Mientras Canadá y Uruguay han legalizado el consumo lúdico de la marihuana y varios estados de EE UU, Portugal, Israel o Alemania permiten su consumo con fines terapéuticos, en España, el debate agoniza a la espera de su turno en una subcomisión del Congreso que no existe.
Ahora, el CIS, la encuesta oficial del Estado, acaba de preguntar a los españoles por este asunto y revela que hay interés social. La gran mayoría, el 84%, está a favor de que se permita su uso terapéutico, ya que entre sus efectos terapéuticos está que puede ser antiinflamatorio, antidepresivo o analgésico. Lo utilizan miles de personas en España pese a que comprarlo es ilegal.
La macroencuesta hace una primera pregunta: “Como usted sabe, hay algunos países en los que últimamente se ha legalizado la venta de marihuana. ¿Está usted a favor o en contra de que en España se legalice la venta de marihuana en determinados establecimientos y en determinadas condiciones?”. Es decir, la primera pregunta plantea la despenalización de todo tipo de uso de marihuana, incluido el uso lúdico, pero con determinado control estatal y con registros, no libremente, en el modelo empleado por algunos estados de EEUU.
Ante esta pregunta, los españoles se muestran totalmente divididos, aunque gana por poco el sí. El 47,2% estaría a favor de la despenalización total y el 41,6, en contra. Son poco más del 10% los que no lo saben.
La segunda pregunta se centra en la legalización del uso terapéutico. Actualmente es ilegal y no hay tratamientos estándar. Entre los 60 cannabinoides que tiene el cannabis, el CBD (cannabidiol) y el THC (tetrahidrocannabinol) son los principales responsables de los efectos terapéuticos de la yerba. Y cada enfermo necesita la dosis apropiada de uno u otro en sus preparados o una variedad específica de marihuana, para lo cual haría falta primero un médico que estudiase cada caso y luego que hubiera un mercado al que acudir. Actualmente existe un medicamento legal basado en el cannabis, el Sativex, pero cuesta 510 euros cada dos semanas y tiene una composición muy específica que a la mayoría de los pacientes no les sirve.
En esta pregunta hay casi unanimidad: el 84% de los españoles se muestran a favor de la despenalización en el caso de que se use para mitigar el dolor o el sufrimiento. El 9,2% de los encuestados se muestran en contra y el 10,4% no lo sabe.
La ley española actual es ambigua respecto al cannabis, aunque la última modificación que se hizo (en la Ley Mordaza) fue hacia la represión. Actualmente la posesión y consumo en la vía pública está prohibida. También, por supuesto, la compra-venta. El cultivo casero y el consumo en la casa propia está permitido siempre que se mantenga dentro de los límites, nunca fijados en gramos, del uso personal. Pero si plantas una planta, que no se vea desde la calle: el Gobierno de Rajoy lo prohibió con multas recogidas en la citada Ley de Seguridad Ciudadana.