Doblete del PP. Murcia y Madrid, dos comunidades históricas de los populares, tienen los peores datos de educación pública de España. Euskadi –con la salvedad de que es la comunidad con más alumnado en la privada–, los mejores, según un análisis de ocho indicadores básicos de la educación realizado por la Asociación Sociedad Civil por la Educación junto a CCOO, UGT y la FAPA Giner de los Ríos de Madrid.
La Región de Murcia está entre las peores comunidades en gasto por alumno, ratios de alumno por profesor y clase, tasa de idoneidad (el porcentaje de estudiantes de 15 años en el curso que por edad les correspondería) y abandono temprano, aunque solo aparece en el último lugar en la tasa de graduación; Madrid es más de extremos, y tras 20 años de impulso del PP a la escuela concertada está en el último lugar en gasto en educación pública en todas sus variantes (bruto y por alumno) y entre las peores en alumnado matriculado en los centros estatales y en ratios, mientras ronda la media nacional en los indicadores de desempeño (tasa de idoneidad, abandono y graduación).
Euskadi, con el pero de que apenas escolariza a la mitad de su alumnado en centros públicos, es la comunidad que más dinero dedica a cada estudiante, se mantiene cerca de las medias nacionales en cuanto a las ratios y destaca en el rendimiento del alumnado.
“Se puede concluir que la gestión del sistema educativo madrileño es la más cuestionable del Estado, porque [aunque no es la última] es la comunidad más rica de España y tiene muchos más recursos que Murcia”, ha valorado José Luis Pazos, miembro de la asociación y encargado de presentar el texto.
El informe, que compara los resultados actuales con los que había hace diez años, deja otra conclusión: las diferencias entre comunidades autónomas se han reducido en esta última década, un efecto de la descentralización (aunque esta viene de atrás) que ya se había observado. Un detalle de este dato es que este acercamiento entre la mejor y la peor provenga más por el lado de que Euskadi ha bajado sus indicadores que porque Murcia los haya subido. Desde hace diez años la diferencia entre la primera y la última (que era Madrid entonces) ha bajado un 19%.
Los responsables del informe explican este bajón de Euskadi porque el índice es relativo, se compone a partir de cómo relacionan los datos de unas y otras comunidades. Y cuando uno está arriba, como es el caso del País Vasco, “es lógico que su evolución no pueda ser tan amplia”. Además, por cómo está elaborada la clasificación, si una comunidad mantiene un resultado igual pero otras lo mejoran y se sitúan por encima, en términos relativos es como si empeorara.
Del dinero al rendimiento
Sociedad Civil por la Educación ha escogido ocho indicadores sobre educación pública y compara cómo se desempeña cada comunidad autónoma a partir de datos oficiales. En concreto, la asociación ha evaluado el gasto público total en Educación en forma del porcentaje de PIB para hacerlo comparable; el gasto por estudiante no universitario; el porcentaje de alumnado en centros públicos; las ratios por docente; por aula; la tasa de idoneidad; la de graduación en la ESO; y la de abandono temprano.
A partir de ahí, y para ordenar los datos, se asigna un 10 a la comunidad que mejor dato ofrece de cada ítem y un 0 a la que menos; el resto se pondera entre medias en función de su resultado. Por último, se suma la puntuación de los ocho ítems, lo que da a región una nota final y una media de cada indicador. Según este baremo, Murcia es la comunidad con peores datos en educación pública, con 19,69 puntos en total (el máximo serían 80) pese a tener solo un 0 y un índice I-SOCE (la media de todos los indicadores) de 2,46 (sobre 10); Madrid es la segunda, con 20,06, tres ceros y un 2,51 de media; Andalucía cierra el cajón por abajo con un 23,63, que deja un índice medio de 2,95.
El País Vasco es la comunidad autónoma que mejor parada sale. Es la mejor en tres apartados y alcanza un 55,66 de puntuación total y una media de 6,96; Cantabria se queda cerca sin destacar por arriba ni por abajo en ningún indicador (55,19 puntos totales, 6,9 de media) y Galicia le sigue la estela con las mismas características: un sistema sólido en todo lo analizado sin ningún punto especialmente destacado para 53,99 puntos en total y un 6,75 de media.
El informe recoge además los datos de los mismos indicadores hace diez años para ver cómo han evolucionado las diferentes comunidades. El primer detalle es que España en su conjunto ha mejorado en esta última década (de 3,95 de media a 4,15). Según el análisis, Murcia ha sido la que más ha perdido en este periodo: seis posiciones en la clasificación relativa y todo un punto en la valoración de los indicadores para caer a la cola. Canarias es la que más ha mejorado: de 2,66 a 4,7 apoyándose en un gran impulso de la escuela pública. Entre las que suben están también Cantabria y La Rioja; peor que hace diez años aparecen Navarra, Asturias, Castilla-La Mancha o Catalunya.
Más del doble de gasto
Las diferencias entre comunidades en algunos indicadores es notable. Sucede por ejemplo en el gasto en Educación en relación al PIB, un indicador clásico. Extremadura es la región que más invierte, rozando el 6%, una cifra que en una comparativa internacional la situaría cerca de los países punteros (que suelen estar en torno al 7%); enfrente, Madrid no llega ni a la mitad. Esta situación no es sobrevenida: el informe incluye los datos de los indicadores analizados de hace diez años y Madrid ya estaba entonces en el último lugar. El Gobierno de Ayuso tendría que invertir 5.000 millones más de euros al año para llegar a la media nacional, situada en el 4,26%. Este de la financiación es uno de los indicadores en los que mejor aparece Murcia, la peor comunidad, que está por encima de la media con un 4,92% del PIB en Educación.
Algo similar sucede con el gasto por alumno, otro indicador comparable –aunque algunos analistas no lo consideran el más óptimo para la educación–, que también arroja diferencias de hasta casi el 100% entre Euskadi, que invierte 10.214 euros por alumno y año, y Madrid, que se queda en 5.607 euros.
Las ratios de alumnos por clase –una de las principales reivindicaciones del profesorado para mejorar sus condiciones de trabajo y los resultados del alumnado– también evidencian la brecha entre comunidades, aunque no necesariamente las mismas. Dado que el informe incluye datos desagregados del segundo ciclo de Infantil, de Primaria y de la Secundaria obligatoria, las regiones cambian ligeramente su orden, pero hay patrones: Catalunya, Andalucía y Murcia aparecen sistemáticamente entre las peores y Extremadura, Castilla y León y Galicia, entre las mejores.
Las diferencias entre las comunidades que más cuidan las ratios con las que menos son de hasta un 30%: mientras Catalunya tiene 21 alumnos por aula en el segundo ciclo de Infantil, Castilla y León tiene 15; en Primaria se da una relación muy parecida, y son las mismas comunidades las que marcan el primer y último lugar. En Secundaria, Catalunya sigue siendo la que más alumnos mete en cada clase (28), pero en esta etapa es Extremadura la que menos, con 16,6 de media.
El análisis concluye con los indicadores de lo que podríamos llamar rendimiento escolar (repeticiones, abandono temprano, tasa de graduación), donde destacan Catalunya, Euskadi o Cantabria, entre otras regiones, según el aspecto que se considere.
Los autores del informe se han mostrado algo sorprendidos al cruzar estas dos últimas estadísticas: Catalunya es la comunidad con peores ratios, pero está entre las mejores en rendimiento del alumnado, cuando se supone que este elemento (las ratios) es clave para la mejoría escolar. Esta aparente contradicción “llama a la reflexión”, ha observado Pazos para cerrar la presentación de resultados.