El Ministerio de Ciencia va a formar en igualdad a todo su personal directivo o que tenga personas a su cargo. La cartera que dirige Diana Morant ha anunciado este lunes que va a modificar el protocolo interno contra el acoso sexual o por razón de sexo en todos sus organismos, anuncio que se produce tras la reciente publicación del libro Acoso. #MeToo en la ciencia española, con cuya autora, Ángela Bernardo, se ha reunido Morant esta mañana.
Esta medida se une a la anunciada por la ministra en una entrevista con este periódico, por la que Ciencia modificará la financiación de los organismos públicos de investigación en función de que cumplan o no los planes de igualdad. “Nosotros, que sacamos convocatorias públicas y financiamos los centros, actuaremos de manera distinta con los que tienen el sello [de buenas prácticas] que con los que no, no sabemos si serán políticas de estímulo o lo contrario, estamos debatiendo”, explicó Morant.
El libro de Bernardo es el primero que aborda de manera abierta el acoso sexual en la ciencia, un sector muy jerarquizado y precarizado que provoca que los casos se silencien. “Es un problema desconocido. Falta, en primer lugar, que se asuma que en ciencia e investigación también hay acoso sexual y faltan recursos y medidas de prevención, sensibilización y denuncia. Todas las personas con las que he hablado cuentan que los mecanismos que existen en los centros, si los hay, no son completamente efectivos para apoyar a las víctimas y aún hay muchas reticencias”, explicaba la autora en una entrevista con este medio.
Esta situación trata de revertir ahora el ministerio, para lo que prepara un nuevo protocolo que ya ha enviado a los sindicatos. El objetivo del texto, al que ha tenido acceso este periódico, es “simplificar los pasos a seguir para poner en conocimiento de la Administración la existencia de casos de acoso sexual o por razón de sexo (...). Así mismo, el principal objetivo es permitir que la persona que se sienta víctima de acoso sexual o por razón de sexo pueda denunciar con las máximas garantías y de una manera ágil e informada”, expone el borrador.
Entre las principales medidas que va a adoptar Ciencia está “la formación específica en materia de prevención de acoso sexual y acoso por razón de sexo, al personal de recursos humanos, de las áreas de prevención de riesgos, y especialmente personal directivo y con equipos a cargo (...)”. En esta categoría se encuentran los investigadores principales de los equipos de investigación, un colectivo altamente masculinizado y cuya participación es clave para atajar los casos, tal y como reconoce el protocolo: “Es este personal directivo, dada su posición, quien puede y debe detectar, y abordar de manera temprana cualquier tipo de conducta de acoso sexual o por razón de sexo, así como aquellos comportamientos que pudieran derivar en incidentes de este tipo, de no erradicarse”.
Por ello, plantea “para el personal directivo y con equipos a cargo que desempeña, en este nuevo protocolo, un papel reforzado en el ámbito de la prevención y detección temprana en la medida en que, dada su posición, puede y, en su caso, debe detectar y abordar de manera temprana cualquier tipo de conducta de acoso sexual o por razón de sexo. La formación específica contribuirá al desarrollo de las herramientas necesarias para ello”, explica el protocolo.
Todos los organismos públicos de investigación dependientes de Ciencia o vinculados al ministerio de alguna manera deberán adherirse a este protocolo cuando se apruebe y adaptar las medidas incluidas a su propio funcionamiento. Entre estas disposiciones, más allá de las básicas como que está prohibido el acoso sexual o por razón de sexo o la discriminación por embarazo, maternidad o paternidad, se establece en el texto que la persona que denuncie “tendrá derecho a que se registre su denuncia y a estar informada sobre el procedimiento que se siga y obtener una respuesta expresa por parte del Ministerio u organismo público vinculado o dependiente”.
Este, la falta de seguimiento de las denuncias, es uno de los problemas que denuncia Bernardo en su libro. “Sigue habiendo opacidad”, explicaba la autora, que lamenta que “en los organismos públicos de investigación directamente hay varios todavía que ni siquiera tienen ningún tipo de protocolo o mecanismo” contra el acoso. “He preguntado a otros organismos y universidades. Muchos me han dado datos de denuncias, pero otros no, o directamente no han respondido o ponen trabas. Cuando se escudan en el nombre de la institución o el ”qué dirán“, flaco favor están haciendo a las víctimas”.
Para evitar estas situaciones, además de la garantía de obtener respuesta, Ciencia prevé que los casos se tramitarán “sin retrasos innecesarios” y “se aplicará el principio de celeridad en la iniciación, tramitación y resolución de los procedimientos”.
La ministra Morant ha explicado que este nuevo protocolo se enmarca en la política de “tolerancia cero y medidas contundentes” frente a estas conductas. “Nuestras investigadoras deben saber que no están solas ante el acoso. No lo van a estar. Pondremos todo nuestro empeño en concienciar, prevenir y actuar rápidamente”, ha dicho.