El Ministerio de Defensa cede una estatua de Franco a una fundación para su exhibición
El Ministerio de Defensa ha cedido una estatua de Franco a una fundación para que la exponga. El préstamo para la “exhibición” de la obra llega hasta el año 2020, según informa a eldiario.es el departamento dirigido por María Dolores de Cospedal. El monumento fue retirado por apología del franquismo en Melilla el 4 de agosto de 2010.
Se trataba de la última escultura de Franco a caballo expuesta en la calle y ahora sortea la aplicación de la ley de Memoria Histórica aprovechando el propio marco legal que permite “menciones” consideradas “de estricto recuerdo privado”. Es decir, la ley no impide que se exponga simbología franquista en el ámbito privado.
El contrato entre Defensa y la Fundación Gaselec (la principal operadora eléctrica de la ciudad autónoma) acordó la “salida temporal” de la pieza, exhibida desde 2010 en el patio de la sociedad privada, como confirma el Ministerio de Cospedal y como muestran las fotos. Gaselec, que ha rehusado contestar a este medio sobre el asunto, muestra en sus instalaciones otra estatua del general golpista Juan Yagüe, 'el carnicero de Badajoz'.
Las estatuas franquistas de Melilla
La cesión no recoge ayudas públicas a la fundación, según los detalles del convenio aportados por Defensa. La función de la cartera dirigida por Cospedal es “autorizar la salida” de simbología perteneciente al Patrimonio Histórico a petición del organismo propietario, “en este caso del Ejército de Tierra”.
Las piezas retiradas de la vía pública en virtud de la Ley de Memoria Histórica suelen acabar en almacenes, bibliotecas o archivos. Por ejemplo, la estatua de Franco retirada en Nuevos Ministerios pasó a un almacén del MOPU (actual Ministerio de Fomento). La estatua ecuestre retirada en Santander pasó a un almacén del Ayuntamiento con la idea de instalarlo en el Museo de Historia de Cantabria. La estatua retirada en Valencia pasó a un almacén militar.
Pero no es la única estatua franquista que puede verse en la sociedad melillense. También se exhibe el conjunto escultórico dedicado al máximo responsable de las matanzas rebeldes en tierras extremeñas, el general Yagüe. El Ayuntamiento de San Leonardo de Yagüe (Soria) retiró la obra en 2009 al aplicar la Ley de Memoria Histórica y la donó cuatro años más tarde a la fundación “para su restauración y exhibición”. Ahí está desde entonces.
“No hay nada a cambio, la obra estaba aquí abandonada y se cedió porque la pidieron”, señalan a este periódico fuentes del Ayuntamiento de San Leonardo. No hay contraprestación económica a cambio, dicen. “Tras varios ataques vandálicos”, subraya Gaselec, lograron la obra a Yagüe “gracias a las gestiones realizadas por la Asociación Retógenes Amigos de la Historia Militar”.
Melilla sigue siendo además la única ciudad española con una estatua de Franco en la vía pública. Se trata de la pieza del puerto de la ciudad autónoma en la que aparece el dictador vestido de militar. La efigie fue objeto de polémica cuando antidisturbios de la Guardia Civil la eligieron para fotografiarse.
La última escultura ecuestre que quedaba en pie en el país tras la retirada de la de Santander (2008) estaba desde su inauguración en Melilla, en el Acuartelamiento Millán Astray, sede del Tercio Gran Capitán I de la Legión. De ahí, como informaba la Comandancia General de Melilla, pasó “en depósito” a un almacén en el que duró poco hasta su traslado a la sociedad privada.
