A Belén Lobeto le han multado por llevar un bolso con la cara de un gato. Regresaba este domingo a su casa, situada cerca del madrileño Estadio Vicente Calderón, cuando dos agentes de policía la interceptaron para pedirle la documentación y, acto seguido, le comunicaron que iban a denunciarla. El motivo: el bolso de tela negra que llevaba al hombro con la cara de un gato y las siglas A.C.A.B. con el mensaje “All Cats Are Beautiful” (Todos los gatos son bonitos). Sin embargo, la Policía ha escrito en la denuncia que esas siglas significan “All Cops Are Bastards” (Todos los policías son unos bastardos).
“Yo iba hacia mi casa escuchando música, ni siquiera sabía que había partido y había tanto jaleo en el barrio”, afirma Lobeto a eldiario.es. “Ante lo ridículo de la situación, les digo que no considero que esté cometiendo ningún delito y su respuesta es que me remita al juez”, dice esta directora de arte en una agencia de publicidad de 34 años. Cuando los dos agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP, conocida como antidisturbios) le entregan la notificación, que no firma, Lobeto les explica sin éxito que lo que pone en la denuncia no se corresponde con lo que ella lleva escrito en el bolso.
La Policía describe como hecho denunciado “exhibir bolso con las siglas A.C.A.B. (All Cops Are Bastards)”. Un conocido acrónimo documentado desde los años 70, aunque la frase se conoce desde los 20, y popularizado en los años 80 por la banda británica 4 Skins, que lo utilizó en una de sus canciones. Lo suelen utilizar grupos ultras de fútbol en Europa y otros colectivos que quieren mostrar su rechazo al sistema policial. Lobeto publicó lo que le había ocurrido en su cuenta de Twitter y su mensaje se ha convertido en viral.
De nada sirvió que la mujer les dijera que “en absoluto ponía lo que dice la sanción porque afirmaron que eso les daba exactamente igual y que ellos denunciaban las siglas”. Como consecuencia, le han aplicado el artículo 37.4 de la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza.
Contempla como infracción leve “las faltas de respeto y consideración cuyo destinatario sea un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones de protección de la seguridad, cuando estas conductas no sean constitutivas de infracción penal”. La norma prevé una multa de entre 100 y 600 euros para este tipo de sanciones. El siguiente paso es que Delegación del Gobierno decida si la denuncia procede o no.
La abogada especializada en Derecho Penal, Isabel Elbal, califica la situación de “disparatada” y considera que es un ejemplo de cómo “en un estado de Derecho, las leyes como esta permiten a la policía la interpretación de lo que es sancionable y lo que no”. Además, asegura que coarta la libertad de expresión porque “portar un bolso con una insignia, una frase o un símbolo es absolutamente legal, aunque se tratara de una genérica ofensa a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.
Lobeto afirma que se ha enterado después de que le aplicaron la Ley Mordaza porque “ellos no me lo explicaron” y asegura que el bolso fue un regalo de cumpleaños de una amiga. “Evidentemente lo llevo porque me gustan mucho los gatos y no por buscarme problemas, provocar u ofender”, sostiene. La mujer define la situación como “ridícula” y recuerda que su reacción fue “de estupor total, no me lo podía creer, no daba crédito”.
Recuerda además la manifestación neonazi convocada por miembros de Hogar Social Madrid que había recorrido las calles de la capital un día antes: “No podía creer que me estuvieran multando a mi cuando la calle estaba llena de gente armando jaleo por el partido y después de que el día anterior hubiera habido una manifestación neonazi en Malasaña”, critica.
Sobre la Ley Mordaza opina que “coarta los derechos, la democracia y la libertad de expresión”. Algo que califica “de otro tiempo, imposible para el siglo XXI y para un país como el que España dice ser”. Portar las siglas A.C.A.B. ya habían sido multadas con anterioridad. En julio de 2015, la polémica norma se estrenó en Alicante con una multa por llevar el acrónimo en una camiseta.
“El hecho de que en la ley no se concrete ni se defina qué es una falta de respeto y consideración lleva a entender que estamos ante un precepto genérico que crea inseguridad jurídica y se le otorga a la policía la amplia facultad de interpretar lo que la ley no describe”, explica Elbal.