000 horas), mientras en la Superior pueden llegar hasta tres cursos. En los tres casos la nueva ley apuesta por el paso a la FP Dual, que exige un mínimo de prácticas en la empresa del 25% del tiempo total del ciclo.

Por último, el ministerio da vía libre a las comunidades autónomas para implantar las formaciones E, pero solo serán obligatorias a partir del curso 2024-25. Los cursos catalogados como E son “de especialización” y se considerarán equivalentes a los másteres universitarios. Estarán disponibles tanto para los ciclos formativos de grado medio (equivalentes al Bachillerato) como para los superiores (se corresponden con la Universidad),

La otra gran novedad educativa es que todas las formaciones a partir de las C tendrán la consideración de FP Dual, una modalidad que incluye más prácticas en la empresa y que aunque existe desde la reforma del exministro popular José Ignacio Wert, a principios de la década pasada, no ha acabado de arrancar y actualmente apenas utilizan el 3,5% de los alumnos. Con la reforma ahora aprobada habrá dos tipos de FP Dual: la estándar, en la que se dedicará un 25% del tiempo total de formación a las prácticas en la empresa, y la intensiva, a partir del 35%.