En las últimas décadas han proliferado en España los estudios feministas y de género, desde las facultades de economía a las de sociología, políticas o comunicación. Sin embargo, y a pesar de su tirón, no tienen el mismo estatus que otros: los organismos oficiales encargados de acreditar las áreas de conocimiento no la consideran como tal. Esta falta de reconocimiento no es baladí, más allá de su simbolismo perjudica en su promoción a las profesoras e investigadoras que se dedican a ello. Todos los institutos y centros universitarios de estudios feministas y de género se han unido en una plataforma para exigir al Gobierno que incluya este área como especialización científica oficial.
Dos organismos tienen la capacidad de certificar y acreditar los títulos oficiales y áreas de conocimiento, y de evaluar las solicitudes para ser docente universitario y las promociones, entre otras funciones: la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) y la Agencia Estatal de Investigación. Entre las áreas de conocimiento reconocidas oficialmente están, por ejemplo, la Biomedicina, la Ganadería y Pesca, la Historia y Arte, o la Transferencia de Tecnología. No se encuentran, sin embargo, los estudios de género y feministas.
“Las investigadoras nos encontramos que no tener reconocida el área de conocimiento va en detrimento de nuestros trabajos”, explica la catedrática de Biblioteconomía de la Universidad Carlos III Rosa San Segundo, que preside la recientemente creada Plataforma Universitaria de Estudios Feministas y de Género. Los estudios con perspectiva de género o feministas tienen, por tanto, que buscarse el paraguas científico de otra área de conocimiento que sí esté reconocida. Es decir, que una investigadora sobre la brecha salarial o la violencia de género tiene que adscribir sus trabajos a áreas más generales que estén certificadas y serán evaluadas por personas que no tienen por qué ser especialistas.
Para presentarse a una plaza de docente o para reconocer los sexenios (que implican más retribución), hay que acreditar trabajo de investigación. Las conferencias, congresos o publicaciones también puntúan. “Si investigas con perspectiva de género te tienes que presentar a la plaza con otro área de conocimiento. Si no consigues ligar esas conferencias o publicaciones a otro tema no te computan”, añade San Segundo.
A preguntas de eldiario.es, el Ministerio de Educación asegura que está trabajando para incorporar el género al sistema universitario español como área de conocimiento específica. “En estos momentos, el género tiene carácter transversal y es objeto de estudio por diferentes disciplinas académicas y científicas. El género tiene carácter multidisciplinar y afecta a diferentes áreas de conocimiento, comoquiera que es necesario abarcar diferentes áreas, el Ministerio está trabajando para llegar a un consenso que permite crear, específicamente, y no sólo de modo transversal, el área de conocimiento de género desde un punto de vista normativo”, aseguran.
“Se toma como tema menor”
“Estar especializado suele ser algo que incrementa el valor de tus investigaciones. En el caso del género, esto no sucede. Para tener promociones, para ser profesora titular o catedrática te valoran personas que no saben de ese área”, asegura la catedrática de Derecho del Trabajo de la Universidad de Valencia y directora de su Institut Universitari d'estudis de la Dona, Amparo Ballester.
Si los estudios de género y feminismo se reconocieran como área de conocimiento, las personas adscritas a esos estudios y que aspiraran a plazas o promociones serían valoradas por especialistas. “No te puede valorar igual personas que no tienen conocimiento sobre eso. Es posible incluso que ni valoren esa especialización porque se suele pensar que es un tema menor”, añade Ballester.
Todos los institutos y centros de investigación y másteres especializados conforman desde hace algunas fechas la Plataforma Universitaria de Estudios Feministas y de Género con la que pretenden hacer presión al Gobierno para que reconozca este área de conocimiento. “En los últimos diez años estos estudios se han desarrollado significativamente y en las grandes universidades internacionales sí tienen reconocimiento”, asegura San Segundo. La Plataforma señala también que la falta de valoración de la perspectiva de género perjudica a las investigadoras españolas que tratan de obtener proyectos europeos bajo el plan Horizonte20/20, que sí valora ese enfoque.
El artículo 25 de la Ley de Igualdad señalaba, recuerdan, que las administraciones públicas debían fomentar la enseñanza y la investigación en igualdad, la creación de postgrados específicos y de estudios e investigaciones en la materia. Amparo Ballester destaca, además, que la falta de reconocimiento desincentiva a las generaciones jóvenes a dedicar sus investigaciones a este área: “Esto también es mandar un mensaje a la sociedad de que este conocimiento se valora y se fomenta”,