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Miembros de la comunidad judía denuncian a 'El Jueves' por unas viñetas que consideran antisemitas

Miembros de la comunidad judía de Madrid han interpuesto una denuncia contra la revista 'El Jueves' por unas viñetas publicadas el miércoles día 10 en una sección dedicada a recoger hechos históricos que son interpretados de forma satírica por un dibujante. Una de las viñetas representa a un soldado israelí de pie orinando sobre un palestino mientras afirma: “¡¡Tu no lo entiendes palestino!!, ¡¡Mis abuelos estuvieron en un campo de concentración!!”. El palestino, en el suelo y lleno de golpes responde: “¡Pero oiga! ¿Y qué culpa tengo yo?”.

El objetivo de 'El Jueves' era llevar a cabo una crítica política y social, como hace normalmente en sus publicaciones, por medio del humor. En este caso, la intención era “denunciar las leyes racistas y excluyentes del Estado de Israel y el uso fraudulento que hace de la religión y del Holocausto para legitimar la ocupación de Palestina”, explica la revista en un manifiesto de apoyo al que ya se han adherido decenas de asociaciones, periodistas, dibujantes, miembros del mundo de la cultura y políticos como Pablo Iglesias o Alberto Garzón.

La comunidad judía considera “absolutamente inaceptable” participar “de ataques y calumnias antisemitas contra el pueblo judío”, sostiene el presidente de la comunidad judía en España, David Hatchwell en declaraciones recogidas por The Jerusalem Post. Fuentes de la Junta Directiva de la institución afirman a este medio que “no pretendemos polemizar, sino defender el derecho al honor” y opinan que “la libertad de expresión es uno de los bienes más preciados pero tiene una serie de limitaciones cuando llega al insulto al otro”.

“El lobby israelí está presionando”

Las viñetas se enmarcan en una sección denominada 'Deshechos Históricos', en la que se hace una sátira sobre costumbres o hechos pasados de diferentes pueblos y culturas. La estructura es siempre la misma: un recuadro que describe una serie de hechos y un dibujo inspirado en el texto y basado en la ficción. En este caso, parte del contenido reza: “Vale, sí, el holocausto fue horrible [...] pero eso no te da autoridad para putear a la gente no judía que vive allí”.

Para Pascual Serrano, el periodista que asesora a la revista en contenidos de actualidad, “el lobby israelí está presionando y atacando a cualquier opinión o ejercicio del periodismo y del humor que no molesta al judaísmo, sino al Gobierno de Israel”. Por su parte, el autor de las viñetas, Julio A. Serrano, es tajante al afirmar que la intención es “hacer una crítica a Israel. A mí poco me importa a quién rece cada hijo de vecino mientras no te dediques a imponer tus creencias a los demás”.

La comunidad judía se ha sentido ofendida también por otra viñeta en la que un rabino sostiene una Torá que comenta: “Aquí está la considerada primera Constitución de Israel, guardada con celo en el Museo de Israel: una Torá forrada con la piel de mis santos cojones”. Según la documentación que recibí, dice el dibujante, “los judíos israelíes se niegan a que exista un libro que pueda rivalizar en autoridad con la Torá” y “me llamó la atención el hecho de que la religión fuese la excusa que impide la creación de una Constitución”.

Son estos los dibujos que han hecho a los miembros de la comunidad interponer la denuncia, con el apoyo de la propia Comunidad Judía de Madrid, que una vez se tenga conocimiento de si prospera o no, “puede personarse en el futuro”, sostienen fuentes de la Junta.

Julio A. Serrano comenta que el objetivo de sus dibujos es “dar a conocer y denunciar ante nuestros lectores las injusticias que comete el Estado de Israel” y prosigue “esto no es una cuestión de religión, es una cuestión de justicia universal”. Ante las críticas que la comunidad ha lanzado por dibujar a los personajes con narices y dientes picudas, el dibujante afirma que “las narices y los ojos sí los cambio, pero los dientes los dibujo siempre así” y afirma que “por esa regla de tres odio a los chinos por dibujarles los ojos rasgados”.

Sostiene, además, que “me consta que hay colectivos judíos que me apoyan”. Así lo hacen los decenas de firmantes del manifiesto en solidaridad con 'El Jueves', con el que quieren exigir “respeto a la libertad de expresión” porque “no podemos consentir que se limite el derecho a satirizar el comportamiento de un Estado” e “Israel es criticable y la sátira nunca debe ser censurada, perseguida o castigada”.