El ministro Salvador Illa y los científicos que pidieron el pasado agosto en The Lancet una auditoría externa sobre cómo el Gobierno central y los autonómicos han gestionado la crisis sanitaria de la COVID-19 han agendado una reunión para las próximas semanas. Lo ha avanzado uno de los firmantes, Rafael Bengoa, este viernes en la Cadena SER, y lo ha confirmado el Ministerio de Sanidad a elDiario.es. Los firmantes de la carta cuentan a elDiario.es que la fecha del encuentro con Illa, a propuesta del Ministerio, será el 1 de octubre.
Entre los veinte especialistas de primer nivel que suscribían la carta publicada en la revista el pasado 7 de agosto están Alberto García-Basteiro, Carme Borrell, Margarita del Val, Beatriz González-Valcárcel, Helena Legido-Quigley, Ildefonso Hernández y Carlos Alvarez-Dardet. Luego se sumaron entidades como Médicos del Mundo y la Sociedad Española de Salud Pública. Solicitaban un examen externo sobre qué ha fallado en nuestro país para llegar a “más de 300.000 casos, 28.498 muertes confirmadas, y un exceso de alrededor de 44.000 muertes, a 4 de agosto de 2020. Más de 50.000 trabajadores de la salud han sido infectados, y casi 20.000 muertes se dieron en residencias de ancianos”. Han estado estas semanas en conversaciones con la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, hasta fijar finalmente el día con el ministro.
Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública y también firmante, explica que estas semanas van a debatir internamente qué propuesta llevarle exactamente al ministro, “valorar en qué nos centramos”. Hay distintos modelos de auditorías, entre ellos recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Por el proceso que se inclinan, a falta de perfilar los detalles, será por “evaluar los datos por un lado, y cómo han podido influir las distintas medidas en cada comunidad”, y “también hablar con las personas que han estado al frente de las comunidades”.
Sería un “análisis cuantitativo y cualitativo” para tener luego conclusiones “globales”, sobre la gestión del gobierno y que sirvan para otros países, “y autonómicas”. En la reunión del 1 de octubre van a intercambiar opiniones con el ministro sobre “cómo se eligen los perfiles que hacen esta auditoría”, es decir, qué criterios seguir para ver quién forma parte del comité que evalúe, no poner nombres encima de la mesa. “Han de ser lo más independientes posibles”, “internacionales y nacionales”. La intención, indica March, no es que sean los propios científicos firmantes quienes formen parte de él, o al menos no todos.
La carta que publicaron en The Lancet es de fecha 7 de agosto, cuando la segunda ola de COVID-19 ya había comenzado pero todavía no estaba disparada. España, según el Centro Europeo de Prevención de Enfermedades Infecciosas (ECDC), es actualmente el país con más incidencia de contagios del continente, de lejos. Los últimos 14 días se han detectado 287 casos por cada 100.000 habitantes; el siguiente con más es Francia, donde han sido 166 casos por cada 100.000 habitantes. Así que qué ha fallado para tener esta “segunda ola” será parte también del proyecto de auditoría que comentarán con el ministro. “Valorar lo que está pasando ahora mismo es un elemento esencial”, sigue March, incluso ver “que lo de antes no era exactamente igual y ahora puede haber otros elementos que afectan y eso es importante tenerlo en cuenta. Por ejemplo, qué ha ocurrido en algunas zonas que no lo pasaron tan mal en la primera fase, y ahora están en una situación más complicada”.
“No se trata de una búsqueda partidista de reproches políticos”, escribían en agosto, sino un análisis para entender qué se ha hecho mal y evitarlo en el futuro, a nivel nacional y regional: “Ahora se necesita una evaluación integral de los sistemas de salud y asistencia social para preparar al país para nuevas oleadas de covid-19 o futuras pandemias, identificando debilidades y fortalezas, y lecciones aprendidas”.